Cives, economista y bloguero de politiokon.es, ha escrito recientemente una nota en la que critica la noción misma de «pensamiento crítico» en economía. Tras mostrar que un artículo muy crítico (este de Piketty y Saez) ha sido publicado en una red donde publican sobre todo economistas convencionales, Cives insinúa que ello demuestra que el problema no es que el pensamiento crítico esté marginado sino que los críticos en general no leemos ni los trabajos ni las redes de la academia. Lo que subyace en la crítica es la asunción de que los economistas críticos no somos rigurosos, y que por lo tanto esa es la razón por la que somos marginados de los espacios académicos.
En el fondo Cives suele identificar ortodoxia con rigor y heterodoxia con la falta del mismo. Esa identificación es, en realidad, muy poco seria. La ortodoxia en economía suele ser definida como aquellas teorías económicas cuyos métodos de análisis y modelos pueblan las universidades y los medios de comunicación. En la práctica eso significa aceptar que la ortodoxia, o pensamiento económico mainstream, es aquel vinculado con la teoría económica neoclásica y, a lo sumo, con la síntesis neoclásica. El resto de teorías económicas y economistas (austriacos, marxistas, postkeynesianos, feministas, ecologistas políticos, evolucionistas, institucionalistas, etc.) quedan relegados a un segundo plano y forman parte del heterogéneo grupo de las teorías y economistas heterodoxos. Del dominio de la ortodoxia nacen los planes de estudio universitarios que llevan a que la mayoría de estudiantes de económicas desconozcan por completo la simple existencia de teorías económicas alternativas a la oficial (lo que les lleva a asumir como verdad absoluta y única el conjunto de modelos que pivotan alrededor de la teoría económica neoclásica).
La cuestión obvia es, ¿cómo se puede saber en economía quién tiene razón y quién no? Partiendo del hecho de que estamos hablando de una ciencia social, y no de una ciencia exacta, sabemos que no podemos hacer experimentos y comprobar de esa forma si una teoría económica es cierta en todo momento histórico, si sólo es válida en determinadas circunstancias temporales o si directamente es una invención literaria desprovista de rigor. A priori no contamos con las ventajas de las ciencias exactas, de modo que nuestro problema debemos resolverlo de otra forma.
Sin embargo, en la academia se aplica un sistema idéntico tanto para ciencias sociales como para las ciencias exactas, con ligeras diferencias. Hablo del sistema de índices de impacto, dentro de los cuales el más conocido es el Journal Citation Reports. Este sistema se basa en recoger información de todas las revistas académicas registradas en su censo, con especial atención a las citas académicas o referencias que se producen en cada artículo. El procedimiento básico es sencillo: si la revista A publica un artículo en el cual se cita otro artículo anterior de la revista B, entonces la revista B sube su puntuación en el ranking. El sistema permite que las revistas más citadas sean aquellas que tengan más puntuación y, por lo tanto, se asume que serán también las más prestigiosas y científicas.
El ranking de 2010 ha llevado a que la revista campeona sea el Journal of Economic Literature, con un índice de impacto de 7’432, seguida de Queaterly Journal of Economics, con un 5’940. Otras revistas son Econometrica, con un 3’185, y American Economic Review, con un 3’150. La clasificación va más allá de una mera curiosidad, puesto que es un elemento básico para la evaluación de los currículums de los investigadores en economía. Los tribunales que otorgan las acreditaciones para los distintos niveles de profesorado puntúan los currículums en función del número de artículos publicados en revistas con índice de impacto. En principio es una fórmula adecuada porque nos permite discriminar entre aquellos investigadores que publican en una revista seria y aquellos otros que publican en revistas sin importancia o incluso creadas por ellos mismos.
Sobra decir que las revistas que encabezan el ranking son revistas donde sólo hay artículos de las teorías económicas dominantes. Por esa razón los investigadores que procuran hacer carrera tratan de pasar por el aro aceptando todos los requisitos para poder publicar en las revistas más valoradas. Y los requisitos van desde el inocente tener que escribirlo en inglés hasta el menos inocente hecho de que tiene que ser un material que interese al consejo de redacción de la revista (y eso supone renunciar a escribir sobre la economía de Andalucía, por ejemplo, o renunciar a utilizar un modelo económico con el que el consejo no simpatiza). En cualquier caso, el gravísimo error de Cives viene de asumir que los economistas críticos no tenemos revistas propias con índices de impacto o que no leemos a los economistas convencionales.
Dentro del ranking de JCR tenemos a las revistas postkeynesianas Cambridge Journal of Economics (1’457) y Journal of Post Keynesian Economics (0’254). También tenemos a la marxista Review of International Political Economy (0’861). Y entre otras heterodoxas está Metroeconomica (0’246) y la española Revista de Economía Mundial (0’038). Y hay muchas más. La cuestión es, ¿lee Cives o algún economista convencional este tipo de revistas?
El esquema de incentivos del sistema JCR hace que a ningún investigador le resulte rentable leer revistas heterodoxas y menos publicar en ellas, por más cosas interesantes que digan, porque no puntúan suficientemente en el currículum. Y si tu rival por la plaza de universidad es un neoliberal de primer nivel y le apasionan los modelos neoclásicos, y publicará por lo tanto en revistas con alto índice de impacto, a ti, que eres marxista y crees que otros modelos económicos son más realistas, te conviene más renunciar a tu objetivo científico y utilizar en su lugar modelos neoclásicos para publicar como tu rival. De lo contrario puedes perder la competición y quedar fuera. Lo que significa que será él el que enseñe economía en las facultades y no tú.
En 2010 Jacob Kapeller hizo un estudio de las principales revistas JCR de economía, diferenciando entre ortodoxas y heterodoxas, para llegar a la siguiente conclusión. En veinte años, las trece revistas heterodoxas más potentes se habían citado entre ellas un 52’42% de las veces frente a un 47’58% de las veces que se citaba a algún artículo de revista ortodoxa. Por el contrario, las trece revistas ortodoxas más potentes se habían citado entre ellas un 97’15% de las veces, frente a un 2’85% de las veces que citaron a alguna revista heterodoxa. El estudio, Some Critical Notes on Citation Metrics and Heterodox Economics y publicado en la revista Review of Radical Political Economics (también JCR, como hemos indicado), venía a concluir algo muy sencillo: lo que hacía a las revistas ortodoxas dominantes no era su mayor rigurosidad sino el esquema de incentivos de JCR, la arrogancia de los teóricos de esas escuelas y su falta de carácter pluralista.
Al final lo que resulta de toda esta historia es que ser un investigador y economista convencional está premiado, mientras que ser un investigador o economista crítico está penalizado. Exactamente eso es lo que denunciamos los críticos y heterodoxos. Pero el problema se hace mayor cuando de ese dominio ilegítimo nace la arrogancia de unos, los que están beneficiados por el sistema de incentivos, que negando la existencia misma de los otros trata de hundirlos y descartarlos sin ni siquiera conocerlos. Sólo hay que ver la red politikon.es (y lo mismo le pasa a los blogs de FEDEA) para ver cómo algunos comentaristas y autores intentan reducir al absurdo ciertas teorías críticas para hacer mofa de ellas, mientras que la inmensa mayoría de ellos desconoce las bases de ese pensamiento. Son un círculo cerrado que se mira siempre a ellos mismos, pero para golpear luego entre risas al sujeto que ellos mismos han creado y que está previamente reducido al absurdo y desprovisto de toda defensa. Como los matones de colegio, pero otorgándose el carácter de científicos arrogantes.
Todo esto permite analizar las palabras de Cives desde otro punto de vista, con otro enfoque. Él hace suya la siguiente frase: «No es pensamiento crítico, es pereza intelectual». Pero, decidme, ¿quién es más perezoso en esta lucha por la verdad? Los economistas heterodoxos nos hemos educado con modelos y teorías convencionales, y cuando publicamos en revistas críticas lo hacemos con referencia siempre a todos los modelos existentes para buscar los fallos de todos. Por el contrario, los economistas convencionales no tienen más que citarse entre ellos y hacerse la pelota (literal) en sus artículos para poder publicar, la mayor parte de las veces ignorando modelos alternativos que puedan sacarlos de errores de prejuicios ideológicos. ¿Quiénes son los perezosos? ¿En quién podemos confiar para encontrar la verdad?
La historia y progreso del mundo debe mucho mas a los heterodoxos y críticos que a los seguidores de la «Academia», incluso en las ciencias exactas. Aquello de D. Antonio Machado, «Tu verdad no, la verdad. Y ven conmigo a buscarla.La tuya guardatela…». La arrogancia de la que hacen gala los economistas ortodoxos ( o sea los politicamente liberales) es en estos momentos, no solo suicida sino inmoral. Igual no nos dan tiempo para comprobarlo, pero la realidad de las necesidades del ser humano es tan tenaz o mas que la soberbia y prepotencia de mucho economista suelto.
Pues sería interesante analizar las previsiones que hacen los artículos de la ortodoxia y la heterodoxia y contrastarlas con la realidad posterior. Me atrevo a pensar que la ortodoxia tiene un índice de fiabilidad muy bajo. Y luego establecer una comparación entre éstos y las previsiones de los horóscopos. Creo que sería muy revelador.
Pues yo acabo de publicar en la REM ¿Soy heterodoxa?
Me parece una discusión «vacía».
Esta semana, no recuedo que día, en las noticias de TV3 apareció un trozo de un comunicado de FEDEA. Decián que se han de tomar medidas que no gustarán a mucha gente pero que deben tomarse sí o sí. Además recomendaban que el presidente del gobierno contase con una oficina de asesores de reconocido prestigio.
Es decir que le estaban haciendo la pelota a la política del gobierno, después es hacen la pelota a si mismos, será que debe ser la única manera de que tengan prestigio y de paso de manera indirecta solicitaban trabajo. No me pareció nada ético esta forma de actuar.
Si de verdad son tan buenos y valen tanto no les haría falta tanto marqueting, pero les hace falta porque la realidad dista bastante de su concepción neoclásica.
Leído hoy en economía crítica, son unas notas de un asistente a unas jornadas de la asociación francesa de economía política, precisamente sobre «crisis y futuro de la ciencia económica». Al loro porque es muy gracioso (si no fuera tan triste):
» este economista dio el colofón final con una claridad oral comparable a la fuerte capacidad pedagógica y divulgativa que se plasman en sus obras escritas. Para esto se sirvió de un ejemplo comparativo entre dos trabajos de muy diversa índole. El primero es un trabajo empírico sobre la tasa de financiarización de la economía y las tasas de paro, demostrando una relación directa y una evolución cuasi-perfectamente paralela de ambas curvas, demostrando la medida en que la falta de reinversión del beneficio en la economía real implica un aumento del desempleo. Este trabajo, publicado en un libro y en el blog del autor obtiene cero puntos en los mecanismos de evaluación de la AERES. Por contra, un segundo trabajo presentado, plasma la absurdidad del actual modelo de evaluación. Se trata de un modelo econométrico sobre los condicionantes de los hombres de levantar la tapa de inodoro al hacer sus necesidades. Este artículo, cuyas conclusiones presentadas por Cordonier suscitaron las carcajadas de la sala, se encuentra publicado en una revista con notación A (máxima posible) en el sistema de evaluación de la investigación de la AERES.»
De acuerdo Alberto pero todo este rollo cuando Europa debate su futuro, el Reino Unido que se queda al margen, los socialistas franceses rechazan el acuerdo mientras los impresentables espanoles lo acatan, economistas opininado de manera diversa sobre este asunto…… y tu que opinas? Alberto, deja la academia para otro momento que aqui la gente sencilla demanda otras explicaciones y otros analisis sobre lo que esta pasando en realidad! Gracias
Creo que vienen a cuento unas palabras de un brillante economista, en el Prefacio de su más conocida obra, y que ahora parecen un «dejá vu»:
“Las ideas que aquí han sido desarrolladas de una manera tan laboriosa son extraordinariamente sencillas y deberían ser obvias. La dificultad reside no en comprender las nuevas ideas, sino en rehuir las viejas, que penetran hasta el último rincón del cerebro de aquellos que, como la mayoría de nosotros, han sido educados en ellas”. (John Maynard Keynes, Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero. 1.936)
Más que perezoso, y «guiado» yo añadiría falta de ética, ya que difícilmente innovaran.En todos los campos y en relación con el conocimiento no se debe obviar nada.Es mejor conocer dos caminos que lleguen a un mismo punto que uno solo.Creo en general que se detiene de alguna forma el progreso.
En mi opinión ,no se puede puntuar el pensamiento, sino el trabajo y el resultado.Las ciencias no son simples, son complejas (plurales) en todo caso.
La ciencia para ser aplicada tiene que ser descubierta,y con cuantos más «caminos»mejor.
@Alberto: Muchas gracias por el contenido didáctico del blog y por el libro «Hay alternativas» que me he leído enterito. Ahora estoy con La doctrina del shock de Naomi Klein.
¿Tenemos ahora un Hayek y un Keynes?
¿Podría ser el socialismo del siglo XXI una alternativa real en la UE?
En ciencias naturales, los científicos saben perfectamente que la rigurosidad se limita al laboratorio. La elección de las líneas de investigación a seguir tiene que ver más con la política de despacho que con la ciencia.
Es más, limitandome a hablar del trabajo científico: Una vez que un científico «ortodoxo» publica en una revista «convencional», si no hay motivos económicos a corto plazo, nadie se dedicará a repetir el experimento, y se confiará ciegamente en su trabajo (¿es que no se sabe que el trabajo experimental es susceptible de errores desde variables extrañas a mala interpretación de los datos?). Cuando se supone que la REPLICABILIDAD es uno de los pilares de la ciencia (que no el prestigio personal).
Y más grave, solo se publican los estudios cuya hipótesis de investigación se cumplen. En los experimentos en el que la hipótesis no se cumple; esa misma conclusión («esto así no funciona») no es reconocida como conocimiento válido y valioso, y por lo tanto no es transmitido al resto de la comunidad científica.
¿Quién ha dicho que «las instituciones» relacionadas con la ciencia se comporten con la lógica de la ciencia? Khun y compañía os sonarán.
Ni me quiero imaginar en otras ciencias.
Encuentro una cierta contradicción en tus argumentos, Alberto. Por una parte, siempre insistes en las anteojeras ideológicas que lleva puestas cualquier científico social. Por la otra, sin embargo, quieres convecernos de que la economía marxista y postkeynesiana hace la lectura más rigurosa de la realidad. A priori, sin saber nada ni haber contrastado ambos paradigmas, ¿por qué debemos suponer que tu visión está menos contaminada por tus ideas políticas que la de un economista que vote derecha? ¿Acaso sostienes que ciencia e ideología son la misma cosa, y que simplemente la tuya es la correcta?
Un saludo,
Dices ‘cómo se puede saber en economía quién tiene razón y quién no’. ¿Que tal de esta manera?: La politca económica A( y sus economistas) consiguen tasas de crecimiento del 5%, paro del 4%, incremento substancial del pib/per capita de la mayoría significativa de la población, deficit y deuda sostenibles….Entonces, la politica ecomica A (y sus economistas)….tienen razón. P.ej. economistas nórdicos en varias decadas. Por otro lado, la politica económica B( y sus economistas) consiguen tasas de paro del 21%, etc.,..Luego, la politica ecomica B (y sus economistas)… no tienen razón.P.ej. economistas españoles, en los útlimos 10 años. Es simple. Me parece que eres un poco indulgente con los resultados exigibles a tu ciencia económica. Por otra parte, estoy de acuerdo con tu análisis sobre económia ortodoxa y heterodoxa. Espero que algún día deje de existir esa distinción. Será productivo para la ciencia ecónomica.. y para la sociedad a la que sirve. Saludos..
@antonio: pues estimado amigo, los economistas de FEDEA son los gurús del neoprogresismo socialista. El progresio de chalet se hace pajillas con Campa. De hecho en Politikon aparte de meterse con este muchacho, el chupacabras Navarro o los usuarios de Menéame lo demás es reiterar lo que dicen en FEDEA. Si quieres nos partimos el culo con un par de artículos del padre del contrato único. O de alguna anotación del quien dijo que Irlanda se salvaría y España se iría a la porra, 7 meses antes de que rescataran a ese país. O podemos hablar de lo que decía sobre vivienda el gran Sala i Martí en 2004. Por lo demás en Suecia o en España hay todo tipo: no es lo mismo Alberto, el Floren o Huerta de Soto.
@Sus Economistas. Sería muy interesante hacer un estudio de los errores de predicción y las barbaridades de FEDEA. Lástima que nuestro bien más escaso sea el tiempo, podríamos sacar comprobaciones tremendas.
(esto por no hablar de la rigurosidad de los artículos de opinión, en especial en temas educacionales, donde tienen un primo con un sobrino que estudia mucho en china…. que cada vez que lo publican, dios mata a un pedagogo)
@Rober. El error es inherente a cualquiera que hace algo. Dicho esto y traspasado al mundo económico en muchos casos los errores de algunos están más achacados a sus ganas de hacer política que a hacer ciencia. Algunos como Alberto no lo esconden. Otros van de elementos neutrales pero luego no veas como se las gastan. Como dije, una del padre del contrato único:
http://blogs.publico.es/dominiopublico/525/de-la-kangoo-y-las-mochilas-del-11-m-a-la-catastrofe-economica/
¿Cómo hemos cambiado, verdad?
Como curiosidad de temas educaciones, de los cuales tambien este figura pontifica… recientemente en la Universidad donde habita Felgueroso ha estado impartiendo doctrina. Los que estén habituados con las actividades de este tipo por cierto sabe en qué se gasta la financiación pública en congresos y workshops. Dicho esto es curioso que, por ejemplo, hablen de no contratar a tus propios aprendices cuando ellos tienen en FEDEA metidos a los suyos e igualmente y lo que es más grave enchufan a los FEDEA boys en instituciones públicas. Sólo comprueben en el personal de FEDEA donde han estado buena parte de los «negros» que les hacen el trabajo sucio. La mayoría han sido alumnos e incluso alguno su CV reza que este tipo le supervisó la tesis. Eso sí, endogámicos son los demás. Estudien las relaciones inversas, de miembros de FEDEA que van al chiringuito de Dolado y verán cómo van apareciendo amigos e incluso familiares. De hecho quien hoy manda en ese lugar fue el antecesor de Dolado en su cargo de FEDEA.
Sin abundar más, de momento, esta gente se le debe pedir cuentas por sus cagadas porque se pasan el día diciendo qué deben hacer los demás en vez de hacer su trabajo académico. Esto es aplicable también a Alberto y otros. Con la diferencia de que unos se presentan a elecciones y responden de sus acciones mientras los otros dan lecciones y si la fastidian todos nos acordaremos de los políticos, no de los economista. Y el tal Cives y toda esa gente de Politikon con leerles un par de artículos y su actividad en redes sociales te das cuenta que todo se resume en atacar a todo lo que se acerque a IU para conseguir votos del PSOE o a decir qué tiene que hacer el PSOE. Pero lo peor de estos tipos de ese blog es la prepotencia que tratan a todo el que no piense como ellos. Se nota que han leído mucho a JFV, tienen la misma chulería.
Pedazo de artículo.
Es increíble que economistas españoles convencionales no hablen de los trabajos de Juan Manuel Naredo u Oscar Carpintero, sólo ese hecho demuestra su ignorancia y narcisismo intelectual.
Saludos y fuerzas!
@ anaana:
Tienes razón en parte al decir que las lineas de investigación en ciencias naturales se escogen según políticas de despacho, pero a la práctica se pueden encontrar grupos investigando casi de todo.
Lo que dices sobre los resultados que no cumplen las hipótesis y no se publican es algo que parece que va cambiando. Existe la curiosa Journal of Negative results in Biomedicine (http://www.jnrbm.com/) que brinda la oportunidad de publicar aquellos resultados que bien no cumplen con la hipótesis planteada o que por el contrario contradicen lo que se esperaba según los «dogmas» vigentes.
Por lo que dice Alberto en su artículo parece que en el mundo académico de la economia la marginalidad de las lineas que no pertenecen al «mainstream» es mucho mayor. En el caso de las ciencias naturales y en concreto de la química, la cual conozco de primera mano, no creo que exista esta diferencia de «clases».
@xavi
Si eres un neurocientífico hondureño y publicas datos «nuevos» se te va a ignorar. Que unos años más tarde dice lo mismo un estadounidense; entonces sí. Esto ha pasado y no estoy muy segura que no siga pasando. El funcionamiento de la ciencia no es ajeno por desgracia a los intereses de grupos de poder de la sociedad o del mundo académico; y a veces puede ser que no sea ajeno ni al prejuicio, que igual ni siquera es premeditado.
Pero vamos, que mi comentario quería resaltar que si en las ciencias naturales no todo reluce; me creo las luchas de poder que cuenta Alberto, cuando de lo que se concluya depende de cómo se va a gobernar al mundo. Justamente; lo encuentro terrorífico.
@anónimo. ¿No habrá que incluir a todas las teorías en el debate científico para ser obejtivo e imparcial? Y deberían de ser argumentos científicos que destacaran unas teorías sobre otras. Creo que es lo que está reclamando Alberto. Y señala que es muy posible que el «paradigama» vigente, aun estando en crisis, se niega a incluir otras teorías en el debate. Está claro que hablamos de luchas de poder y no de ciencia.
@sus economistas.
La crítica de mi comentario no iba dirigida a la valía o no como economista de Alberto Garzón. Lejos de mi intención. Sus ideas económicas serán validas, o no, en el momento de que pueda llevarlas a la práctica.Mientras tanto le queda el beneficio de la duda. De hecho su ideas económicas me parece que son bastante cercanas a las mías, creo. Mi critica si iba dirigida, y así lo exprese, a los economistas españoles que en los últlimos 10 años han estado asociados a las politcas economicas que nos han llevado a 5.000.000 de parados. Estos es, los economistas asociados al PP y al PSOE. Economistas de la escuela neoliberal o aledaños, como se sabe. Es decir, este grupo de economistas, y su escuela, ha demostrado teórica y practicamente su absoluta invalidez. Invalidez para el objetivo de lograr un crecimiento real, estable y duradero para la mayoría significativa de la población. Para el objetivo de lograr que la rentas altas seán todavia más altas, puede que no sean invalidos. Por este motivo, quizas, ni siquiera deberían llamarse economistas, economistas sociales, sino simplente contables y amanuenses de ricachones. Estos economistas han demostrado cumplidamente que no tienen razón. Ninguna razón. Por esta causa, me ha llamado la atención la frase de Alberto Garzon en la que dice que ‘cómo se puede saber en economía quién tiene razón y quién no’. Y de ahí mi comentario y critica. Su argumento de que la ciencia ecónomica no es tan exacta como las ciencas naturales no me parece valida. La ciencia económica es lo suficientemente exacta como para exigirle resultados y valorar asi su validez..Sino sería pura literatura. Saludos,
@antonio, disculpa el mal entendido. De todos modos añado que casi ningún economista ha sido aplicado en toda su dimensión. Por eso siempre tienen una bala en la recámara cuando fracasa la aplicación de una de sus propuestas. En cierto sentido estoy de acuerdo con Alberto respecto a que la ciencia social es menos exacta que la ciencia exacta. Y los científicos sociales hacen bastante por ello. Saludos.
¿No habrá que incluir a todas las teorías en el debate científico para ser obejtivo e imparcial?
Entiendo que los economistas convencionales justifican el desprecio y el vacío a las teorías heterodoxas de Alberto aduciendo que ya están superadas o no son válidas y no merece la pena volver una y otra vez sobre ellas. Supongo que desde el punto de vista que dicen tener, su postura es similar a las de los biólogos evolucionistas que se niegan a discutir el creacionismo. Sea como sea, yo no soy del gremio ni quiero responder en nombre de nadie. Sólo me gustaría que Alberto constestase a mi mensaje anterior.
Los críticos que existen en economía, sociología, políticas, o lo que sea, son meros supervivientes de un gran plan académico (informal y formal) para exterminarlos de muchas maneras «sutiles» o despiadadas, luego son pocos, porque ellos,los otros, son dominantes a fuerza de imponerse y estar financiados por quienes más dinero tienen para financiar proyectos. Las tesis salen si alguien encaja en la línea del grupo dominante o en la ideología dominante del grupo de investigación, las publicaciones son resultado de lo ya anterior, etc. Los libros publicados, manuales, artículos, etc., no son sino resultado de lo anterior, y la docencia se prepara, o por ellos, o contra esos manuales, lo cual aumenta el trabajo para re-interpretarlos por lo que les falta o han censurado… Son paradigmas que caminan en dirección opuesta o contraria, la academia no es sino parte de las mismas formas de poder que existen fuera. La objetividad tiene su precio en claves de quién tiene poder, ya lo dijo Kuhn, para cambiar el paradigma hay primero que tumbarle. Lakatos decía que el conocimiento es acumulativo, pero se acumula mucho más cuando SE IMPONE, no cuando se es INFLUYENTE.
Alberto, que tu voz en el Parlamento al menos sirva para denunciarles en sus caras de cínicos demócratas que han sido ejecutores de este gran plan que se ha cernido contra los trabajadores y favor de las élites y chorizos.
Hola Alberto, recuerdo que en 1 curso de Grado de Ingeniería de Telecomunicaciones (UMA), un profesor que me dio economía y empresas ( se llamaba Antonio Morales Siles ) nos dijo al finalizar el curso: Si hay algo que me gustaría que os llevarais de este curso es la página NadaEsGratis (de Fedea), en esa página escribe gente muy inteligente española de todos los rincones del mundo . Y recuerdo que yo ,como buen servidor, entraba a menudo en esa página hasta que un día publicaron un artículo a favor de la invasión indiscriminada de Libia, desde ese día no volví a pisar esas tierras.
Digo esto para reflejar como ya desde las cátedras se va drogando a la gente. Me gustaría que hicieras alguna alusión a este profesor (que por cierto era muy simpático).
Lean este articulo.
http://eleconomistalibre.blogspot.com.es/2012/04/criticas-al-laissez-faire-1.html
Saludos