Hay quien piensa que vivimos en el mejor de los mundos posibles y que ya no existen las clases sociales. Piensan que todos somos iguales y que es anticuado hablar de ricos y pobres. Pero yo desde luego impugno ese pensamiento, y no lo hago gratuitamente sino porque los datos apoyan precisamente la posición contraria. No sólo siguen existiendo clases sociales sino que están cada vez más separadas como consecuencia de las políticas llevadas a cabo por los diferentes gobiernos.
En este artículo vamos a repasar varios artículos académicos y bases de datos estadísticas para visualizar cómo la desigualdad de renta y riqueza entre individuos y hogares ha aumentado en España en el período reciente. Además evaluaremos de dónde provienen los ingresos de los diferentes estratos sociales, lo que nos permitirá entender cómo afectan las políticas económicas a la desigualdad. Aprovecharé para sacar algunas conclusiones, en mi opinión cruciales, de política económica.
Para empezar conviene aclarar dos términos parecidos pero no iguales: renta y riqueza. Las rentas son todos los flujos de dinero que entran como ingresos cada período. Los salarios, por ejemplo, son un tipo de renta. Pero también los intereses ganados cada año por tener títulos financieros, los dividendos derivados de las acciones y otros mecanismos financieros similares son parte de las rentas. Por otra parte, la riqueza es un stock y tiene que ver con la cantidad de dinero acumulada en el tiempo. Por ejemplo, una vivienda, bienes materiales como coches y yates, o la propiedad de la tierra es considerada parte de la riqueza.
Distribución de la riqueza
¿Cómo es la distribución de la riqueza en España en términos de hogares para el año 2002? Pues los datos del Banco de España recogidos en el estudio de Davies, J., Sandström, S., Shorrocks, A., y Wolff, E. (2008) reflejan lo siguiente:
El 25% de los hogares más pobres tienen el 2’1% de la riqueza del país. El 50% más pobre tiene el 13’2% de la riqueza. El 75% más pobre tiene el 34.7% de la riqueza. Y el 90% más pobre tiene el 58’1% de la riqueza. Todo ello supone que el 10% más rico tiene el 41’9% de la riqueza. Pero si miramos aún más arriba comprobamos que el 1% más rico tiene el 18’3%; el 0’5% más rico tiene el 13’1%; y el 0’1% más rico tiene el 5’6% de la riqueza del país.
No es una desigualdad elevada si la comparamos con los datos de otros países, especialmente Estados Unidos (donde el 1% de las familias tiene el 32’7% de la riqueza) o Suiza (donde el 1% de las familias tiene el 34’8% de la riqueza). Pero es desde luego un dato que refleja estupendamente cómo la riqueza está fatalmente repartida, por más que nos hayan hecho creer que aquí somos todos iguales. El mismo estudio refleja que el 10% de la población mundial tiene el 70% de la riqueza de nuestro planeta.
Distribución personal de la renta
En lo que se refiere a distribución de la renta hay varias formas de medirla. Las dos fundamentales son la distribución funcional de la renta (que diferencia entre la parte de la renta total de un país que se va a salarios y la parte que se va a beneficios) y la distribución personal de la renta (que diferencia los diferentes tipos de renta que reciben los individuos del país).
Sobre la distribución funcional de la renta ya hablamos en su momento, y puede leerse este artículo que hice con datos de la Comisión Europea, y sabemos que entre 1994 y 2006 la parte de los salarios cayó un 8%. También explicamos aquí la importancia económica que esto tiene y el papel que ha jugado esta dinámica en la gestación de la crisis actual.
Sobre la distribución personal de la renta hay numerosos estudios, todos señalando las mismas tendencias. El más reciente y riguroso es el de Alvaredo, F., y Saez, E. (2009), dos expertos en el ámbito de la desigualdad de ingresos. Este completo estudio ha estudiado la tendencia de la desigualdad de la renta en su perspectiva histórica. El siguiente gráfico está extraído de dicho trabajo, y lo que señala es que la mayor desigualdad de la renta en este país fue en los años treinta del siglo pasado. Además, se concluye también que la desigualdad crece a partir de los años ochenta y de nuevo otra vez a partir de los noventa. Aunque la metodología de cálculo de un tiempo y otro es diferente, los autores señalan que actualmente (2005, pero así son las estadísticas…) padecemos una desigualdad del mismo nivel que la que existía en 1947 en plena dictadura.
Pero puede que nos interese saber qué está pasando en estos últimos veinte años con la participación del ingreso que tienen los más ricos. El siguiente gráfico es clarísimo al respecto: es el 1% más rico de la población el que se ha beneficiado del crecimiento reciente de la economía española.
La pregunta que nos hacemos casi sin querer en este punto es: ¿y de dónde obtienen los más ricos esos ingresos crecientes? Y en la respuesta tenemos la esencia de la crisis, la explicación de los rescates actuales y el reflejo de lo que es el capitalismo moderno. Ni más ni menos. Es algo que ya se había demostrado para Estados Unidos, Francia y Alemania, pero el siguiente gráfico lo resume bastante bien también para España.
Resulta que los más ricos (el 0’01% más rico, concretamente) ha visto crecer sus ingresos debido a dos factores: el crecimiento de los salarios y, sobre todo, el crecimiento de las ganancias de capital. Las ganancias de capital aquí son los resultados de procedimientos especulativos tales como comprar barato y vender caro títulos financieros (como acciones, por ejemplo). Por lo tanto su nivel tiene mucho que ver con el buen estado del sistema financiero y, por supuesto, con la existencia de oportunidades de inversión razonables (por ejemplo burbujas especulativas).
Cualquiera que ahora mismo tenga dudas que lo piense con tranquilidad. En momentos de euforia financiera, por ejemplo como en los años 2000 con las puntocom o en los años recientes con las subprime, mercados de futuros y demás, son los más ricos los que participan en ese festín. Los ingresos que de aquella fiesta se derivan recaen sobre los participantes, que son aquellos que pueden participar. Por supuesto la mayor parte de la población o no participa o lo hace en cantidades minúsculas (a través de humildes fondos de inversión, por ejemplo). Lo que se puede resumir en que: las finanzas representan a las clases altas de las sociedades modernas. Sus éxitos son los éxitos de los más ricos. Quizás así se entienda mejor el verdadero carácter de los rescates financieros a los acreedores de deuda pública o a los bancos.
Esto es algo que confirma el Banco de España a través de su Encuesta de Presupuestos Familiares (2007). El 40% de los hogares más pobres tenían un 6’7% de activos financieros sobre el total de activos, mientras que el 10% de los hogares más ricos tenía el 16’60%. Pero más aún: los hogares más pobres tenían el 60% de sus activos financieros depositados en cuentas corrientes en los bancos, mientras que sólo un 8’5% en acciones y un 27’80% en fondos de inversión diversos. El 10% de los hogares más ricos, en cambio, tenían sólo el 16’60% de sus activos financieros en cuentas corrientes, y el 32’40% en acciones y el 36’40% en fondos de inversión. Cada producto (cuenta corriente, acciones, fondos de inversión) proporciona diferentes rentabilidades, siendo las acciones y fondos de inversión los más rentables. Eso significa que cada año que pasa, y en ausencia de impuestos progresivos, los ricos se hacen cada vez más ricos porque invierten de forma más rentable.
Esto quedaría mitigado si existieran impuestos progresivos, es decir, que cuanto más rico es uno más contribuye a las finanzas públicas (dinero que se utiliza para proporcionar servicios «más baratos» al resto de la sociedad). Pero aunque eso es así en la teoría, en la práctica resulta que los que cobran más de 600.000 euros pagan un tipo efectivo del 27’4% y los que cobran 120.000 euros pagan un tipo efectivo del 30’2%. Y la explicación reside en que el sistema impositivo español hace que los ingresos derivados de ganancias de capital (de la especulación) paguen mucho menos en impuestos (entre el 19% y el 21%) que lo que son los ingresos derivados del trabajo (que es variable pero con un máximo aproximado del 45%).
Conclusiones políticas
En plata. La mayoría de la población cuyos ingresos provienen fundamentalmente de los salarios paga más impuestos que aquellos que tienen ingresos mixtos y realizan ganancias de capital. Además, en contextos de auge financiero mientras los salarios reales caen (entre 1995 y 2006 cayeron un 6%) las ganancias de capital se multiplican. Se incrementa la desigualdad y los mecanismos del Estado para redistribuir pierden efectividad porque los gobiernos (PP y PSOE) han desactivado la mayoría o los han deteriorado.
El sistema económico capitalista se caracteriza por tener una tendencia inherente hacia el incremento de la desigualdad (por el diferente lugar que ocupan las personas en la actividad productiva), pero el Estado tiene mecanismos para mitigar eso y evitar tanto estallidos sociales como crisis económicas. En los últimos veinte años tanto el PP como el PSOE han rebajado los impuestos, especialmente a los ricos, y han tolerado mecanismos de evasión fiscal como los paraísos fiscales. Eso ha dañado enormemente las finanzas públicas, dejándolas indefensas ante la crisis, pero también ha permitido que la desigualdad crezca sin límites. Los muy ricos se han hecho cada vez más ricos. Y por supuesto lo han hecho poniendo en riesgo el sistema en su conjunto, que finalmente ha terminado por entrar en crisis. Una crisis que ahora, paradójicamente, están pagando los que menos se han beneficiado de los llamados períodos de «bonanza económica».
Controlan los medios de comunicación, que son conglomerados financieros, y nos hacen creer que somos todos iguales. Pero es mentira, y los datos están ahí para quien quiera verlos. Sólo la presión social y la búsqueda de soluciones colectivas, previa concienciación de la situación, puede hacer que cambiemos el rumbo de esta sociedad.
esto no hay quine lo entienda
Solo queria hacer un apunte. En la grafica 4 muestras como el 1% de la poblacion pasa a controlar de menos de un 8% a un 11% de los ingresos. Eso, que es muy preocupante de por si, lo seria mas si se demuestra que no hay movilidad.
Quiero decir, ese 1% esta basicamente formado por las mismas familias que hace 25 anyos? O (lo que seria algo menos grave) es gente de fuera de ese 1% la que ha entrado porque se ha hecho rica con los avances economicos. De hecho, hay algun indicador objetivo que pueda medir esto?
Un saludo
Me gusta ver que te apoyas en artículos (doy por hecho que son de calidad) para sacar datos. Con estas cosas son con las que de verdad dejas a los políticos sin palabras en los programas de tele y radio. No sé si es que no pueden rebatir tus argumentos o si es que simplemente nos toman tan a chufla que ni estudian cómo está el asunto de verdad. Buen trabajo y gracias por ayuda para clarificar las cosas en la medida de lo posible 🙂
Ese es el negocio del muy rico. Ganar dinero en tiempo de bonanza y ganar aún más en tiempos de crisis.
Genial artículo, como siempre.
Gracias Alberto por iluminarnos con tus artículos bien elaborados y basados en estudios, todo lo contrario de lo que podemos esperar de la mayoría de políticos y tertulianos de los medios masivos, que tan solo escupen demagogia barata.
Gracias Sr. Garzón por volver a mostrarnos la socidad de cadente producto del neoliberalismo. A propósito ojalá obtengas plaza como diputado.Suerte!!
Buen artículo, pero creo que le falta un punto fundamental:
Las clases sociales no se definen solo por una desigualdad en la renta y la riqueza. De hecho, esa desigualdad es sólo el efecto: la causa es precisamente la existencia de clases sociales.
Y entonces ¿qué son las clases sociales? Pues es la diferenciación fundamental en la sociedad capitalista: los miembros de la clase trabajadora no tienen otro modo de subsistencia que vender (alquilar) su fuerza de trabajo, y los miembros de la clase capitalista, por el hecho de detentar la riqueza suficiente, viven precisamente de comprar esa fuerza de trabajo y emplearla en sus explotaciones, obteniendo un beneficio que hace que cada vez sean más ricos.
En plata: unos tienen que trabajar para vivir, mientras que otros viven (mucho mejor que los otros) sin trabajar.
Y ¿porque siguen existiendo las clases sociales y porqué siguen constituyendo la más importante tipología socioeconómica? Pues porque el capitalismo consiste esencialmente en eso, y en nada más.
En las democracias representativas-estados del bienestar conseguidos a lo largo del s.XX se ha tendido a considerar que era posible para los trabajadores llegar a ser capitalistas. De hecho, se da una considerable propaganda a cada ejemplo de «triunfador de orígenes humildes».
Pero la cuestión es otra: ¿sería posible que TODOS los miembros de la clase trabajadora la abandonaran?¿Podríamos TODOS realmente llegar a ser capitalistas o, si lo prefieres, ricos?
La respuesta, evidentemente, es NO. No, al menos, en el capitalismo. En el capitalismo para que haya beneficio, para que haya producción, para que haya economía, tiene que haber trabajadores asalariados. A pesar de las quimeras de algunos que hablan de «capitalismo sin trabajadores» (un poco sobre esto en http://escaiguolquer.blogspot.com/2010/10/capitalismo-sin-trabajadores.html)
Un saludo, y suerte para la campaña
Me confunden a mi y a otras personas el concepto de rico. Rico es solo ese 10% de la poblacion?
Pero si nos derivamos a los articulos diarios hay una inmenso grupo de gente que son incluidos entre los ricos, simplemente por ganar una cantidad de dinero respetable pero que estan a años luz de esa clase privilegiada.
Esa gente piensan que esto no va con ellos, pero no porque lo sienten asi, sino porque la inmensa mayoria de los articulos no se dirige a esa clase media que a pesar de no estar en el paro, de contar con ingresos aceptables sí desearia contribuir a crear un mundo mejor para sus hijos.
Se necesita a esa clase media que quiere un mundo mejor y mas transparente para alcanzar grupos sociales solidos.
Como bien comenta Escaiguolquer, el capitalismo se cimenta en el alquiler de la fuerza de trabajo y eso nos parece injusto porque favorece las desigualdades económicas. Por otro lado, hay que tener en cuenta no todas las personas somos iguales, hay quien se siente cómodo siendo un «mandado», quien sirve para mandar y otros para emprender. Hay quien emprende porque no le queda otra, por necesidad, y hay quien el riesgo de emprender le es innato aunque luego no sepa gestionar un negocio y esta fase la delegue en otras personas, más metódica, menos creativas pero más constantes.
Os hago una pregunta. Cuando una persona de clase trabajadora, entre las cuales me incluyo, se encuentra con un pequeño capital, de 30.000 euros por ejemplo ¿ que creeis que hace con él ?
a) No hace nada, lo deja en el banco a cambio de una vajilla.
b) Se compra un coche
c) Lo da de entrada para comprar un piso más grande.
d) Liquida las deudas que tenía.
e) Invierte en acciones / fondos de inversión.
f) Crea su propia empresa e intenta conseguir la independencia económica.
¿Datos PARA confirmar?. Es decir, que la conclusión ya existe antes que los datos. Los datos en todo caso confirmarán o no una hipótesis. Primero debieran ser los datos, y luego la conclusión y no al revés… Mecachis con la ideología.
Por si puede interesar, indico a continuación la entrada del blog de un amigo y Doctor en C. Económicas explicando lo mismo con otras palabras y otros datos (base en el índice GINI): http://jamendikute.blogspot.com.es/2012/11/aumenta-la-desigualdad.html