En España la campaña electoral estadounidense se ha podido seguir con notable dificultad. Es verdad que no han faltado minutos de atención mediática, pero sí ha faltado situar bien el foco. La mayoría de los medios de comunicación se han centrado, día tras día, en los aspectos más espectaculares y llamativos, tales como el uso ofensivo del lenguaje de Trump, más que en el aspecto sustantivo, como las propuestas económicas que ofrecían ambos candidatos. En la hipermodernidad, como la define con buen criterio Gilles Lipovetsky, lo que más llama la atención no es siempre lo más importante. Y en esas condiciones es ciertamente complicado hacerse una idea del por qué un multimillonario machista, xenófobo y engreído ha podido vencer en la contienda electoral.
Durante toda la campaña electoral, Donald Trump ha centrado su discurso en atacar al establishment político como responsable de la corrupción, de poner el dinero del pueblo americano en los bolsillos de las grandes empresas y de aprobar tratados internacionales que destruyen fábricas y empleos y deslocalizan el aparato productivo y la fuente de riqueza del país. En suma, de empeorar la vida de la clase trabajadora de Estados Unidos. Esta terminología que acabo de usar está literalmente extraída de sus discursos; no es una adaptación al gusto. En efecto, D. Trump no es un neoliberal al uso. No es Ronald Reagan, por decirlo así, y por eso un dirigente republicano como George Bush anunció no haberle votado. Si tuviéramos que encontrar alguna similitud tendríamos que retrotraernos al fascismo corporativista de los años veinte y treinta del siglo XX. Pero aun así, la duda asalta: ¿por qué ha ganado?
Sin duda las transformaciones económicas de las últimas décadas nos permiten entender mejor este fenómeno que, sin embargo, no es el único (el Brexit pero sobre todo el auge de la extrema derecha en Europa son fenómenos muy relacionados). En efecto, lo que hemos conocido como globalización neoliberal ha provocado transformaciones muy profundas en la estructura productiva y social de las sociedades occidentales. Esta globalización ha consistido, en general, en más competencia económica, cultural y política. Y ello ha producido una nueva división: entre ganadores y perdedores de la globalización.
Lo que ha ido quedando atrás ha sido el modelo keynesiano, con su Estado social o del Bienestar. En él los trabajadores y las empresas construían sus vidas en un entorno de certezas y de protección estatal, con una economía mundial altamente regulada en sus niveles financieros y productivos. Las reformas iniciadas desde los años setenta y ochenta catalizaron las transformaciones económicas, llevando a un incremento de la competencia en todos los niveles. La vida y el trabajo estable daba lugar a un contexto donde el concepto dominante es la flexibilidad. Vidas y trabajos cada vez más precarios, inestables, inciertos… ¡Hasta el carácter se corroe, como nos recuerda Richard Sennet!
Pero eso no ha afectado a todo el mundo por igual. Por ejemplo, las empresas y trabajadores cualificados más expuestos a la globalización han salido ganando porque han visto incrementar su mercado y posibilidades, mientras que las empresas y trabajadores cualificados otrora no expuestos a la globalización o los trabajadores no cualificados en general han sido duramente afectados como perdedores de la globalización. En el caso de estos últimos, con mucha dureza debido a la fuerte presión competitiva y al fracaso del llamado ascensor social –la posibilidad que tienen los nacidos en un estrato social bajo de aspirar a mejores puestos de trabajo y remuneraciones. Estos fenómenos se han dado en todo el mundo, en mayor o menor grado, pero han variado según las singularidades de cada país.
Ya de una forma relativamente temprana, en 2008, Hanspeter Kriesi y otros autores (West european politics in the age of globalization) supieron ver que estos fenómenos acabarían llevándose por delante el sistema de partidos en todos los países occidentales. Según ellos la paradoja política de la globalización estribaba en que aunque la causa sea global, la solución tiende a articularse a nivel nacional y en forma de cambios radicales en el seno de los partidos o, más probablemente, en nuevos partidos que aprovechan una «ventana de oportunidad» (en efecto, el concepto era ya ese). Según ellos los fenómenos económicos y sociales que se situaban al margen de los partidos –como la globalización- los obligarían a reconfigurarse en nuevas formas y relaciones y en torno a nuevos problemas vinculados a la división entre ganadores y perdedores de la globalización.
Por eso cabe descartar los análisis simplistas, vengan de donde vengan. No se trata de una simple pugna entre partidarios del libre mercado y partidarios del proteccionismo como tampoco lo es entre capitalistas y trabajadores, religiosos y ateos o nacionalistas y cosmopolitas. Hay un poco de todo, y requiere análisis serio. Por ejemplo, no es cierto que la clase trabajadora estadounidense haya votado en masa a Trump, porque entre otras cosas también los latinos y los negros son en gran medida clase trabajadora. Pero sí es cierto que el discurso de Trump ha tenido una conexión esencial con el mundo blanco del trabajo, el más afectado por la globalización neoliberal, y de donde ha extraído millones de votos. Pero ojo, no sólo se trata del mundo del trabajo puesto que también las grandes empresas otrora protegidas y ahora expuestas al mercado internacional están en las mismas posiciones. El caso de la empresa textil New Balance, cuyas zapatillas se han convertido para los anti-Trump en objetivo político, es representativo. Hay pocos sectores más interesados que el textil (empresarios y trabajadores) en reducir la competencia económica internacional con nuevas formas de proteccionismo económico.
Ahora bien, lo que tienen en común los quema-zapatillas y los analistas liberales es su falta de comprensión, cuando no directamente de desprecio, hacia la realidad de la clase trabajadora. Quizás revele una suerte de elitismo, o quizá de ignorancia, pero ese es, en efecto, el principal problema de la izquierda ante fenómenos como los que estamos viviendo.
Analistas liberales como Dani Rodrick han reconocido este hecho también desde muy temprano, sugiriendo que una globalización no regulada tendría como consecuencia directa el crecimiento de la rabia y la frustración social. No hace falta que me detenga en la obra completa de un pensador que es, subrayo de nuevo, liberal. En resumen, Rodrick ha insistido en que estas fuerzas desatadas serían incontrolables política y socialmente, y ha culpado directamente a la izquierda de no estar a la altura. Creo que, en este punto, tiene razón. También en los últimos días la socióloga Eva Illouz ha abundado en esta hipótesis. Según ella la llamada nueva izquierda se dedicó a temas importantes –imprescindibles, diría yo- como las nuevas demandas civiles de las minorías y del feminismo y ecologismo pero a costa de abandonar a los segmentos más desprotegidos de la clase trabajadora. Al cabo de un tiempo ésta parecía tener comportamientos inentendibles para una izquierda que, en suma, se había hecho élite. Esta denuncia es, a mi juicio, también correcta. Y es coherente tanto con la tesis de Ronald Inglehart sobre la desmaterialización de la izquierda (despreocupada cada vez más de las cuestiones materiales) como con la tesis de Owen Jones acerca del abandono que la izquierda ha sometido a los estratos sociales más bajos, los llamados chavs.
Nuestro país tiene una singularidad adicional, muy vinculada a la transición. A pesar de tener a uno de los movimientos obreros más fuertes de Europa, en España la izquierda abandonó en los setenta la prioridad de construir alternativa en el tejido social. En efecto, Santiago Carrillo desmontó la estructura organizativa del Partido Comunista y que hasta entonces se articulaba sectorialmente y con una fuerte presencia en los barrios populares. En su lugar dejó una organización estructurada en paralelo a las circunscripciones electorales, de tal modo que el mensaje era claro: lo importante eran las instituciones, esto es, presentarse con éxito a las elecciones. En aquellos años se sentaron las bases de una izquierda institucionalizada, dedicada casi en exclusiva a la gestión, y cada vez más desconectada de la realidad concreta de la clase trabajadora. Una clase que, además, se fragmentaba cada vez más como consecuencia de las reformas neoliberales de los gobiernos de los 70s y 80s. La izquierda, como estrategia, tendía a refugiarse en universidades e instituciones políticas. Mientras la realidad, por decirlo así, caminaba por otra parte. Naturalmente miles y miles de militantes mantuvieron su conexión con la realidad del pueblo y de la clase, y gracias a eso es por lo que aún existe izquierda digna de tal nombre en nuestro país.
En estos días nos han dicho que desde Unidos Podemos somos igual que Trump. Es radicalmente falso, y más aún en este punto. Desgraciadamente estamos lejos de llegar a la clase trabajadora realmente existente (y con este realmente existente pretendo desvincular la realidad material de la clase con la liturgia que acompaña todo llamamiento a la clase; ¡como si decir clase cien veces nos hiciera clase o acaso marxistas!). Alguno podría pensar que todo comenzó con la transición, pero no es cierto: el problema venía de muy atrás. En realidad, la izquierda nunca ha representado del todo bien a la clase que dice representar. Todos los datos empíricos señalan la profunda brecha que separa a la izquierda europea de la clase trabajadora (en cualquiera de sus acepciones, estrecha o amplia). Hay una fuerte relación entre los trabajadores que tienen conciencia de clase, esto es, los que ideológicamente se sitúan en la izquierda; pero la gran masa de trabajadores o bien pasa de la política o bien vota a la derecha. Y esto era tan aplicable al PCE de los ochenta como a Podemos o IU del 2014.
En nuestra España actual la cosa sigue igual. Aún hoy el 21,2% de las personas desempleadas vota al PP o Ciudadanos, el 11,7% al PSOE y el 18,7% no vota. Nuestro espacio político, Unidos Podemos, recoge el 13,4% de voto del conjunto de desempleados. Otro dato para la retina: el 20% de los votantes de Ciudadanos carece de ingresos. Podríamos abundar en otros datos, pero la sangre brota de la herida ya de forma suficiente.
La solución, en breve, no es representar al pueblo. Es ser pueblo. La solución no es que desde púlpitos acreditados, y tras debates escolásticos dignos de la autocomplacencia más pija, se propongan recetas mágicas para el juego de la representación institucional. La única forma posible de evitar la barbarie, sea en la forma de Trump, LePen o cualquier otra, es descender del reino de los cielos al reino más mundano de la vida cotidiana. Nuestro objetivo es convertirnos en conflicto, que es la cristalización de las contradicciones del sistema y de la globalización, y autoprotegernos y autoorganizarnos como clase, como víctimas de la crisis. La clase se expresa también en nuevas fórmulas discursivas y de tono, de la misma forma que tiene otras manifestaciones culturales que van más allá del indie y de la tribu hipster. Nuestra clase no son sólo los trabajadores de cuello azul, sino también las mujeres que realizan trabajos de cuidados sin remunerar o los jóvenes habituados a las nuevas tecnologías pero no al empleo. Por citar algunos ejemplos concretos. Todos ellos, todos nosotros, exigimos una izquierda a la altura del momento histórico. Unidad, organización y, sobre todo, praxis. Sin filosofía de la praxis seremos todos unos pijos sin utilidad.
Dice muy bien Cayetano, cuando apunta que todo lo expresado por él no da para medios generalistas.
Que hay que ser culto para poder transmitir en todos los ambientes
Pero ser culto, no es ser Culterano
Góngora era muy culto, pero no se le entendia un peñazo, cosa que si ocurria con Quevedo ó Lópe.
No creo que la victoria de Trump, tenga que ver con lo que decia Miguel de Unamuno, de que el pueblo solo acepta lo que implícitamente está dispuesto a aceptar.
Antes al contrario, el buen político como el buen showman, tiene que apoyándose en sus medios comunicativos, convencer al pueblo de que lo que´él transmite, es justo lo que el pueblo necesita
Trump es un showman, y tiene detractores y valeddores, que amplifican su show
Y su show es decir que America, volverá a ser grande, cuando echen a los chinos, los mejicanos y los negros y sus acuerdos de libre comercio
Y el americano medio blanco se lo cree y el trabajador negro también para que no le qquiten su puesto
Y todos esos le votan
Dice Alberto que hay que dejar de ser izquierda pija. Hay que dejar de hablar de Zicec y de Gramsci y de Kriesi y de Rodric y hablarle al pueblo (como decía Cayetano) de forma que el pueblo lo entienda
Y dice más. Dice que hay que dejar de representar al pueblo a través de los escritos de estos grandes pensadores y ser directamente EL PUEBLO
Yo creo que no. La solución no es ser Pueblo
El Pueblo, necesita a alguien que le de soluciones
Por tanto la solución es dar esas soluciones, siempre que sean factibles, efectivas y simples
Vamos, copiar a Trump, pero desde un punto de vista social, creible y realista
Y si no están capacitados esos lideres, dedicarse aa entrevistar en La Tuerka, tal como decía Pablo Iglesias, el otro dia: «El Congreso no manda, Hay otros poderes por encima que son los que mandan y que los podemos representar como EL IBEX 35. Nosostros no tenemos medios para enfrentarnos a esos poderes y hoy por hoy, el Pueblo cree más lo que dicen esos poderes que a nosotros, ergo, no debemos seguir engañando al Pueblo»
Saludos
Ser Pueblo, que dice Garzón, es lo mismo que decia Bruce Lee «Be water»
Pero el Pueblo, como el agua, que es lo más importante de este mundo, no son nada si no los saben utilizar y canalizar
El agua nace en las altas cumbres y si nadie le da utilidad, desemboca en el mar, (que es el morir, que decía Manrique)
Pero si se crean presas ó se canaliza para transformarla en regadío, tiene una utilidad. Genrar energía, producir cultivos, etc Y een el mar, que no es el morir, sigue cumpliendo una misión, siempre que haya, ingenieros, ó arquitectos (EXPERTOS), que la desarrolle
Al Pueblo, le pasa igual. Por si solo, es masa. Ahora bien, si se sabe utilizar es fundamental y si se utiliza mal, es letal.^Porque recordemos que los Grandes Dictadores no mataron a nadie. Lo hizo el Pueblo siguiendo instrucciones
Necessitamos , EXPEROS que sepan atilizar bien al Pueblo. ¿HAY ALGUIEN?
Saludos
Jose, la pregunta es mayor y los enfoques erróneos. Estamos hartos de oír o leer sobre las causas y orígenes de la Crisis, sobre similitudes con la Gran Depresión, los preliminares de la II Guerra Mundial, las coincidencias…. Pero dado que las coincidencias saltan a la vista y nos vemos abocados a dinámicas parecidas a los preliminares de la G.M., ¿no debiéramos cambiar el enfoque de la pregunta? Quizás sería más sano pensar, qué cosas ocurrieron tras la II G.M. para abrir la época Dorada; y por qué no fueron posibles antes, evitando el terror de la Guerra.
Bien es cierto que los pueblos hacen o consienten barbaridades, por comodidad, indolencia, impotencia… y más íes u acuerdo. Así vemos escasa reacción ante la fosa común mediterránea, que no mueve molinos más que cuando el stablishment agita las conciencias, colocándonos ante la cruel realidad.
Hoy sólo el stablishment cuenta con medios de opinión pública capaces de agitar conciencias, y no hay otro medio de agitación o filtro de la opinión pública mediática –secuestro de la colectiva- que presione a las particulares. Además de dotarse de medios de comunicación propios, sólo la vertebración de redes formales e informales y su movilización o agitación, permitiría responder a la agenda setting y su presión por suplantación de la opinión colectiva.
Dicha la preliminar, cuando Miguel de Unamuno decía que el pueblo sólo acepta lo implícitamente dispuesto a aceptar. Piensa que Unamuno era aquel de San Manuel Bueno Mártir, santo que servía al pueblo sin creer en Dios, porque el pueblo –según él- requería la Deidad. Ergo malinterpretas las palabras de Unamuno o bien pretendes que el pueblo acepte aquello a lo que implícitamente no está dispuesto (vitoreando la tiranía contra sí).
Jose, el pueblo quiere lo quiere –su bienestar- y está dispuesto a aceptar todas las alternativas factibles para ello, incluido el malestar de l@s otr@s y deterioro del planeta. Si conoces la serie «The Walking Dead», ves como la rivalidad no la es con los zombis (muertos en vida como el tercer mundo), sino entre quienes vivos compiten entre sí, algo parecido y tan descarnado está pasando.
En el discurso no es lo mismo el contra quién, si es débil o poderoso, si tú eres el débil o poderoso, o si vas a acompañar al poderoso para exprimir al débil.
El discurso alternativo es de solidaridad, centrando el ojo de la aguja o la viga en la distribución de las riquezas del poderoso, gritando parias del mundo uníos.
El héroe cambia, de cuando es norteamericano y salva cual redentor (Spiderman, Iron Man, Thor…), al héroe clásico europeo que es líder de una plebs luchando contra Dioses, Titanes, e Imperios (legendarios o históricos como el ibérico Viriato).
Date cuenta, un pueblo que no hace lo que implícitamente está dispuesto, sufre de tiranía.
Por lo demás, estoy de acuerdo en que no se puede confundir culto con culterano. Entre Góngora y Quevedo, prefiero al segundo y su Oda al pedo. No obstante es de reconocer, que los públicos minoritarios son necesarios, aunque ávidos de ahondar en temas áridos. Siendo a su vez necesario, traducir lo pretendido a quienes no son entendidos. Pues una idea no es social, hasta no ser querida por el general.
De lo dicho sobre «The Walking Dead» y la realidad que nos circunda, hemos de pensar que los cambios por venir, no versan sobre los muertos en vida –que tendrán palabra en el velatorio-, sino sobre el conflicto entre “los vivos”.
Reflexionaba sobre esto y la II Guerra Mundial, sobre la voluntad real de evitar una Tercera G.M. Pensaba en quienes dicen que no ganaron a Trump por no estar dispuestos a Sanders, que Rajoy gobierna por no estar dispuestos a gobierno alternativo. La pregunta era, ¿en qué cambiaron las condiciones políticas, sociales, empresariales, económicas…, que permitieron la época dorada tras la II Guerra Mundial? ¿Qué cambios drásticos se provocaron en las sociedades para que la miseria se convirtiera en abundancia? No debemos preguntarnos qué nos llevó a la II Guerra Mundial, sino qué permitió la época dorada tras ella; ¿por qué no fue posible antes de la Guerra? E intentar cerrar las dinámicas, ideas e inercias que las alimentaron. Identificar los obstáculos y políticas proactivas de entonces, así como los efectos de la Guerra sin reproducirla (incluida la economía de guerra), puede contribuir para con los parámetros de hoy, recuperar el pulso de la convivencia social y la Paz.
Un abrazo.
Cayetano, parecemos conjuntos disjuntos
Habitamos lugares comunes pero nunca nos encontramos
Y tienes razón en casi todo, pero yo hablo de otra cosa
Fijaté que el titulo del articulo es «Dejemos de ser pijos izquierdosos»
Y tu me hablas de Trump y de la III G.M. y de Superman
Y yo hago hincapié en que no se puede dejar de ser pijo, si cada dos por tres nombramos a Richard Senne, Eva Illouz, Ronald Inglehart, Owen Jones, que no se ni qquienes son, ya que yo me quedé en El Guerrero del Antifaz y El Capitán Trueno
Hace Gaarzón, mucho hincapié en qque debemos abandonar la institucionalización del PC, que estructuró Santiago Carrillo
Lleva varios artículos, mentado a Carrillo, de una forma ligeramente negativa
Yo que no soy comunista, lo único que recuerdo de Carrillo, es que era muy sabio, que no, inteligente, y que gracias a él el PC tuvo un lugar en las instituciones españolas, para lo cual tuvo que navegar en aguas profundas, peleando con la derecha que todavía tenía mucho poder (como ahora) y la derecha americana y aalemana, que iban configurando el nuevo Poder
Es decir, que chapó por D. Santiago
Alberto Gaarzón, ha escrito este articulo y se ha publicitado en eldiario.es.
Quieero resaltar un comentario de un tal «FelixelGato» que dice asi
«Hablar mediante arkanos, en los que cabe todo y nada, no creo que sea lo correcto
-Tenemos abundantes autoridades intelectuales, que nos explican las causas de las crisis sociales que -padecemos, pero muy pocas, que lleguen a preverlas y menos a solucionarlas.
-Los discursos deben dejarse de florituras.
-Es hora del BOE y de la Hoja Excell»
Nada que añadir
Un abrazo
Jose, es cierto que me salía del guión, pero fíjate por donde, para llegar al nº4 del que nos habla Felixelgato.
Si va calando que decreción de riqueza y acumulación de la misma, no sólo distancia más a ricos y pobres; sino peor aún, aumenta la competitividad entre ricos desembocando en Guerra. Llega el momento de poner en valor, que determinados discursos y políticas inexorablemente caminan a la Guerra por sus miserias preliminares, muchas de ellas –ideaciones y materiales – ya presentes. Cobrando vida un discurso sobre lo que contribuyó a la época Dorada, en unas condiciones objetivas peores, de postguerra.
Si las condiciones objetivas, materiales y humanas eran dramáticamente peores. ¿Qué hizo posible la época dorada? No se encontraban los obstáculos ni en los conocimientos, ni en la base material y humana, destrozada por la Guerra. Se encontraban en la dimensión social, de intercambio o relación, en los valores que regían sus inercias y dinámicas, que no fueron invertidos hasta encontrarse en economía de Guerra.
La faz de la Tierra fue cambiada totalmente tras la II Guerra Mundial, es el momento que permite hablar de antropocénico o antropoformismo, ¿qué permitió dicho giro en condiciones tan difíciles? Probablemente la economía de guerra con la acumulación de poderes ingentes al Estado para obrar dicha recuperación.
David Graeber en «Deudocracia: una historia alternativa de la economía», nos cuenta como en la antigüedad las cargas por deudas arrasaban poblaciones enteras, sumiendo en la esclavitud por pago a familias enteras o parte. Continua contándonos como la situación llegaba a tales extremos, que durante algunos períodos se provocaban grandes levantamientos y enfrentamientos armados. Y cómo, para solucionarlo se llegó a la implantación del año sabático, que en origen consistía en el perdón de las deudas.
Con ello no se plantea que sólo el perdón de las deudas nos saque del atolladero, aunque sí es condición sine qua non. Lo que sí se plantea es que de la Guerra sólo nos librará la misma acción que ella propicia; es decir, la preponderancia del Estado sobre cualquier negocio financiero, industrial… fundándose en el interés general de la patria. Acción preponderante con el ánimo de renovar, innovar o reinventar los países (como en la postguerra mundial), sin pretensión de estatalización de la economía –al respecto conoces la opinión personal sobre la democratización económica material y decisoria-.
Por ejemplo, qué propicio la descomunal inversión de un Plan Marshall norteamericano, con ello no se propone un nuevo Plan Marshall ante el proteccionismo de Trump o el librecambismo neoliberal. Sino que se pregunta sobre cuántos planes marshall se podrían impulsar desde Europa por ejemplo o Japón….
Algunos dirán que eso fue posible por la necesidad de reconstruir países totalmente demolidos. ¿Pero, es necesario demoler para renovar a los países, para innovarlos, para reinventarlos? ¿Por qué las políticas que anteponen al mercado requieren de Guerra para resolver el dilema? ¿Es posible superar dichas trabas para renovar, innovar o reinventar los países, sin necesidad de Guerra? ¿Cómo sería posible?
A gran parte de estas preguntas ya han respondidos las Guerras: con la primacía de los intereses generales representados en el Estado ante los particulares: financieros, corporativos industriales…, aunque en el camino algunas de estas corporaciones se beneficien. Porque lo planteado ahora, es cómo salimos del atolladero sin alimentar más a las furias mitológicas con nuestros pecados. Es curioso, que en la Guerra se encuentren las nociones de su némesis, que no se limita a negarla moralmente, sino a poner en marcha aquellos mecanismos que la misma permitió para recuperar las economías de la Depresión precedente y la demolición bélica.
Ha llegado el momento ante el ascenso de los neofascismo, las supremacías nacionalistas, la intolerancia ideológica o religiosa que fomenta la miseria y el desierto cultural, de proponer un discurso que hable claramente de lo que debemos visibilizar ya, para poder evitarlo.
Un abrazo.
Jose, por lo demás como siempre totalmente de acuerdo con el uso del lenguaje llano por Alberto.
Aunque dependiendo del público y medio, la profundidad y lenguaje puede requerir argot y referencias más sesudas, que son demandadas por dicha audiencia. Ahora bien, debe comprender que aún hablando en seminario o conferencia sobre marxismo, si el aforo es amplio y la transmisión es streaming, debe esforzarse por hacerse a sí todo pueblo y nada pijo.
Hoy poc@s se reconoceran carrillista -y sus prácticas no se reducían al institucionalismo-, nunca he conocido ha nadie que reivindicara la institucinalización. Pero más allá de etiquetas que atrincheran, lo cierto es que Carrillo impulso la territorialización de la organización ante su tradicional sectorialización. Y provocó dos fenómenos: uno nombrado por Garzón, la vinculación orgánica a la actividad institucional, siendo más patente en los pueblos; pero el segundo, quizás más fatídico y también coadyuvante a la institucionalización, fue la desvinculación, el aislamiento litúrgico e inercial de la organización respecto de su entorno.
Estuve mucho tiempo sin visitar a los sindicatos, y cuando me reencontré con ellos habían perdido todo el bullicio popular, ya no se respiraba sindicalismo en todos los que habitaban . Estaba en el mismo edificio, pero en el transitar se habían profesionalizado asépticamente, la mayor parte del personal no era sindicalistas, sino empleados, y perfectamente podría pensar que estaba en los pasillos de una Administración Pública. Eso no podemos permitirlo, ni en sindicatos, ni partidos de clase, ni allí donde debemos ser pueblo organizado.
UN ABRAZO.
Si no se trata de modular tu discurso en función del auditorio, sino ser claro
Hoy sale una entrevista en eldiario.es, de titulo «Tenemos un proyecto de país y el PSOE, no, salvo el de ser subalterno del PP»
Me la he leído, no toda, porque es un tocho de los que acostumbra últimamente y no encuentro en ningún lado, cual es su proyecto de País, y salvo decir que el PSOE se ha abstenido, tampoco encuentro los argumentos para denominar al PSOE subalterno del PP.
No se por qué pero inmediatamente relacioné este comentario con las inundaciones en los Paises Bajos y en principio no viene a cuento
Pero releyendo la noticia hoy, supe que en el año 1953 (igual que en siglos anteriores) una gran tormenta y una marea gigante, produjeron la rotura de los diques.
Inmediatamente toda la población holandesa se puso en común, para hacer frente a la situación. Además recibió ayuda de multiples países, hasta el punto de que la Cruz Roja holandesa, tuvo qque pedir que dejasen de prestar ayuda por colapso.
Pues bien, viene a cuento porque en vez de intentar buscar cosas en común, lo único que se hace desde la izquierda es demonizar al PSOE (Vamos, lo de vender el caballo)
Y por mucho sorpasso, que haya y mucho Paablo que se hinche como pavo real, UP seguirá siendo maarginal, sin pasar nunca de los 100 escaños que le harían vislumbrar una opción de gobierno y ese «TENEMOS UN PROYECTO DE PAIS»
Concretamente lo que decía Felix el Gato, Menos florituras y mas BOE.
Veo que no eres carrillista. Supongo que Santiago Carrillo, tampoco lo sería ahora, porque los tiempos cambian. Peero de ahí, a generar ssuspicacias sobre la malaa gestión que se hizo del Comunissmo, vaa mucho trecho.
Y veo que ves inexorable una III G.M., Efectivamente una guerra a gran escala, produce muchos beneficios (sobre todo a los que mandan) y se desarrollan nuevas tecnologías, que facilitan el bienestar de la población mundial. (A los que quedan)
LO que más me ha gustado dde toda tu argumentación, ha sido el final
UN ABRAZO, con mayúsculas. Te lo devuelvo
Ciertamente el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. El comunismo no siempre ha sido puesto en práctica bajo los mismos principios en función de cada momento histórico y, de hecho, el materialismo histórico dialéctico apuesta por neutralizar ese cambio temporal… Lo fundamental es tener las ideas claras respecto a unos principios de equidad y justicia social que, por ejemplo, Keynes supo instrumentar…
Seamos keynesianos…
Saludos
Jose, la pregunta sobre el carrillismo es ¿qué sentido tiene juzgarlo hoy?. Si debe haber un debate sobre contenidos, que algunos de ellos puedan ser identificados con carrillismo, no los limita a éste (sin Carrillo), ni los uniformiza bajo una etiqueta extinta.
Entonces, por qué resucitar al carrillismo, no es eficiente desde la perspectiva de dilucidar el debate, sino que promociona las trincheras nominales y adhesiones (que término más tunicado)uniformizadoras, en lugar de la contraposición de contenidos.
Si nos ponemos a juzgar y sentenciar sobre la historia del comunismo español, peor aun sería lo de Bullejos.
Pero la pregunta seguiría siendo la misma ¿qué sentido político tienen esos juicios? o dicho de otra forma, como no parece lógico, quizás la pregunta sería ¿qué se consigue al desvirtuar el debate tan laxamente?.
Cabe la posibilidad -desde el desconocimiento- que dichos juicios respondan a la clasificación de una etiqueta laxa, que por laxa englobe a tod@s l@s que sean críticos con las posiciones de Alberto. De manera que sólo tenga que responder a l@s hereder@s del carrillismo -l@s otr@s-, desde el nosotr@s sin atender a la diversidad, reduciendo el debate a términos más favorables.
UN ABRAZO.
Jose, no veo inexorable la III G.M., seguro me he perdido farragosamente. La pregunta o propuesta era ¿podemos poner en marcha los medios, las políticas y superar los obstáculos provocados por la Guerra, pero sin ella?
Dicho en tus palabras, podemos recuperar Holanda -la economía internacional -, sin necesidad de catástrofe humanitaria.
Invertir la inercia y dinámicas actuales impediría un futuro distópico, tú bien lo has dicho hablando de Holanda.
Un abrazo, con vosotros me siento acompañado.
Jose, respecto a la marginalidad por miedo de UP, es un proceso que atravesó AP. En su camino, primero se coaligo con PDP, UL…, despues se refundarón en PP, liderándolo Aznar, que en su 2ª oportunidad consiguió el gobierno, tras 14 años continuados de gobierno PSOE.
Pero los tiempos no son los mismos, son más acelerados y no tienen necesariamente que ser lineales y progresivos.
Lo correcto es actuar de forma, que nadie pueda excusar su marcha o posición por la que ocupemos. Ofreciendo toda la comprensión del mundo, como hace Carmena.
No veo necesidad de anunciar lo evidente, el Cid lo era porqué las gentes lo nombraban tal, no porqué el se autonombrara Cid. No veo a Lenin autonombrarse tal, sino llamarse Vladimir, serían las gentes quienes le llamaran Lenin. Con ello quiero decir que no veo necesidad de nombrar un ser o su némesis, sea la propia o de adversario potencialmente amigo. Creo que lo inteligente es abrazar lo que se comparte con las gentes y que sean éstos los que nombren con quién se identifican y su antagonista. A veces, la insistencia en dictar al pueblo o parte del mismo sus definiciones, puede provocar el efecto contrario; sobre todo si no cuentas con medios propios de opinión colectiva o pública, y éstos en principio tienen propietarios no amig@s.
UN ABRAZO de los grandes, mayúsculo.
Lo que esta claro es que el pueblo ha dado la espalda a la izquierda. A esa izquierda enferma e infantil como la llamaba Lenin. Hablo de la socialdemocracia. La izquierda ha fracasado porque no cree en el pueblo como comunidad popular. El pueblo no es una masa de individuos aislados e internacionales, que solo se relacionan economicamente. El pueblo es un conjunto de individuos unidos por vinculos familiares, culturales, historicos y etnicos. Y ese pueblo se asienta en un territorio al que llama Patria. Los distintos pueblos poseen unas identidades diferenciadas que la izquierda siempre se ha empeñado en destruir en aras de una supuesta igualdad de piruleta.
Garzon habla de la globalizacion. Y creo entender que la presenta como el principal adversario. Ahi lleva razon. Pero el problema es que la izquierda siempre ha sido internacionalista, y por tanto globalizadora. No se puede ser de izquierdas y estar en contra de la globalizacion. Como tampoco se puede ser de derecha-liberal (vosotros los llamariais nazi-fascistas reaccionarios) y no apoyar el libre transito de mercancias y la deslocalizacion de empresas.
El libre transito de personas a traves de fronteras es un instrumento de la globalizacion. Y este supuesto derecho lo defiende la izquierda con sus «papeles para todos», «nadie es ilegal», «bienvenidos refugiados». Deberiais saber que la llegada masiva de mano de obra poco exigente implica bajada de salarios , colapso de los servicios sociales y aumento del desempleo. Esto viene muy bien a los empresarios de la globalizacion. La Elite Globalizadora tiene dos manos, vosotros solo sois la mano izquierda.
La victoria de Trump, supone una dura derrota de para la globalizacion. Lo fue tambien el Brexit. Y la proxima sera la victoria de LePen. Es el momento de la Identidad.
Os recuerdo que afortunadamente el comunismo lleva en el basurero de la Historia unas decadas. Y es queesperanza del comunista es como la del suicida que despues de haberse tirado 8 veces por un puente y tener todos los huesos rotos, piensa que a la 9 va a tener una experiencia placentera.
Creo que lo has expresado perfectamente, los tiempos han cambiado y es necesario saber adaptarse a este complicado escenario económico social que tenemos en estos momentos…
Saludos
Creo que lo dice muy bien Mark
Los tiempos han cambiado
La masturbación en si no es mala
El Comunismo en si no es malo
Antes al contrario, creo que tanto la masturbación como el Comunismo, aportan soluciones a problemas físicos y sociales
Pero esas dos palabras, las han desacreditado de tal forma que cada vez que las escuchamos, las relacionamos con cosas nefastas, negativas, perjudiciales.
Si hacemos una encuesta, más del 75% de los encuestados, darán una opinión negativa sobre esas dos palabras..
Pablo Iglesias ha adoptado el Comunismo por bandera en su último cambio de comunicación. Asi lo expresan sus puños levantados y su adopción del gruñon triste
Alberto está en la misma línea (siempre ha estado)
Eso está muy bien para convencer a sus seguidores y no engañarlos, pero no sirve para nada si quiere gobernar.
Cayetano es Comunista (con mayúsculas) y tiene claro que quiere un mejor reparto de la riqueza y el fin de la desigualdad social
Yo no soy comunista y quiero un mejor reparto de la riqueza y el fin de la desigualdad social
Cayetano, creo que es republicano. No entiende que nos gobierne una persona por la gracia de Dios
Yo soy indiferente y me da lo mismo quien gobierne si lo hace bien y no roba.
Ahora mismo, quienes nos gobiernan nos roban
Pero dudo mucho que cambie el gobierno si la presunta oposición, en el dia de la Apertura de lass Cortes Generales, se dedican a amenazar con insultar gravemente a una niña de 11 años y a su hermana.
Creo que ese 75% que no les gusta la palabra Comunismo, va a subir a 84%
Total que asi no venden el caballo
Lo único bueno que ha parido la Bescansa, ha sido ha su niño. A partir de ahí, todo paridas. ¡¡¡¡Y mira que la tia es válida¡¡¡¡.
Hola D. Mariano; Hola D. José
¿Pasó por el Parlamento??. En el Parlamento me quedé (otros 4 años)
¿Vió Vd. al Iglesias?. Al Iglesias yo no vi. Ni al Garzón, ni al Domenech, ni…..
Adios D. Mariano. Adios D. José
Saludos
Jose, no puedo creer que a estas alturas y siendo español, por lo que te conozco de estos lares, tú medida sea bueno y malo. Acuerdate de donde éstas, y verás como la mayoría no entiende de bueno y malo, sino de interés. Plantearlo desde el valor moral o ético no corresponde con nuestra realidad, sea en mayor o menor medida que aquí o allí, aunque debamos usarlo como guía.
Me alaga que nos compares, pero métodos a parte mis mayúsculas coinciden con tus objetivos. Pero me preocupa sobre todo que la desigualdad y el empobrecimiento, parten de la decreción de riqueza material y productiva (no nominal, medida del PIB). Llevando a much@s a la miseria, guerras, diásporas y muerte (siendo atípico al preocuparme más o vincular la creación de riqueza a su reparto, y no acentuar el reparto o la desigualdad, sino como derivadas).
Por lo demás, los nombres, sus etiquetas o nominaciones no serán quiénes provoquen el cambio, ni quienes lo obstaculicen, por encima de su manipulación proactiva o no. Las gentes cambiaran de propuestas institucionales o políticas, si identifican a instituciones o políticas como obstáculos a sus intereses y encuentran otras alternativas. Pero serán sus intereses plasmados en proposiciones o propuestas quienes colisionaran o no con las instituciones. Como muy bien ha explicado Garzón, la Revolución rusa se hizo bajo el lema de Pan y Paz, la caida de los zares fue producto de su posición. De hecho, muchas monarquías del Antiguo Régimen cayerón por blindarse junto a los estamentos privilegiados, frente a la burguesía y el resto del estado llano.
Hoy no he prestado ninguna atención al asunto, he visto algunos minutos entre las Mañanas de 4 y al Rojo vivo, pero lo apague.
Sin embargo, ahora que me haces pensar tú sobre la cuestión, recuerdo lo dicho por una tertuliana, que UP conseguía colocar en el foco mediático la República y a ellos mismos. Pero por lo poco que he escuchado, creo que han llegado más lejos, pues han expuesto al público el arco institucional de la Restauración. Con un rey que ha bendecido (término usado por UP), la alianza del que llaman partido del orden o triple alianza. Por ello han puesto el acento en que el rey ha descendido a la arena política.
Personalmente si fuera el rey, habría tenido más cuidado en mi discurso, para no dar pié alguno a interpretaciones de ese tipo, valorando positivamente los acuerdos (sean señalando sólo al PSOE por generosos, o a las tres conjuntamente) que han permitido éste gobierno e inicio de legislatura.
Por lo demás me ha preocupado lo que dices de insultos y amenazas, escuchare los telediarios de las 15:00 a ver que dicen.
Estos tiempos no son de estabilidad y quietismo, pese a que gobierne el PP, hemos asistido a sus dificultades y vemos como no se ha cerrado ningún ciclo político -aunque en principio se ha terminado el electoral-.
La Corona el mayor valor que tiene en España es el intermediador y para ello requiere de ser escrupulosamente neutral, y si acaso pringarse con los desfavorecidos, lo de la anciana quemada por pobreza energética clama al Cielo. Sobre todas las cosas deseo un nuevo país en prosperidad y progreso para todos, en equilibrio y respeto con su hogar natural, este planeta que nos da cobijo.
Abrazos.
Cayetano, no se como empezar, porque tocas tantos frentes que me lio
Yo había escrito mi comentario muy concreto
El Comunismo, nunca tendrá opción de gobierno en España, porque en el 75% de la población, se le ha inculcado desde chiquitin que es algo malo
Si a eso añado las desafortunadas declaraciones de Bescansa hoy, sumo un 9/10% más y llego al 84%
(No se si lass desafortunadas declaraciones han sido recogidas en Telediarios ó Terrtulias, pero en Público, lo puedes leer. Y en MSN EL confidencial, etc
Entonces no es un tema de buenos y malos sino de saber si se quiere gobernar o solo tocar los propios.
Porque si sse quiere gobernaar hay que intentar dirigirse con ideas claras al 1100% de la población, para qque una inmensa mayoría las secunde
Dice Garzón, (ssegun el articulo que comentamos) que hay qque huir de la izquierda pija
Yo no sé pero que Pablo Iglesias dijera en el Congreso hace ya bastantes fechas, que a la Monarquia y al PNV, les une la Cruz de Borgoña.
Yo no se si lo dijo para demostrar lo culto que es, para demostrar lo torpe que es Albert Rivera ó yo ya que mi incluyo en ese desconocimiento y sobre todo no se a que viene sino a una boutade, a las que nos acostumbra Pablito
Y para mi eso es pijerio
Me da que pensar que profesores excelentes en Políticas, luego son muy malos políticos, si tienen la suerte ó la desgracia de demostrar sus aptitudes y actitudes een el Parlamento
Porque aal Parlamento no ssee va a dar clases magistrales sino a resolver los problemas reales de los ciudadanos y para eso necesitamos qque tanto en el Gobierno como een la Oposición (más si cabe en la Opossición), demostremos capacidad para resolver problemas y no para crearlos
No he oído (TODO) el discurso del Rey, perro en 21 minutos ha intentado ser conciliador tocando todos los palos que el escritor le ha escrito
El escritor suele ser el Gobierno, asi que no esperes que Feelipe VI diga qque el PP es maalo y UP bueno, Haa dicho que gracias a laa generosidad de algunos, ahora se puede empezar a gobernaar y A HACER OPOSICION.
Tu sabes que yo hubiera preferido ir a 3ªs elecciones, pero la realidad es que el PSOE se ha abstenido
Pensando seguramente qque ssi hubiera ido a terceras, hubiera sido peor para él.
Pero no nos engaañemos. Era ahora PP ó luego PP con más votos
Ö tu crees que UP iba a dar ese anheelaado ssorpasso y pasar a 176 escaños
UP con sus tonterías está dando de bajas a un monton de votantes no convencidos del todo. Y con sus peleas internas, más de lo mismo. Y con sus incoherencias (Espinar dixit) más de lo mismo
¿¿¿Por qué las encuestas dicen que los desencantados del PSOE (entre los qque me incluyo) no van a dar su voto a PODEMOS???.
Y terrmino como empecé
Mark decía que habia que cambiar
Yo cuando pienso en cambio, pienso en la izquierda real. Cambio para bien. No Lampeedsiano
Y si seguimos asustando con el Comunismo, ese cambio no se producirá
Porque los laampedusianos, cambiaran lo que eelloss qquieren para no cambiar nada.
Estamos en un mundo global
En China hay 200 millones de Multimillonarios. Los principales paatrocinadores de los equipos de futbol, españoles y extranjeros, son chinos ó árabes.
Los negritos que piden limosna en el semáforo de mi esquina, tienen su teléfono móvil con el qque llamar a su familia de Senegal y decirles qque se vengan que esto es jauja
Como le vas a decir a ese negrito que abrace el Comunismo?????????
Pidamos reforma fiscal, laboral y educacional, pero no lo pidamos en nombre del Comunissmo porque echamos para atrás a los negritos y a muchos blancos (Incluidos loss qque votan a Trump)
Un abrazo
Jose, sigues usando las etiquetas como barreras o palanquines. Cualquier terminología se valorará en función a los significados del momento. Replanteémoslo, más vilipendiado está el fascismo o nazismo y resulta que en la Francia republicana son una opción seria a la presidencia, la jefatura del Estado.
Dices que soy comunista, pero hay tant@s como economistas, podríamos llegar al extremo de Groucho Marx con eso de jamás sería partidario de un partido que me aceptara. Por ejemplo, sabes que no soy amigo del estatismo, aunque comparta con los keynesianos la necesidad de la intervención directa y regulatoria del Estado. Creo que sólo una economía hegemónicamente determinada por la democratización del proceso de producción e intercambio (infraestructuras y medios de producción), puede alumbrar una sociedad con inercias que fomenten otros valores.
Que l@s dirigent@s de UP sienten la necesidad de mostrar su preparación y pericia, ante la profesionalidad experimentada del resto, puede ser motivación de elitismo académico (junto a la deformación de sus actividades propias). Pero en el caso de Iglesias y otros dirigentes, Alberto también se está esforzando, precisamente se definen por la claridad, siendo excepciones los términos de argot o expresiones culteranianas .
Que los EE.UU. tras colocar como cabezas de puente a Alemania y Japón(usando el modelo: fabricas tú, importo yo, comprás mis dolares y deuda), cambiaron socio principal en Asia colocando a China, lo sufre desde hace tiempo la economía nipona.
Jose, denoto que anímicamente estas cargado (dirían los argentinos). Tómate las cosas con calma aunque sean sangrantes. Se consciente que a nuestra edad hacemos lo que podemos, y aunque estuvieramos en nuestra plenitud, no podríamos -ni deberíamos- contra el mundo. Seguro que nos deboraría, se ha tragado altas torres y castillos, ni las murallas chinas pudieron con él. De verdad, toma distancia anímica, es necesario para poder aportar, es una más de las paradojas dialécticas de la vida, sé que es difícil por experiencia. Un fuerte abrazo, te aprecio y valoro.
Jose, al parecer la mención que haces: «se dedican a amenazar con insultar gravemente a una niña de 11 años y a su hermana.»; se refiere a un twit de Bescansa -según he visto el telediario de Antena 3-. En este twit de Bescansa, me da la impresión de que pretende ridiculizar y denunciar la campaña de insultos y amenazas que recibió ella, por ir con su hijo al Congreso, utilizando para ello una interposición, es decir, cambiándose de lugar con la reina. Utiliza a la reina y sus hijas, para denunciar la hipocresia sobre la presencia de una madre acompañada de su o sus hij@s a una sesión del Congreso.
Como decía Marx, los cambios son lentos para que podamos reirnos al mirar atrás. Por encima del protocolo, daba pena ver al hijo de Trump como se dormía de pie. Imagino lo tedioso y horribilísimo que debe ser para un niñ@, soportar una sesión del Congreso, si es de boato más aún, o cualquier acto protocolizado, estirado, tieso, quietísimo, encorsetado, rígido, solido, «perfecto» como lo cristalizado. Debe ser una auténtica putada para cualquier crí@, y debiéramos eximir a l@s niñ@s de ese tipo de actos. No pienso que se eduque martirizándolos, al precipitarl@s en la rigidez del estiramiento protocolario, creo que los padres aunque no pueden manifestarlo, lo agradecerían.
Cuando Bescansa llevó al niño, creo que lo destacable era la demanda de compatibilizar trabajo y maternidad ( no sólo partenidad). Ahora que sacas el tema y tras pensar algo en él-coincidiendo con la imagen del hijo de Trump durmiéndose de pie-, creo que se debería eximir a l@s hij@s de gobernant@s o jef@s de estado de participar en actos protocolarios, por respeto a su infancia.
P.D. me extraña que hayas sacado las cosas de contexto al interpretarlas, sólo se explica desde lo anímico, sueles ser templado. El jefe del Estado hasta el momento ha sido escrupuloso, creo que lo ocurrido ha sido un desliz, e imagino que a éstas alturas la Casa Real ya se habrá percatado.
Abrazos.
He visto en una revista que han salido unas gafas que se llaman estenopénicas (viene en interrnet)
No tienen cristal sino una lamina plástica reticulada con agujeros
Puestas, te obliga a enfocar la visión a través de los distintos agujeros con lo que ejercitas los musculos ópticos y mejoras la hipermetropía, miopía y astigmatismo
Yo como tengo miopía de 1,5, me las voy a comprar.
Ahora resulta que si uno de los buenos, lleva a su niño de 4 meses al Congreso de los Diputados, es bueno, y si uno de los malos lleva a su hija de 11 años (Futura Reina de España, si UP no lo remedia), que además sabe a qque va y lo hace contenta e ilusionada, es malo
Venga ya, Cayetano, Pues si debo estar cargado (qque no se lo qque significa). Pero claro, si los que presuntamente me deberían representar, hacen el gilipooooo (que diría Krahe), y dan síntomas de estulticia, pues me j.d. Perdón, me carga
Un abrazo con gafas
Perdona por mi exabrupto. Y a me he reconciliado contigo
La causa
Me he acordado de Javier Krahe. He visionado «Marieta» y «Cuervo ingenuo» y he recuperado la sonrisa
Por cierto Felipe Gonzalez, va a hacer campaña en contra de Susana Diaz para la Secretaría del PSOE.
Lo ha dicho hoy
Hombre blanco, hablar con lengua de serpiente
De todas fromas lass gafas, creo que nos hacen falta a los dos
Valen 42 €. Yo las compro y si me van bien te las presto
Jose, primero la masturbación, ahora gafas estenopénicas (que son estenopeicas), es lógico cuando se está hasta los cojo.es (cargado en español es cabreado). Camilo José Cela decía que los tacos -y seguro que el sexo hipersimbólico o compartido- ayudaban a sobrellevar la vida -cosa que comparto-.
Lo que te digo por encima de las cuestiones, es que no te afectes hasta cambiarte el carácter, que esas circunstancias de ser posible no te apresen (parafraseando inversamente a Ortega y Gasset), perderíamos tod@s.
No divido la vida entre buenos y malos, creo que tú tampoco. Jose no sé como iba la cría, ni la idea que le habían comentado, ni sé si lo paso bien. Sé lo que ví en el telediario de A3, la chiquilla se indispuso y Leticia tuvo que sentarse con ella (me pareció un golpe de tos), después resaltaron que se recupero y trago todo el protocolo sin problemas, incluido el desfile de las tropas (mucho rato de pie en posición de firmes, quieta, la madre continuamente recordándoles donde tenían que ponerse).
No digo que sea malo que lleven a sus hijas, ni digo que sean malos ell@s, sólo digo que al hilo de la reflexión planteada por tí, pienso que debían de eximir a los críos de éstos rollos, sean princesas o infantas o …
Es más, pienso que los padres lo agradecerían y no creo que la monarquía se fuera a resentir por ello. Partiendo que dicha cuestión no está en manos de los padres, sino de los protocolos y artificios del mundo político e institucional.
No le des más vueltas, tampoco es tan trascendente. Cómo decía, Felipe es más jodido lo de los 500.000 escolares y la revalida, aunque se le olvidará la anciana que murio quemada por pobreza energética… .
Abrazos, y las gafas nunca están de más.
«El único vicio que no puede ser perdonado es el de la hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es hipocresía en sí misma»…
(William Hazlitt)
Y nuestros políticos son muy hipócritas…
Saludos
Mark, no te quito la razón, y además reza la cita de hipocresía como vicio. Pero, imagina por un momento un mundo libre de hipocresia, en que todos pudieramos leernos los pensamientos ¿qué ocurriría?.
Lo que más daba repeluz de los credos religiosos -hoy se ha dejado atrás, en algunas creencias-, era precisamente el pecado de pensamiento, igualado al de palabra, acción u obra. No creo que debamos juzgar al pecado de pensamiento y aunque pudieramos leerlo, debe ser de los bienes a la intimidad, el más celosamente protegido.
No es la hipocresia lo perdonable -pecable- sino la palabra que justifica los hechos, acciones u obras.
Abrazos.
Estamos de acuerdo…
Aunque la mayoría de los políticos dicen una cosa en campaña y luego hacen otra, o mucho peor aún, no hacen nada de lo prometido…
Un cordial saludo
Mark, tienes toda la razón. Ya ni siquiera extraña, no que hagan algo distinto sino justo lo contrario de lo prometido, porqué nos tienen acostumbrados.
Abrazos.
La asistencia a la Marcha por la Dignidad del pasado sábado en Sevilla, que según el ABC-única información- supero las mil personas, debe ser motivo de reflexión. Al parecer era una manifestación centralizada a nivel autonómico, y la asistencia a la misma teniendo en cuenta el nº de organizaciones convocantes (entre ellas IU, SAT, SOC, frente cívico…, fue muy reducida).
Algo se debe estar haciendo mal. La caida de la movilización puede indicar que mientras las direcciones han adoptado discursos y prácticas puristas, la mayoría social en su dirección, no coincide con dicha vanguardia. Podría ser que, ésta vanguardia, es tan avanzada que deja atrás al pueblo; pero siempre pueden buscar argumentaciones para explicarlo, sin cuestionar los ejes del carro que chirrían.
No es una cuestión de siglas, sino de políticas y mensajes, de formas de entender y hacer la política, en cada una de las siglas y también en las de IU. En momentos peores pero con las ideas claras, IU en solitario convocaba manifestaciones al estilo, de al menos 5.000 manifestantes.
Qué ha ocurrido: 1º que te quitan el caramelo y coloquen el palo de chile picante del Padrón Rajoy; 2º parece que hay desorientación sobre el futuro, no ya de las siglas, sino de las identidades construidas en torno a ellas.
Es decir, de las ideas y culturas políticas que como decía Marx no viven sin organización. De forma que a la Crisis de desmoralización por gobernar Rajoy, se le suma la crisis de identidad por no saberse que rumbo toma quien dirige la barca (como la canción de eurovisión).
La suma de la desilusión unida a la desorientación, podría explicar la escasa participación en una manifestación simbólica como la de las Marchas por la Dignidad, de toda Andalucía en Sevilla.
No sé si será un problema de pijerío, de carrillismo, de vanguardismo, de culteranismo… y por parte de quién; pero parece que nos hemos separado de la mayoría social, cuando en Andalucía solo asisten a Sevilla poco más de mil.
Son cosas que pasan sin pena ni gloria, pero que son el pulso a la situación subjetiva, son la exposición a las inclemencias y excelencias de sacar las teorías de los invernaderos al ponerlas en la práctica ( parafraseando a Mao). El problema es que de ser así, la posición que han adoptado todas las direcciones ha sido una huida hacia adelante, pero las huidas aunque sean adelante te llevan atrás.
Un cordial saludo.
Ayer vi en El Objetivo de Ana Pastor, a Juan Carlos Monedero, debatir con otros políticos de los 3 partidos restantes.
Me dejó una sensación de estar intelectualmente por encima de los otros ponentes
De pequeño, cuando yo iba para seminarista, me gustaba recitar las letanias
Habia una que me gustaba especialmente, aunque, al estar en latín, no sabia lo que significaba «Turris ebúrnea»
Saludos
Por cierto, que Arrimadas, le preguntaba a Juan Carlos, porque UP, no proponía ideas para generar puestos de trabajo, y Monedero, ni se dignaba contestarla, por considerar la pregunta estúpida, ya que denotaba que no se habia leído el Programa de UP
El establishment no son empresas como New Balance. El establisment son los grandes inversores, bancos, fondos y otras entidades financieras que especulan en Wall Street. Hillary Clinton prometió a los representantes del establishment estadounidense favorecer sus intereses. Hillary Clinton es multimillonaria, proisraelí y partidaria de la guerra. Era Secretaria de Estado cuando la OTAN bombardeó Libia con los resultados que todos conocemos. El establishment se manifestó y actuó decididamente a favor de la candidata demócrata y en contra de Trump, pero cometió un error de cálculo… y perdieron las elecciones. Ya solo les queda «que parezca un accidente!». Por cierto, un tercio del electorado latino votó a Trump. En Europa, ¿quiénes canalizarán la rabia y la frustración social por el más que obvio empobrecimiento de la clase media, la izquierda antisistema o la extrema derecha?
Ciertamente tienes mucha razón, y tu pregunta final lo deja claro…
Saludos
@Mike Asua, la disyuntiva que planteas no es exactamente tal. Desbrocemos el origen o ejes discursivos del populismo de extrema derecha, veremos, como no podía ser menos, su lógica de suma y resta. De interpretar que todo avance del otro, sea comunidad o pueblo distinto, país o persona foránea, produce pérdida directa para nosotr@s. Desde ahí se promoverán mensajes y políticas racistas, crueles e inhumanas con quien no es parte de la tribu o comunidad; y alentarán la reconstrucción de las barreras legales y físicas, como los muros o las vueltas al proteccionismo.
Pero éste sustrato ideario no sólo fermenta las propuestas del populismo de extrema derecha, sino también de la derecha convencional, como vemos en las propuestas de Sarkozy, Trump o últimamente de los conservadores británicos… ¿Por qué está ocurriendo?
Simplemente porque al no repartir los avances en productividad tecnológica, no se alimenta el consumo de nuevos productos o servicios, saturándose los mercados existentes e impidiéndose la creación del destruccionismo Shumpeteriano. Impidiéndose la valorización del Capital-Trabajo por el acceso de clases medias y trabajadoras a áreas de cuidados y recreo antes prohibitivas para ell@s. Es decir, la visión que rompe con el hilo fordista de repartir la productividad tecnológica, que permitiera el acceso a nuevos servicios, como ya ocurrió con la educación, sanidad…., es la que comparten las derechas sean extremas o convencionales, primera o segundas opciones del stablishment, en defensa de su estatus quo suicida.
El stablishment económico se resiste a la redistribución de la productividad tecnológica, a permitir el acceso a mayor bienestar de las clases populares. Con ello imposibilita la valorización del capital, el porqué de la Crisis del Capitalismo. Y al mismo tiempo, ésta incapacidad de valorización tara al destruccionismo creativo Shumpeteriano. De forma que nos movemos no en ondas largas que prevean estabilidad, sino empobrecimiento por destrucción del Capital, entendido como el conjunto de factores que intervienen en la producción, de ellos el humano o trabajo como base y fundamento del valor.
Sin lugar a duda la correlación de fuerzas políticas desfavorable a la distribución del avance tecnológico, para la mayoría social es un factor determinante a desbloquear.
Así vemos como el discurso del populismo de extrema derecha, como en los años anteriores a la II Guerra Mundial, cala dentro de las formaciones de derecha y socialliberales, ganando cada vez más espacio dentro de las mismas.
Por ello, el stablishment optó por Clinton en lugar de Sanders, pese a que estaba mejor situado frente a Trump. O en Francia han optado por François Fillon ante Lepen, pese a los riesgos que entrañan para la UE.
En realidad el stablishment o parte del mismo, han optado como ya ocurriera antes de la II Guerra Mundial por las fuerzas convencionales de la derecha o por el neofascismo como mal menor, antes que permitir el ascenso de fuerzas que planteen la redistribución del avance tecnológico.
Por eso, tanto el discurso de la derecha extrema o convencional, parte del discurso de la resta, del quita, de ver al prójimo como enemigo combatiente por unos bienes cada vez más escasos. El stablishment y sus representantes nos han llevado a la escasez y continuará creciendo. Mientras no seamos capaces de intervenir en sus contradicciones y concienciar a las mayorías sociales, de que la resta siempre mengua, aunque se le quite al vecin@. De que sólo el reparto de beneficios de la productividad tecnológica permitirá el acceso de las clases populares a mayores niveles de bienestar social, político, económico, cultural… y devolver al Capital una valorización positiva desde la perspectiva productiva y no especulativa.
La lucha de las izquierdas, debe centrar sus esfuerzos en la colaboración de todos los agentes institucionales, formales o no, sociales, económicos, que apuesten por la redistribución de los beneficios por avances tecnológicos al conjunto de la sociedad.
El discurso de las izquierdas tiene o debería tener un eje distintivo respecto a la derecha extrema o convencional, el reparto de los avances por productividad tecnológica como medio de valorización del Capital-Trabajo. No debemos de olvidar, que éste y no otro ha sido el medio del capitalismo para sortear la predicción de la depauperación del proletariado y que ha permitido las clases medias (hoy en extinción).
Luego la disyuntiva es entre los discursos o propuestas que optan por quitar ante la aceptación de la resta continuada por destrucción de Capital, sean con salidas de derecha convencionales o extremas. Y quiénes desde las izquierdas deben plantear la redistribución del beneficio tecnológico, no para recuperar el bienestar pasado, sino para acceder a mayores niveles de bienestar material, recreativo, cultural, sanitarios, cuidados, educativos…. Permitiendo así la valorización del capital y una nueva hornada de inventos tecnológicos exnovo, y el acceso de servicios antes prohibitivos para las mayorías sociales.
Saludos Cordiales.
@Mike Asua, la disyuntiva que planteas no es exactamente tal. Desbrocemos el origen o ejes discursivos del populismo de extrema derecha veremos, como no podía ser menos, su lógica de suma y resta. De interpretar que todo avance del otro, sea comunidad o pueblo distinto, país o persona foránea, produce pérdida directa para nosotr@s. Desde ahí se promoverán mensajes y políticas racistas, crueles e inhumanas con quien no es parte de la tribu o comunidad; y alentarán la reconstrucción de las barreras legales y físicas, como los muros o las vueltas al proteccionismo.
Pero éste sustrato ideario no sólo fermenta las propuestas del populismo de extrema derecha, sino también de la derecha convencional, como vemos en las propuestas de Sarkozy, Trump o últimamente de los conservadores británicos… ¿Por qué está ocurriendo?
Simplemente porque al no repartir los avances en productividad tecnológica, no se alimenta el consumo de nuevos productos o servicios, saturándose los mercados existentes e impidiéndose la creación del destruccionismo Shumpeteriano. Rompiéndose el hilo fordista de repartir la productividad tecnológica, que permitiera el acceso a nuevos servicios, como ya ocurrió con la educación, sanidad…., lo qué comparten las derechas sean extremas o convencionales, primera o segundas opciones del stablishment, en defensa de su estatus quo suicida.
El stablishment económico se resiste a la redistribución de la productividad tecnológica, a permitir el acceso a mayor bienestar de las clases populares. Con ello imposibilita la valorización del capital, el porqué de la Crisis del Capitalismo. Y al mismo tiempo, ésta incapacidad de valorización tara al destruccionismo creativo Shumpeteriano. De forma que nos movemos no en ondas largas que prevean estabilidad, sino empobrecimiento por destrucción del Capital, entendido como el conjunto de factores que intervienen en la producción, de ellos el humano o trabajo como base y fundamento del valor.
Sin lugar a duda la correlación de fuerzas políticas desfavorable a la distribución del avance tecnológico, para la mayoría social es un factor determinante a desbloquear. Desgraciadamente como decía Buffet se trata de guerra de clases, y está la siguen ganando l@s muy ric@s. Y de forma similar al Antiguo Régimen o sociedad estamental (feudal), imposibilita el desarrollo y creación de riqueza.
Así vemos como el discurso del populismo de extrema derecha, como en los años anteriores a la II Guerra Mundial, cala dentro de las formaciones de derecha y socialliberales, ganando cada vez más espacio dentro de las mismas.
Por ello, el stablishment optó por Clinton en lugar de Sanders, pese a que estaba mejor situado frente a Trump. O en Francia han optado por François Fillon ante Lepen, pese a los riesgos que entrañan para la UE.
En realidad el stablishment o parte del mismo, han optado por unas u otras derechas como mal menor, antes que permitir el ascenso de fuerzas que planteen la redistribución del avance tecnológico.
Por eso, tanto el discurso de la derecha extrema o convencional, parte del discurso de la resta, del quita, de ver al prójimo como enemigo combatiente por unos bienes cada vez más escasos. El stablishment y sus representantes nos han llevado a la escasez y continuará creciendo. Mientras no seamos capaces de intervenir en sus contradicciones y concienciar a las mayorías sociales, de que la resta siempre mengua, aunque se le quite al vecin@. De que sólo el reparto de beneficios de la productividad tecnológica permitirá el acceso de las clases populares a mayores niveles de bienestar social, político, económico, cultural… y devolver al Capital una valorización positiva desde la perspectiva productiva y no especulativa.
La lucha de las izquierdas, debe centrar sus esfuerzos en la colaboración de todos los agentes institucionales, formales o no, sociales, económicos, que apuesten por la redistribución de los beneficios por avances tecnológicos al conjunto de la sociedad.
El discurso de las izquierdas tiene o debería tener un eje distintivo respecto a la derecha extrema o convencional, el reparto de los avances por productividad tecnológica como medio de valorización del Capital-Trabajo. No debemos de olvidar, que éste y no otro ha sido el medio del capitalismo para sortear la predicción de la depauperación del proletariado y que ha permitido las clases medias (hoy en extinción).
Luego la disyuntiva es entre los discursos o propuestas que optan por quitar ante la aceptación de la resta continuada por destrucción de Capital, sean con salidas de derecha convencionales o extremas. Y quiénes desde las izquierdas deben plantear la redistribución del beneficio tecnológico, no para recuperar el bienestar pasado, sino para acceder a mayores niveles de bienestar material, recreativo, cultural, sanitarios, cuidados, educativos…. Permitiendo así la valorización del capital y una nueva hornada de inventos tecnológicos exnovo, y el acceso de servicios antes prohibitivos para las mayorías sociales. Mayores niveles de bienestar social material, cultural… deben ser compatibles con el decrecimiento, pues la elevación de la productividad tecnológica ha de colocarnos en la senda del decrecimiento demográfico. No se trata de apretar nuestras necesidades ante el desborde del crecimiento demográfico y los límites ecológicos ya pulverizados; se trata de desarrollar el decrecimiento demográfico por vía de la productividad tecnológica y la valorización del trabajo por nuevas segmentos de servicios, vinculados a las relaciones humanas directas y personales, sean en el mundo de los cuidados, del recreo, encuentro….
Con un discurso de resignación ante la pérdida del bienestar, nos situamos en el mismo marco que la derecha convencional o no, y en la lectura del sistema sobre la base exclusiva de la suma y resta, o de como decía Alberto del suma cero.
La LTDTG (ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, marxista) que debía depauperar al proletariado internacional, derivó dentro del capitalismo dominante a la extensión de las clases medias, hasta constituir sociedades de mesodemográficas, gracias a repartir los beneficios de la productividad tecnológica y el consiguiente avance en bienestar social de las clases populares (por la vía de permitir el acceso a nuevos productos y servicios, gracias a los avances tecnológicos). Hoy la contradicción central de la lucha de clases se sitúa en dicho terreno. Aunque las alternativas pueden diferenciarse desde aquellas con modos alternativos de producción a otras que sin llegar tan lejos, igualmente significarán mejoras respecto al presente y reciente pasado del bienestar de las clases populares.
Saludos Cordiales.
Muy bien expresado…»La lucha de las izquierdas, debe centrar sus esfuerzos en la colaboración de todos los agentes institucionales, formales o no, sociales, económicos, que apuesten por la redistribución de los beneficios por avances tecnológicos al conjunto de la sociedad»…
Saludos
No se trata de plantear una lucha por los restos del valor menguante del trabajo -de antes- ,en vías de residualidad, con salidas: xenofobas, racistas, neofascistas o proteccionistas, de nacional exacerbación. Ni se trata de retrotraernos a planteamientos malthusianos de falta y carencia de bienes, para una población en crecimiento que ha sobrepasado, hace ya, su huella ecológica. Ni se trata del ludismo contra los avances tecnológicos que excluyen a l@s trabajador@s, clases populares o medias, del valor trabajo, su medio de subsistencia.
En otras ocasiones hemos hablado de Jeremy Rifkin con su «coste marginal cero» (de cada unidad adicional), o de reflexiones similares como las de Paul Mason con su «postcapitalismo». Pero la realidad es que dicho coste marginal cero no se limita al mundo digital. Como plantea Mason y otr@s, todo proceso de transformación se reduce a un proceso de información y su tratamiento-conocimiento-.
Si pensamos desde una mentalidad extemporánea, veremos como desde el primer hominido al usar un palo o símil como herramienta, a la punta de flecha de sílex u otras invenciones, hasta llegar a la revolución informática. Siempre hemos tratado e intervenido con la misma base o fundamento, el tratamiento de la información-conocimiento. Con independencia de los materiales, la revolución siempre ha radicado en la información-conocimiento. La información-conocimiento es la base de cualquier procedimiento de transformación, hasta el punto que la productividad tecnológica se encumbra cuando estamos en disposición de liberarnos de cualquier cadena de producción, por intervención de la tecnología.
Indudablemente los escritos de Lester C. Thurow, como el traido en ocasiones «El futuro del capitalismo» de tan sólo hace 20 años, han quedado totalmente desfasados en algunas conclusiones principales. Como por ejemplo su planteamiento sobre el movimiento de las rentas salariales, mantenido aun por muchos. Que justifican la bajada de los salarios en el capitalismo avanzado (crecimiento de la desigualdad con las rentas del capital), fundándose en la competitividad con las rentas salariales del tercer mundo y la tendencia al equilibrio, de un mercado globalizado. Realidad hoy anticuada, que pudo ser ayer un factor -no principal- pero sí a tener en cuenta. Ni tan siquiera el coste salarial bajo de un país como China, puede competir con la robotización de la producción (como caso más mediático, el de la fábrica de móviles totalmente automatizada).
Vivimos un tiempo de cambio, en que el valor económico para el Capital no puede fundarse a futuro próximo, cercano, en la transformación material, en la satisfacción material. Dado que los bienes materiales serán producidos de forma hegemónica y dominante por cadenas de producción automatizadas.
Intentar apropiarse del producto social de la información y conocimiento, dicho de otra forma apropiarse de la cultura social(patentes, copyrigth), no es solución suficiente para un sistema de reproducción del valor sobre el trabajo humano.
La propiedad versa del tratamiento de la exclusión por el dominio («domine»: dueño, propietario), pero la propiedad en sí no transforma o crea valor económico, si no viene intermediada por la plusvalía del trabajo humano. De tal manera que miriadas de patentes o propiedades sobre la producción a costes marginales cero (no sólo digitales sino de cadenas de producción), no pueden crear valor económico del que apropiarse o enajenar.
Un Sistema es dinámica e interacción de distintos agentes, no hay capitalismo conocido sin burguesía -como teorizaban desde el movimiento obrero-, pero tampoco sin trabajador@s. No se trata de futuros distópicos -ya lo es en gran parte del mundo-, ni de utopías, sino de afrontar una realidad que se impone y destruye un orden de relación raiz, radical, la sociedad del trabajo que conocemos .
No se trata de plantear una lucha por los restos del valor menguante del trabajo -de antes- en vías de residualidad, con salidas xenofobas, racistas, neofascistas o proteccionistas, de nacional exacerbación. Ni se trata de retrotraernos a planteamientos malthusianos de falta y carencia de bienes para una población en crecimiento, o que ha sobrepasado, hace ya, su huella ecológica. Ni se trata del ludismo contra los avances tecnológicos que excluyen a l@s trabajador@s, clases populares o medias del valor trabajo, su medio de subsistencia.
Se trata de dar participación a tod@s de la productividad tecnológica, para alumbrar nuevos tipos de trabajo-valor no fundados en lo material ( dominio de la automatización), que puedan contribuir -o no- a la viabilidad de la propiedad intelectual(patentes) en una sociedad de coste marginal cero sobre lo material e informacional. La valorización del capital tendrá mucho que ver con la satisfacción de lo inmaterial, sea: creatividad, relación, afecto, emoción, solidaridad… (cuidados de los más vulnerables, de la naturaleza como valor,…, como antes lo fue la educación o sanidad en el estado del bienestar).
Sólo un mundo satisfecho y seguro puede decrecer en población, el reparto de la productividad tecnológica debe permitirnos reducir el nº de pisadas y con ellas su huella ecológica, es decir, un decrecimiento vegetativo de la población.
La productividad tecnológica es raiz de la desigualdad que provoca esta Gran Crisis, que ha diferencia de las anteriores, supone por la reconfiguración del trabajo-valor, una desecación de la creatividad Shumpeteriano que acompaña al destruccionismo, mayor que en otras ocasiones. Sólo nos espera reducir el mercado laboral tradicional por avance tecnológico, y la falta de redistribución impide nuevos mercados laborales e invenciones.
Comprender este cambio histórico de dimensiones inmensamente mayores al que suposo el cambio del Antiguo Régimen al capitalismo, es algo que todavía no alcanzamos a comprender. Esperemos que la radicalidad e intensidad del mismo no nos lleve a utilizar la capacidad de destrucción disponible; que el Gran Capital descarte tentaciones de utilizar los neofascismos como segundas opciones, huidas hacia el precipicio.
Debemos construir desde el conflicto de clases un pacto que nos permita dejar atrás este período negro, dando paso al mayor bienestar conocido.
Los avances tecnológicos pueden crear nuevos espacios, agentes o clases sociales con intereses propios, pero los agentes sean institucionales o no y su poder, pueden también acabar o anular los avances tecnológicos. Hoy día dichos intereses y dinámicas podrían incluso acabar con la especie humana.
La abismalidad entre «mayor bienestar conocido» y «desaparición de la especie humana», debe movernos a tod@s a ser conscientes de la imposibilidad de un juego a todo o nada, por que la nada sería eso: NADA.
Saludos Cordiales
Felices y solidarias fiestas.
Feliz Navidad
-Es que yo soy musulmana y no lo celebramos.
Pero se podrá ser feliz sin celebrarlo.
Me he quedado preocupado viendo como los pollos disfrutan de su libertad…
http://www.elnortedecastilla.es/fotos/valladolid/201506/12/camion-cargado-pollos-sufre-30111385261323-mm.html
@José, lo de los pollos no es distinto de la cantidad de realitys shows y programas basura. Sirven para huir, para no mirar una realidad que genera conflicto personal.
La felicidad no es patrimonio de la creencia, ni de unas fechas. Pero si nos ofrecen u ofrecemos fechas en que desear felicidad y celebrarlas, da igual las creencias o fechas, es secundario.
Lo que prima es el valor de solidaridad que imprime la felicidad para todos. Aunque celebres el solsticio de invierno, lo importante es promocionar la solidaridad como felicidad y amor al prójimo.
Muchas felicidades.
¡El futuro pertenece a quienes creen en la posibilidad de alcanzar sus sueños. Que el Nuevo Año les traiga muchos sueños y grandes logros!
FELIZ 2017