Cuando un alumno se introduce en la Ciencia Económica enseñada en la facultad se produce un hecho desgraciado que condicionará sus años posteriores de estudio. Los planes académicos están estructurados de tal forma que las Teorías Económicas (neoliberales) son estudiadas de forma totalmente independiente al resto de asignaturas. La consecuencia es lógica: el alumno no se percata de que cada Teoría Económica responde a un determinado momento histórico y social, y que su pretendido carácter universal no es sino un supuesto o hipótesis más dentro de un modelo teórico más general.
Estamos, por lo tanto, frente a uno de los engaños más lamentables que puede perpetrar la universidad. Por eso mismo, el estudio de la Historia de la Economía empuja al estudiante a desarrollar el marco histórico que le permite resituar la Teoría Económica Neoliberal en el momento histórico en el que surge, impidiendo así caer en el error de pretenderla universal, única y verdadera.
Debemos tener en cuenta, ante todo, que no es lo mismo Historia Económica que Historia de la Economía o Historía del Pensamiento Económico. Mientras la primera se limita a la descripción de los hechos económicos ocurridos a lo largo de la historia, generalmente con una única interpretación neoliberal de naturaleza retrospectiva, la segunda y tercera contextualizan los hechos históricos dentro de los pensamientos económicos de cada época. Más correctamente, estas últimas analizan las ideas de los distintos pensadores históricos que trataron los acontecimientos históricos de las distintas épocas, así como su evolución en el tiempo.
Precisamente porque la Historia Económica viene a ser una herramienta revisionista (que pretende actualizar la historia con los argumentos doctrinales actuales), no está condenada a la desaparición en los planes de estudio. Forma parte del pensamiento único y, en tanto así es, sirve como brazo del cuerpo dogmático que es la Teoría Económica Neoliberal en nuestras facultades.
Sin embargo, Historia de la Economía o Historia del Pensamiento Económico, asignatura plural y abierta por necesidad, tiene los días contados en los planes de estudio. En la Universidad de Málaga ya ha desaparecido y ni siquiera se imparte como asignatura optativa o de libre configuración. En otras universidades queda relegada a estas categorías opcionales, o se imparte en el último año de la carrera de Economía.
La realidad no deja lugar a dudas: estamos en el siglo XXI y la Universidad impide y obstaculiza un estudio plural y verdaderamente científico de la realidad social. Estamos bajo el dominio del pensamiento único, mientras la mayoría del profesorado permanece impasible ante esta lamentable realidad educativa.
No nos puede extrañar, comprendido lo anterior, que los alumnos de los últimos cursos no conozcan conceptos fundamentales como neoliberalismo o socialdemocracia, por citar dos que se han demostrado ignorados. Por no hablar de categorías en las Ciencias Sociales que escapen de la dicotomía consumidor-productor típica de la Teoría Neoliberal. Fábrica de analfabetos funcionales. Allí estudiamos.
Por todo esto, cuando algún compañero me pregunta por algún libro introductorio a la Economía Crítica, yo simplemente recomiendo algún libro de Historia del Pensamiento Económico. Directamente confío en que la apertura de visiones los invite a reflexionar acerca de lo que hoy estudiamos, como me pasó a mí. Por cierto, normalmente recomiendo, por su fácil lectura y su impecable claridad, Historia de la Economía, del canadiense John Kenneth Galbraith.
Con esto no vamos a hacer la revolución, pero es un paso. O varios, quién sabe.
Estimado Alberto:
No puedo estar más en desacuerdo contigo. La economía es una ciencia, y la investigación en economía ha de seguir el rigor y la metodología que distingue a cualquier investigación científica.
El conocimiento sobre la ciencia de la Economía que tenemos hoy en día es el fruto de la investigación del pasado. Evidentemente hay muchas lagunas y muchas relaciones todavía por descubrir, pero también hay muchas relaciones entre variables económicas que han sido de sobra contrastadas teorica y empíricamente.
Los que os empeñáis en insistir que eso es fruto de una especie de doctrina neoliberal que -según vosotros de un modo más o menos oscuro- se está inculcando a los estudiantes, lo que en realidad estais haciendo es negar todo el proceso de construcción del conocimiento que respaldan esas relaciones. Y lo haceis, no con maldad, sino porque desconoceis todo el trabajo que soporta ese conocimiento.
Aunque te llames científico, o investigador, estimado Alberto, lo que tú y tu gente haceis es todo lo contrario a la ciencia. Construis unos dogmas a partir de una prejuicios que no os preocupais en contrastar, entre otras cosas porque no teneis la capacidad para hacerlo. Aunque hay muchas personas que tenemos el título de economistas o nos dedicamos a la investigación, no todos somos lo mismo.
Dicho esto, tanto la historia del pensamiento económico como la historia económica son dos ramas científicas de vital importancia para el conocimiento de esta ciencia. Haces bien en denunciar algo que es escandaloso. Se ahorrarían muchos esfuerzos en impartir otros conocimientos económicos (especialmente en macroeconomía y temas como el comercio internacional) a alumnos que conozcan bien la historia desde el punto de vista económico y la historia de la evolución de la propia ciencia económica.
Pero más importante todavía es enseñar a los alumnos que la ciencia y las supercherías no pueden convivir. La investigación es rigor, paciencia y apertura de miras. Lo otro, es lo que nos lleva a las crisis, económicas y morales.
Buena reflexión Alberto. Lástima que haya gente incapaz para el debate, aunque tengan títulos académicos, y sólo sepan descalificar e insultar a quienes defendemos posturas y enfoques no convencionales.
R.Santos. Tienes razón, lo que nos lleva a la crisis es precisamente la aplicación de conocimientos cientificos erróneos. No basados en la evidencia empírica. Ni en la investigación, paciencia, etc.. Por ejemplo, por ejemplo, la ‘ciencia’ economica neoliberal.30 años de aplicación estricta y dura de esta supuesta ‘ciencia’ en la mayor parte del mundo occidental, nos lleva a una casi quiebra absoluta de la sociedad. Toda una civilizacion casi al borde del caos. ¿Puede ser más superchería una ciencia? Imposible. ¿Como se matiene semjante ‘ciencia?. Porque favorece economicamente al poder dominante. No es ideologia. Solo es poder. Poder economico puro. Al poder dominante ( multinacionales, integranntes de los ‘percentiles de arriba, etc..), le da exactamente igual si la ciencia economica contribuye o no al enriquecimiento de la sociedad en su conjunto. Crecimiento conjunto de la sociedad que debería ser el objetivo final de cualquier conocimiento economico social cientifico digno de ese nombre. Lo que único que les importa es su propio crecimiento. Y ese no ha desminuido. Al reves. A más desigualdad economica sólo sucede..mas desigualdad. Es matematicas. Su escenario perfecto. En situación de oligopolio social.Permanente. Y por eso financian (y finaciarán) supercherías que se hacen pasar por conocimiento cientifico. Como las politicas economicas neoliberales. Pura supercheria acientifica de resultados y evidencia empirica catrastofica.
La ecocnomia no es ciencia. Es una aproximacion a la economia que no puede sobrepasar los limites de la interpretacion – por lo tanto, a pesar de que maneje datos, estos son solo fiables segun la base interpretativa a que esten sujetos.
Como lo sabes Alberto!
Saudos
Totalmente de acuerdo contigo Alberto.
Y de hecho, apunto que en la Autónoma de Madrid, en Economía, Historia económica es una asignatura obligatoria durante los tres primeros años de carrera, e Historia del Pensamiento Económico o Historia de la Economía es una optativa de 4º de carrera…