En el blog de Socialist Economic Bulletin el economista John Ross publicó el otro día un artículo del que quisiera recuperar algunos datos esclarecedores. No añade nuevo a lo que muchos venimos diciendo desde que comenzó la crisis, pero sí resume de forma muy gráfica por qué estamos como estamos y por qué, si seguimos el camino de las recomendaciones de la troika (BCE+FMI+Comisión Europea) y de los economistas de cabecera del PP y PSOE, vamos directos al abismo.
Como bien se sabe, la definición técnica de recesión es que la economía se sitúe durante dos trimestres seguidos con crecimiento negativo. El crecimiento se mide en contabilidad a partir del Producto Interno Bruto, y por el lado de la demanda se calcula como la suma de Consumo, Inversión, Gasto Público y Exportaciones netas (lo que se exporta menos lo que se importa). Observemos en el siguiente gráfico lo que ha ocurrido en la Eurozona con esos componentes desde el primer trimestre de 2008 hasta el segundo trimestre de 2011.
Podemos comprobar que en el PIB (Gross Domestic Product, en inglés) -barra negra- se ha desplomado fundamentalmente como consecuencia de la caída de la inversión -barra roja- y, en menor medida, por la caída del consumo privado -barra verde-. Lo que ha compensado la caída ha sido el saldo positivo de las exportaciones netas (barra morada) y, claro está, el gasto público -barra azul oscura-.
Es obvio que las empresas de la eurozona ya no invierten, y como no lo hacen entonces no sólo no contratan trabajadores sino que de hecho los despiden. Eso lleva a un aumento del desempleo, que a su vez tiene efectos depresivos sobre el consumo privado. Y es que todos los nuevos desempleados son personas que antes consumían y que ahora no lo harán por falta de ingresos. Aquí la prestación por desempleo actúa como mecanismo corrector (en economía se llama mecanismo anticíclico), pero de eficacia reducida y temporal. A todo eso hay que sumarle las expectativas de los hogares, ya que muchas personas dejarán de consumir por temor a ser despedidos (ya se sabe… «si las barbas de tu vecino..»).
Hasta aquí todo es evidente y ningún economista pondrá ninguna objeción. Donde aparecen las divergencias es a la hora de responder a la siguiente pregunta: ¿por qué no invierten las empresas?
En opinión de los economistas de inspiración neoclásica (para que nos entendamos, los que gobiernan las instituciones internacionales y los grandes partidos en España) los problemas principales son de mercado de trabajo y de acceso a la financiación. Por un lado argumentan que contratar trabajadores es demasiado caro y que por eso las empresas no se arriesgan en invertir. Por otro lado argumentan que la crisis financiera ha desestabilizado el acceso a la financiación (a los préstamos) y por lo tanto las empresas ven menos rentable pedir prestado para invertir. También pueden sumar la reivindicación de que los trámites burocráticos para crear empresas e invertir son demasiado elevados, o incluso la reclamación de que el Estado recorta oportunidades de inversión privada. Por esa razón recomiendan un pack de medidas que incluyen a) una reforma del mercado de trabajo (con especial atención al «contrato único»), b) mejoras en las condiciones de acceso a la financiación (con bajadas de los tipos de interés, inyecciones de liquidez, etc.) y c) reforma de la administración pública.
En opinión de los economistas críticos, más keynesianos o marxistas heterodoxos, la crisis es debida a la falta de demanda. Es decir, que hay poco consumo porque la gente es demasiado pobre. Como la gente es demasiado pobre las empresas no quieren invertir porque saben que nadie les comprará sus productos. Keynes hablaba de la «trampa de la liquidez» para explicar el hecho de que aunque las empresas tuvieran préstamos muy baratos (a tipo de interés casi 0%) no querrían invertir; ni con dinero regalado quiere alguien pedir un préstamo para invertir y luego tener que quedarse la producción. Lo mismo ocurre con el mercado laboral: aunque los salarios cayeran a cero euros, nadie contrataría trabajadores para producir algo que no te pueden comprar.
¿Qué habría pasado en la economía? Pues que con los salarios cayendo durante décadas y los beneficios creciendo (ver este artículo), lo que ha crecido ha sido la desigualdad (ver aquí datos) y por lo tanto la inestabilidad del sistema (leer aquí explicación teórica). La única forma que ha tenido la economía para sortear la crisis ha sido el acceso al crédito y las burbujas. Es decir, la desigualdad se ha «escondido» tras la falsa percepción de un efecto riqueza. La gente -en conjunto- ha consumido por encima de sus ingresos y se ha creído más rica al tener acceso a más bienes y ver sus propiedades acrecentadas en valor monetario (las viviendas). El sistema ha podido seguir creciendo hasta que esos mecanismos artificiales se han caído, es decir, hasta que ha estallado la burbuja financiera internacional y la burbuja inmobiliaria española. En términos de PIB podemos decir que la inversión empresarial se ha centrado en el sector de la construcción (alentado por las normas y leyes de PP y PSOE), y el consumo se ha disparado debido al crédito (endeudamiento familiar en torno al 140% de la renta personal disponible en 2007).
Cuando esa «demanda virtual» (crédito e inversión en construcción) se cae, el PIB se hunde. Pero el Estado apareció para salvarlo compensando con incrementos de gasto público. Incrementos, todo sea dicho, muy mal orientados. Eso produjo un crecimiento del déficit y del endeudamiento, llevando, junto con la especulación financiera (ver artículo aquí) a la crisis de deuda (ver artículo aquí).
Las solución pasa por a) crecer, y b) crecer de otra forma. El Gasto Público es el único componente económico que puede rescatar a la economía de una crisis de demanda (ver aquí una explicación teórica), pero para ello necesita disponer de los ingresos suficientes. En España, y en toda Europa, nuestros gobiernos han rebajado impuestos a las clases más ricas y han permitido mecanismos de evasión fiscal que han deteriorado las finanzas públicas. Así que cuando hemos necesitado el dinero no lo teníamos. Y se lo hemos tenido que pedir prestado a las mismas personas a las que dejamos de cobrarles impuestos.
Necesitamos crecer, para lo cual necesitamos gasto público y crear escenarios para la inversión. Tenemos por lo tanto que recuperar ingresos (política fiscal: coser a impuestos a las clases altas -rentas y riqueza- y luchar activamente contra paraísos fiscales y fraude fiscal en general) y resolver el problema de desigualdad. Para esto segundo se requiere un compromiso capital-trabajo que se base, sencillamente, en la recuperación de poder adquisitivo (o lo que es lo mismo, caída de la participación de los beneficios en la renta). Además, hay que posibilitar que las pequeñas y medianas empresas inviertan, cosa que ahora no pueden porque los bancos prefieren especular en los mercados financieros, para lo cual es una exigencia una banca pública y fuerte regulación financiera. La banca pública daría créditos a las empresas para invertir, y la regulación financiera crearía un nuevo esquemas de incentivos para que el dinero fluyera de nuevo hacia la economía.
Y crecer de otra forma, claro. Necesitamos ser conscientes de los límites naturales del planeta y de la imposibilidad de crecer ad infinitum. Por lo tanto, hay que abandonar el criterio de la rentabilidad -que estimula el crecimiento permanente- y recuperar el criterio social. Eso significa ir estableciendo por etapas un nuevo modelo de producción y consumo que pase por un consumo más local y más eficiente en términos energéticos, un eficaz y eficiente sistema de transporte público que permita abandonar el transporte privado, unas industrias orientadas hacia la energía renovable, menores tiempos de trabajo y mejoras en la gestión empresarial. Todo ello conduce, por cierto, a incrementos de productividad que nos permiten seguir mejorando las condiciones de vida sin deteriorar el planeta ni los servicios públicos.
La única duda que me queda es cómo conseguir aumentar la presión fiscal sobre las rentas más altas, desmantelar los paraísos fiscales, las SICAV…etc. Y al mismo tiempo impedir que los inversores huyan a otros países, digamos, más cálidos fiscalmente. Algo que ha conseguido, según palabras del profesor Navarro, Suecia.
Me gustaría saber tu opinión.
Un saludo.
Algún dia me sería interesante conocer la opinión de Alberto y las consecuencias de los diversos contratos únicos que se proponen por ahí, que el de 45 días no es. 😉
gracias por ilustranos Alberto…
Enhorabuena otra vez, Alberto, por tu artículo, como siempre claro y directo. En el apartado de soluciones tengo las mismas dudas que expresa en su comentario Manuel, y creo que la respuesta necesariamente ha de contar con la comunidad internacional. Eso no lo puede hacer un país solo. Es necesario que haya una voluntad política por parte de la comunidad internacional, o al menos de las principales economías, para acabar con los paraísos fiscales, así como para no ofrecer ventajas fiscales a aquellos que huyen de sus países porque se les suben los impuestos. Mi diagnóstico es que estamos MUY LEJOS de esa salida, y vamos en sentido contrario. Ojalá esto cambie pronto. Un saludo.
Muy bien explicado, ¡muchas gracias!!
Además al final hablas sobre el problema de fondo y más grave: un planeta que estamos arrasando y que nos pasará factura si no cambiamos nuestra forma de vida.
Saludos,
David
Europa virara hacia la izquierda por el fracaso de la actual derecha governante y lo antisocial de sus recetas. Quizas ese sea un pilar para sustentar un pacto europeo para establecer una politica fiscal comun redistribuidora efectiva de la riqueza, similar en forma a los modelos escandinavos. Eso siempre y cuando, la gente salga a la calle a reclamar lo que sus constituciones les garantizan, avanzando de paso en una verdadera «Europa de las personas». Un saludo desde el sur
Mi modesta opinion es que en España el credito no llega a las pymes, como estas no invierten aumenta el paro y baja el consumo.
Mi solucion seria crear una banca publica para hacer llegar el credito a las pymes. Con esto creo que bastaria, pero si no bastase reduciria el descuento sobre nominas actualizando la tarifa del irpf por encima del ipc y con esas dos soluciones yo creo que el pib ya echaria a andar. De todos modos la teoria la sabemos todos pero hay que ponerse con las manos en la masa para tener informacion de primera mano.
«no querrían invertir; ni con dinero regalado quiere alguien pedir un préstamo para invertir y luego tener que quedarse la producción.»
También podría ser que inviertan (bajando salarios) para vender lo producido a países ricos ¿no?
Saludos.
Eso eso, a gastar más. Más endudamiento. Hay que pedir más prestado. Que el estado recaude más, que gaste más. Venga venga, hay que gastar.
¡Qué mal suena lo de «gasto público»! El término «gasto» evoca en mi cerebro «despilfarro». ¿No sería más conveniente denominarlo «inversión»? Lo ideal sería que se recaudase lo suficiente para no tener que pedir prestado a los mismos que nos lo prestarán a un buen pellizco de interés.
Bastante clara tu exposición, enhorabuena!
¿Existe algún estudio o trabajo de Derecho Tributario comparado en el que se exponga la regresividad final del sistema fiscal español?
Estimado Sr. Garzón:
Apenas llevo tiempo suscrito a su blog y me alegro por ello (tanto por el blog como por estar suscrito a el). Enhorabuena.
Le inserto un comentario que, si bien encajaría mejor en otras entradas, llevo tiempo pensando. Pero para ello debo detallar mi anamnesis propio para que se valoren mi comentario.
Tengo 36 años y pertenezco a un estrato socioeconómico y cultural medio-alto o alto. Mi formación académica es la de ingeniero industrial. Actualmente estoy en situación de desempleo (lo que viene siendo paro) desde hace 8 meses. Me salen colaboraciones (lo que viene siendo facturación) de medio pelo en calidad de las mismas, duración y forma de pago Aunque me tengo por una persona inquieta, perdón por el autobombo, nunca he prestado atención a los asuntos económicos más allá de sí me llegaba el dinero para irme a la playa con los amigos. Actualmente, por motivos obvios y aunque uno se quiera abstraer es imposible, sigo la evolución de la economía. Su blog ha contribuido, y contribuye, a ello. Políticamente ando desencantado pero podría encajárseme (vaya palabro) en la derecha sociológica sin tintes extremos y abierto a reconocer lo positivo y bueno de la izquierda. Soy un defensor a ultranza de la libertad del individuo pero, como verá, no tanto de la libertad de una organización. Mucho menos si es privada.
Dicho lo anterior para situarnos, quería hacerle llegar mi idea de economía e invitar a la reflexión y comentarios a sus lectores.
Parece claro que la disyuntiva es ¿libre mercado o estado planificador? Seguramente no es tan maniqueo el debate. Como en todo hay ventajas e inconvenientes. Pero ¿y si dejamos que el Estado, Autonomía, Ayuntamiento fuera una empresa más? En especial en los sectores estratégicos. Sería un muro de contención al despiadado sector privado o, en sus términos correctos, a los despiadados que hay en el sector privado.
A modo de ejemplo y para no cansar. Sector del préstamo hipotecario. Que hubiera un banco público (que buscara beneficios en su cuenta de resultados pero no a destajo y por encima de todo) que pusiera el crédito hipotecario al 1%, admitiera el pago en dacción y similar. El mercado bancario se vería abocado a tomar medidas parecidas so pena de quedarse fuera del reparto del pastel del crédito. Evidentemente ese banco público no está para “exprimir hasta la extenuación” a los bancos privados ni para perder dinero y las leyes también son para el. Pero sí no busca el beneficio a destajo, podría ofrecer lo que digo.
Otro ejemplo más de un sector en el que estoy más familiarizado. Sector eléctrico. Si existiera una empresa pública de suministro de electricidad (extrapólese al sector de los carburantes) que podría, mutatis mutandi del ejemplo anterior, ser el referente o avanzadilla del sector aunque sólo sea porque barre el mercado y no por buenagentismo o mimetismo.
Si se me entendiera el ejemplo se aclararía lo que quiero decir. Actualmente coexisten la enseñanza pública con la privada. Y en muy buena relación de vecindad. En mi opinión la enseñanza pública modera los deseos de ahorro en sueldos, instalaciones, calidad y subidas de cuotas, beneficios y ratio de alumno/profesor de la enseñanza privada. Si un colegio privado cambia a peor (subida de cuota, malos sueldos de profesorado, altísima rotación, contratos basuras, personal desmotivado…) el mercado (papis y mamis) tornarían sus miradas hacia el instituto del barrio que ahora empieza a verse con otros ojos. En realidad es el mismo instituto pero el colegio privado es otro. Como la nostalgia:ya no es lo que era.
Lo anterior sería para sectores estratégicos como los que he comentado y demás.
En fin, supongo que no seré yo quien descubra la cuadratura del círculo económico ni perpetuum mobile e incluso recuerdo vagamente cuando existía banca pública (Argentaria). ¿El mercado estaba tan convulso?.
Espero sus opiniones, comentarios, guía, recomendaciones de lectura tanto del blogger como de sus readers.
Reciba un cordial saludo.
DomingoBG.
Hola, ante todo quisiera felicitarlo por la brillante exposición de lo ocurrido en la economía española, pero me han quedado algunas dudas que me gustaría aclarar.
Si he entendido bien, usted plantea que el surgimiento de la crisis de los últimos años es el resultado de una crisis de superproducción típica del sistema capitalista (a nivel esencial). El aumento de los créditos, centrados fundamentalmente en el sector inmoviliario, y su posterior colapso, provocó una caída del PIB (y la idea generalizada de que esta crisis es financiera, claro, apoyado por las instituciones internacionales y los medios de comunicación). ¿me equivoco?
Esta caída del PIB se intentó atenuar con una política fiscal expansiva de gasto público, teniendo como resultado un gran endeudamiento y déficit fiscal. Y aquí me surge la primera pregunta, según tu criterio ¿qué pasó con esta política fiscal expansiva, al margen de los resultados en las cuentas públicas? ¿tuvo algún efecto por mínimo que fuera? ¿o no? si no, ¿qué pasó con el supuesto efecto multiplicador de la misma?
Por otro lado, tu alternativa es aumentar los impuestos para llevar a niveles razonables las cuentas públicas, acompañado de una regulación del sistema financiero que reoriente los créditos hacia la mediana y pequeña empresa, lo cual comparto.
Sin embargo, en el orden económico y financiero internacional implantado, donde prima una ideología neoliberal, es casi imposible intentar regular mercados, especialmente el financiero, ¿cree usted que exista algún partido político capaz de hacerle frente a estas presiones internacionales? ¿qué supondría tomar una posición así para España en el marco de la unión europea?
Un saludo
gracias Alberto, por explicarnos el tremendo entramado político-financiero como a tu hermana pequeña, por darnos propuestas y alternativas y, sobre todo, por empezar a cambiar el discurso. Creo que el último párrafo es fundamental, empezar a pensar en una lógica diferente a la del crecimiento perpétuo, por que no tenemos tanto tiempo. Ahora, como buen economista sabes que no existen escenarios win-win (como hacen creer los neoclásicos).Un crecimiento atenuado, en el que alcancemos una producción verdaderamente sostenible (si esto no es un oximorón), recuperando nuestros dañados ecosistemas y con un nivel de vida, al menos, digno, exigiría, además de una nueva clase política y acabar con los mercados financieros, 1) una enorme redistribución de la riqueza, 2) un replanteamiento del concepto de propiedad y de las formas de gestionarla (acercándonos al pro-común) y 3) un nuevo paradigma científico-técnico transdisciplinar abierto a la sociedad (la complejidad…). Ánimo, tenemos mucho trabajo!
Acabo en tu blog tras ver tu colaboración en el programa 59 minutos. Me gusta tu razonamiento y me alegro que te hayan dado la oportunidad de decir en alto lo que muchos pensamos. Pero tengo una duda. Comentas que tanto el PP como el PSOE tienen una cultura de Chief of Command que demuestra la falta de democracia dentro del mismo partido, vengo a tu blog y veo que estas en IU. Es que también la misma falta de democracia en ese partido, porque para mi que tu deberías ser el cabeza de lista en ese partido. Si gente como tu se presentara a las elecciones, los jóvenes iriamos a votar.
No se puede salir de la crisis, lo que estamos viviendo es un colapso debido a que la economía funcionaba en base al aumento constante del endeudamiento, este ha encontrado su limite en muchos países y todo se ira desmoronando. Como decía Marx :»lo solido se disuelve en el aire»
La verdad es que los análisis son brillantes aunque en mi opinión muy marcados por la ideología. Y es que al final siempre derivamos en los pensamientos ideológicos sin darnos cuenta que el problema no es la ideología. La corrupción de las personas hace que todo importe un carajo mientras yo chupe de la teta, sea un sistema capitalista ó comunista, porque no se puede negar que el sistema comunista también colapsó, de peor manera incluso.
Yo pienso que todo se comenzó a gestar con la globalización, la supresión de aranceles y el abaratamiento de la mano de obra con el único fin de enriquecer a cuatro Y de eso son cómplices todos los que nos han gobernado.
Estimado Sr.
Somos muchos malagueños que empezamos a conocerlo y que seguramente votaremos por Ud. Por eso mismo le agradecería actualice más su blog.
Su pensamiento ideológico es lo más claro y realista que hay hoy en día en política. por eso es tan importante que se haga ver y oir más.
Eso, gasto público y mejor si lo gestionan los de siempre ¿Cómo cree Vd. que se consiguen «unas industrias orientadas hacia la energía renovable, menores tiempos de trabajo y mejoras en la gestión empresarial»? ¿De dónde cree que sale la iniciativa de investigar, de desarrollar nuevos productos y procesos? ¿No será tan ingenuo de pensar que sus compis de partido se van a poner a ello verdad? La iniciativa privada y la búsqueda del beneficio es el único mecanismo que consigue abaratar costes, conseguir lo mismo con menos recursos, contaminar menos y desarrollar tecnologías más efectivas. El gasto público y más aún, el gasto público mal administrado, es una de las causas de la ruina de España.
Pero dejamos de lado el hecho de que si el gasto público aumenta, con el lo hace el déficit y por lo tanto la deuda y con ello las necesidades de financiarla…
Al ser el Estado el principal consumidor de financiación esto hace que lo que le queda al sector privado sea mínimo…y al aumentar el endeudamiento la percpeción de riesgo es mayor y los costes de la financiación suben.
Sobre todo en un escenario de caída del consumo y del empleo con la correspondiente contración de la recaudación (indirectos y directos)y por lo tanto de los ingresos del Erario Público en su multitud de encarnaciones…
Lo de coser a impuestos a los ricos queda bien…sobre todo si esto fuera un paraíso fiscal pero la economía española la sustentan las PYMES y los autónomos…que ricos, lo que se dice ricos no son…
Quizá lo necesario es mejorar lo que hacemos y a donde lo vendemos (7 de los 10 primeros destinos de la exportación española están en la UE y ninguno es una economía de las emergentes de verdad), ser más eficientes, productivos (empezando por mi que escribo esto en el curro) y dejar de querer vivir el sueño sueco – americano cuando es realmente imposible…
Si vemos lo anterior como el caso de un particular es más fácil…
Gano menos, quiero gastar lo mismo en casas y demás,…pero necesito financierame…voy al banco…me ven apalancado…me cobran más intereses…etc…
Perdón por el ladrillaco…