La crisis ha puesto de manifiesto la naturaleza real del sistema político que tenemos. Más concretamente ha puesto de manifiesto que el sistema político actual no sirve para nada porque no es el espacio donde reside el poder. El poder, más al contrario, se encuentra en las grandes empresas y particularmente en la gran banca comercial privada y los multimillonarios fondos de inversión que ésta gestiona. Este poder económico es el que controla los mercados financieros y el que chantajea a los gobiernos exigiéndoles la aplicación de duros planes de ajuste que nadie ha votado.
La democracia ha quedado relegada a un segundo lugar o, más correctamente, ha sido desenmascarada. Saramago decía hace muchos años que vivíamos en una burbuja democrática donde el poder residía realmente en las grandes instituciones financieras internacionales, y la crisis no ha hecho sino darle absolutamente la razón. La democracia política, nuestra democracia, se revela ahora claramente como un elemento de marketing que disfraza y justifica una horrible dictadura: la dictadura del capital, del dinero y del «tanto tienes, tanto mandas».
Pero no hemos llegado aquí ni por casualidad ni tampoco de una forma inevitable. Y por eso mismo tenemos alternativas.
Cuando un agente económico (Estado, Empresa u Hogar) se endeuda lo que ocurre es que queda a merced del prestamista, que le exige una serie de condiciones. La clave entonces es entender por qué hemos llegado a endeudarnos tanto como para que nuestros acreedores (prestamistas) nos exijan la aplicación de tantas reformas. Para explicarlo debemos tener en cuenta dos aspectos. El primero, que la deuda pública ha crecido a consecuencia de la crisis y aún así se mantiene en niveles muy inferiores a los de otros países como Alemania y Francia y sobre todo Italia y Grecia. Por lo tanto la responsabilidad de que la deuda se haya disparado es de la crisis y de sus causantes, esto es, la gran banca comercial privada que es también la que se está beneficiando de los rescates bancarios y de los rescates a los países. El segundo, que el endeudamiento es necesario cuando la relación ingresos/gastos se vuelve deficitaria, y eso puede ocurrir bien porque los gastos son demasiado altos o bien porque los ingresos son demasiado bajos. Y España ha vivido varias legislaturas del Partido Socialista y del Partido Popular en las que se ha apostado sistemáticamente por rebajar la carga impositiva, es decir, por reducir los ingresos del Estado y favorecer a las clases más adineradas. Si tuviéramos más ingresos no recurriríamos tanto al endeudamiento que, por cierto, nos ofrecen las mismas entidades y grandes fortunas que han dejado de pagar esos impuestos.
Además, en los últimos treinta años de hegemonía económica y cultural del neoliberalismo los Estados nacionales han delegado parte de su soberanía a entidades supranacionales que, como la Unión Europea, están configuradas de una forma antidemocrática y donde la capacidad de decisión de los ciudadanos está muy limitada y además tiene que enfrentarse ante el poder más fuerte de los lobbys que pululan por Bruselas. Con ese estado de las cosas al final la voz del ciudadano queda ahogada en el mar de los intereses empresariales que hacen y deshacen sus leyes, directrices y recomendaciones supranacionales.
Pero de forma más preocupante los Estados se han deshecho de los instrumentos económicos que permiten a una sociedad decidir cómo quiere organizarse colectivamente. En primer lugar los Estados han regalado la gestión de la política monetaria a un grupo de tecnócratas con unas ideología muy determinada, la neoliberal. En efecto, el Banco Central Europeo es una entidad pública pero independiente del poder político y que no tiene que rendir cuentas ni siquiera ante el parlamento europeo. Sus técnicos se consideran a sí mismos los científicos asépticos e imparciales de la economía, cuando todas sus decisiones conllevan un sinfin de costes que están muy desigualmente repartidos. Incluso su mera concepción estatutaria implica una toma de partida por las clases dominantes. Y, en segundo lugar, los Estados han vendido y malvendido prácticamente todas sus empresas públicas justificándose en principios teóricos que luego no se han demostrado válidos.
Un Estado sin Banca Pública y sin Empresas Públicas está a merced de los poderes económicos, ya que carece del margen de maniobra suficiente para tomar las decisiones correctas y necesarias. De hecho eso es lo que estamos viendo en esta crisis, cuando los gobiernos tienen que limitarse a pedir por favor a los bancos comerciales privados que proporcionen financiación a la economía real. Pero estos bancos son conocedores de su poder y se permiten el derecho de chantajear sistemáticamente a los gobiernos, sin que éstos reaccionen. Lo mismo ocurre con las grandes empresas, ya libres de los obstáculos que suponen las regulaciones públicas y sobre todo las empresas competidoras públicas, que podrían ser referentes en materia salarial, ambiental o de inversiones productivas.
En efecto, desde 1985 hasta el año 2000 en España se han privatizado un total de 117 empresas públicas. El proceso lo comenzó el Partido Socialista, pero lo continuó de forma más agresiva el Partido Popular. Se vendieron empresas altamente rentables como Repsol, Gas Natural, Telefónica o Argentaria, y se mantuvieron las empresas menos rentables y que no encontraban compradores. Además en muchos casos se malvendieron a través de procesos discrecionales que incluían una valoración de los activos públicos muy inferior a la que deberían haber tenido, lo que suponía una transferencia automática de dinero desde el sistema público hacia la empresa privada. Todos esos procesos se justificaron haciendo alusión a la eficiencia, a la mejora de las ventas, y a la mejora general del funcionamiento general. Más de veinte años después del inicio de aquel proceso los estudios económicos revelan que todo aquello era falso (véase este artículo académico). La inmensa mayoría de las empresas no mejora ni en eficiencia, ni en productividad ni en el funcionamiento general. Y sólo lo hacen aquellas que han llevado a cabo procesos de reestructuración, lo que significa que el funcionamiento no está ligado a la naturaleza de la propiedad sino al tipo de gestión. O lo que es lo mismo, que si en vez de vender a empresas privadas se hubieran acometido reestructuraciones en el tipo de gestión, la organización productiva hubiera sido la misma que la de ahora pero el Estado tendría más de cien empresas públicas (y sus ingresos).
No obstante, la mayoría de las privatizaciones se hicieron para reducir el déficit y para de esa forma poder satisfacer los criterios de entrada a la Unión Europea. Los gobiernos sacrificaron ingresos futuros a cambio de ingresos actuales, y estos últimos de menor cuantía a la que se debería. Pero como digo también sacrificaron herramientas de control de la economía. Herramientas que permitirían ahora capear mucho mejor el temporal de la crisis.
Basta imaginar si el inmenso poder que tienen los mercados y los bancos sería el mismo en caso de que el Estado dispusiese de una gran Banca Pública y de un entramado rentable de Empresas Públicas. Es obvio que su fortaleza le haría mucho más inaccesible a los ataques de los mercados, que ven en la debilidad del Estado la oportunidad perfecta para explotar nuevas posibilidades de negocio. De hecho, si especulan contra Grecia, Portugal y España no es porque haya fuertes fundamentos económicos sino porque son elementos débiles en el espacio europeo.
Lo que podemos hacer es bien sencillo, pero requiere voluntad política para llevarlo a cabo. En primer lugar es urgente establecer una auditoría de la deuda pública. Liberar la carga financiera que llevan asociados los contratos ilegítimos con la gran banca y los fondos especulativos nos permite desactivar el chantaje de los mercados, puesto que nos deja menos expuestos a sus demandas. Y en segundo lugar hay que construir una verdadera banca pública que nos permita no sólo dirigir el cambio del modelo productivo sino también ejercer de contrapeso al enorme y excesivo poder de la banca comercial. Y luego tenemos que ir recuperando todas las empresas privatizadas, haciéndonos con el control del timón de nuestra propia economía y posibilitando el carácter democrático del sistema político.
Me ha encantado el post. No tengo ni idea de economía pero lo has dejado muy claro. El problema es que ningún gobierno, ni PP ni PSOE, va a hacer eso que propones y que parece tan sensato. Es angustioso ver que hay una salida a esto, al acoso continuo de los mercados, pero quienes tienen el poder de aplicar esas medidas no están dispuestos.
Gracias Alberto por lo pedagógico del post. ¿A qué te refieres exactamente cuando dices que el BCE estatutariamente toma partida por las clases dirigentes? Saludos.
Hola Agnóstico,
Pues porque en su fundación el Banco Central Europeo incluyó en sus estatutos que su preocupación sería únicamente el control de la inflación. La Reserva Federal, por ejemplo, se preocupa tanto de la inflación como del empleo. A veces sacrifica un poco de inflación por un crecimiento del empleo, y toma decisiones de política monetaria que garanticen el crecimiento del empleo sin atender demasiado a los problemas inflacionarios. El BCE no, pues lo único que le preocupa es el control de la inflación. Y la inflación es un problema económico, pero que afecta especialmente a los poseedores de dinero y particularmente a los acreedores. Cuando hay inflación el dinero pierde valor y las deudas se carcomen, lo que significa que quienes más dinero tienen y quienes prestaron el dinero salen perdiendo. Si yo me endeudo con el Santander por 20.000 euros (equivalente a un coche) y resulta que hay un problema inflacionario en la economía al final resulta que al cabo de un mes puedo deber mucho menos porque el valor del dinero ha caído y ahora debo el equivalente a una barra de pan. La inflación causa pánico en las clases dominantes y concretamente en las finanzas.
De nuevo muy clarito. Con sinceridad, muchas gracias.
Muchas gracias por la expliación y por enseñarnos estas cosas a los que no tenemos ni idea de economía.
Totalmente deacuerdo con lo que comentas sobre las privatizaciones de empresas publicas, pero yo añadiría que aparte de venderse a precios de risa, pierdes los beneficios y además ya sabemos como funcionan estas multinacionales que aprovechan todos los resquicios legales para pagar los minimos impuestos posibles, por lo tanto pierdes por partida doble, tanto los beneficios como los impuestos que no pagan…
El caso es que en nuestra sociedad se ha instaurado el pensamiento de que lo público no funciona, lo cual me parece totalmente falso, pero ya se sabe, una mentira repetida 1000 veces se convierte en verdad.
Alberto, por si no lo has leído, me parece un estupendo resumen de la situación:
Jaime Baquero – La consagración neoliberal
Muchas gracias, Alberto, por lo didáctico que resulta el artículo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en que es urgente fortalecer el Estado, sino cuanto más débil sea va a ser peor.Me pregunto qué dicen los políticos acerca de estas medidas, la gravedad de la situación exige altura de miras.
Perdona mi ignorancia, ¿Por qué el BCE no presta directamente a los Estados en vez de a los bancos?
Sin el control de la economía un país ni es soberano ni es democrático.
Estimado Alberto:
De nuevo gracias por tus clarificantes explicaciones sobre realidades económicas que los medios tradicionales se encargan de que no comprendamos verdaderamente, y de que nunca salgan a la luz alternativas diferentes a las neoliberales, es decir, distintas a las que interesan a los poderes económicos.
La gente que como tú, con su esfuerzo acerca la economía a la gente y nos hace ver que no se puede disociar economía de política, está realizando una labor social imprescindible para salir de la semiexcavitud a la que nos quiere someter el capitalismo financiero desregulado.
Gracias de nuevo Alberto…
Me fascina el modo con que desenmarañas lo que para algunos parece tan complicado.
Siendo consciente de la complejidad del tema me surge una pregunta que todavía no acierto a ver…
Si tanto las razones que forzaron esta situación, como las posibles soluciones para salir de ella son tan claras y obvias como expones; ¿cual crees que es la razón por la que no se toman medidas como las que expones? ¿porqué los gobiernos/estados no cogen el toro por los cuernos y actuan de manera radical para volver a tener al menos cierto control?
Desde mi insignificante posición lo que más rabia me da es intuir que hay soluciones viables y más o menos fáciles y que no se apunte hacia ellas caiga quien caiga. Solo me queda pensar en la inmensa corrupción de cierto nivel político que, en vez de fijar sus objetivos en tomar medidas reales, están manejados por el poder económico y solo miran por sus propios intereses personales.
Solo te animo a seguir bajando al nivel de los mortales y explicando las cosas de la misma manera. (En el post anterior, lo del coche y la barra de pan ha sido para enmarcar).
Respecto al artículo académico que citas, a mí no me parecen muy profundas ni concluyentes sus afirmaciones. Por dos razones: primero porque elegir un periodo temporal de -5 y +5 años respecto a la privatización de la empresa pública no me parece tiempo suficiente. Incluso aquellos que han gestionado un pequeño negocio propio o familiar saber que 5 años es nada, es el inicio, es el despegue o el hundimiento del negocio, pero no cuando se empiezan a mejorar realmente las cosas, se consiguen economías de escala o sinergias y mejores rendimientos. Si con un pequeño negocio es así, no digamos con megaempresas públicas con miles de empleados y/o clientes, proveedores, etc.
La segunda razón es que incluso si el artículo tuviera razón y la privatización de las empresas públicas no supusiera una mejora en el funcionamiento tras su privatización, puede que sea una evidencia empírica no de que la privatización es un fracaso, sino del fracaso de sus gestores particulares. No nos engañemos, no me parece que haya países donde el nivel de los gestores públicos y privados sea muy dispar. Es decir, allí donde hay buenos gestores públicos, suele haber buenos gestores privados y viceversa. Estoy hablando de que contamos, en España, con un nivel de gestores privados a la altura de los públicos: mediocres. Con la educación por ejemplo ocurre lo mismo. Resulta que un estudio de po ahí demostró que el nivel de la enseñanza privada está correlacionado con el de la enseñanza pública. Allí donde baja el nivel de la enseñanza pública, el nivel de la enseñanza privada tiende a bajar porque las escuelas privadas toman como referencia a las escuelas públicas. Somos un país de mediocres.
Cesar:
Para poder comprender por qué nuestros políticos no adoptan decisiones destinadas a paliar los efectos negativos de la crisis y del actual sistema sobre los ciudadanos, no hay que buscar en la corrupción política, hay que mirar hacia la «corrupción» de los propios ciudadanos, entendiendo por tal la renuncia del pueblo a exigir a sus políticos que se cumpla la Constitución, a que velen por el interés general.
Desde el momento en que un ciudadano acepta que un partido que lleve el nombre de socialista al tiempo que practica políticas de derecha está aceptando la corrupción del sistema.
Cuando nos despojamos de nuestro espíritu crítico y renunciamos a pedir cuentas a los partidos sobre el grado de cumplimiento del contrato social que firmamos a través del voto, estamos abriendo el camino a la pérdida de soberanía y a que los gobiernos defiendan otros intereses diferentes al general.
Rafael:
Sólo una cosa: que la gestión privada es mejor que la pública es un cuento que sólo se creen aquellos a los que les interesa. Pero lo que aquí se está tratando es que en base a razonamientos «peregrinos» se le quita al Estado la gestión o posesión de empresas con la merma que esto supone sobre su peso relativo en la economía de un país.
Cuando una empresa pública funciona mal, lo que hay que hacer (como todo en la vida) es buscar las causas y adoptar medidas para subsanar la mala gestión. Pero ni la gestión pública es mala de por sí, ni la privada buena por naturaleza. Hablán los hechos históricos.
Otra cosa son los sectores sociales empeñados en privatizarlo todo, utilizando para ello cualquier argumento.
Hay otra solución, si la baraja está marcada se rompe… o follamos todos o se mata a la puta… ademas creo que el estado sigue siendo el que ejercita el monopolio de la violencia, aunque los mercados detenten el poder práctico pero violencia no, esa es la que nos aplica el estado a nosotros, sólo tendría que cambiar el foco, no pago y que? os esperáis os pagaré cuando pueda y me salga del nabo… ya estamos tardando todos los paises de la cuenca mediterránea…
Estimado Alberto.
Mucha gente de izquierdas, como yo, nos hemos negado a votar al psoe o izquierda unida por ser mas de los mismo. Si toda la gente de izquierdas hacemos lo mismo en las generales de noviembre, ganará el PP. En general en España el votante del PP vota a su partido pase lo que pase, ciégamente ya que son votantes poco críticos con su partido.
Si hacemos lo que tu sugieres, dejar de votar a nuestros partidos, lo haremos sólo los de izquierdas, ya que los del PP si votarán, con lo cual llegaremos a un gobierno de mayoría Derechas.
Creo sinceramente que con un gobierno del PP no podemos esperar una gran revolución necesaria. ¿como planteas este problema?
uns saludo y gracias
Alberto,
Me alegro en no darte la razón en todo lo que te leo.
En tu respuesta discrepo en varios aspectos, aunque intuyo que planteas «esa corrupción ciudadana» porque crees que es la llave de una solución real. Yo al menos lo creo así.
Tengo que hacer dos matices claros a tu respuesta.
1) No puedes poner en el tejado del ciudadano la responsabilidad de la supuesta corrupción de la clase política. ¿No se supone que es la labor de los políticos gestionar, dirigir, legislar… para velar por el bien y la seguridad de la sociedad?
Es como si me dices que es responsabilidad del paciente que el cirujano le opere correctamente. Yo soy ingeniero y no tengo la capacidad de análisis en estos temas que podeis tener otros. Pero no me puedes llamar corrupto por no poder evitar la corrupción y la mediocridad.
2) Que un partido, en este caso de izquierdas (o socialista) practique medidas de derechas (conservadoras) no implica corrupción como yo la planteaba. Si bien es cierto que se deberían ceñir al programa y a los que representan, que para eso les han votado; la «corrupción» o «incapacidad» que yo no entiendo, es cómo se permite que el poder económico se salga del tiesto y no se pueda hacer nada. Me viene a la mente el tema de los controladores aereos. Cuando un colectivo va a perjudicar seriamente a la sociedad se toman medidas, como las de entrar en «estado de alerta». Entiendo que a este nivel es diferente y más complicado, pero quiero pensar que, probablemente con el respaldo de toda la sociedad, se pueda virar el rumbo de estos sistemas y tomar medidas de verdad eficaces.
En resumen.
¿Quién tiene la solución? El ciudadano!
¿Quien es corrupto? El politico y los altos cargos.
Cesar:
En efecto nosotros los ciudadanos no somos los responsables de las decisiones que toman nuestros gobernantes. Como tú dices, si ellos pidieron nuestra confianza para dirigirnos son ellos quienes han de responder de sus actuaciones.
Yo simplemente traté de dar mi modesta opinión a tu pregunta inicial .. «¿cual crees que es la razón por la que no se toman medidas como las que expones? ¿porqué los gobiernos/estados no cogen el toro por los cuernos y actuan de manera radical para volver a tener al menos cierto control?…»
Mi respuesta se puede resumir en «porque nosotros se lo permitimos»
Cuando hablé de corrupción de los ciudadanos no me estaba refiriendo a la acepción habitual del término, la relacionada con el poder y el dinero, sino a la renuncia de gran parte nosotros a cumplir el papel fiscalizador de la acción política que nos corresponde. Lo que pretendía señalar es que, entre otras cosas, hemos renunciado «pedir cuentas» a nuestros políticos por la acción de gobierno llevada a cabo, por el grado de cumplimiento de sus programas electorales, por no perseguir que España sea un Estado social (Art. 1 Const. Española), etc. Cada agente social tiene su responsabilidad, que no es la misma, pero que en mi opinión ha de ser ineludible.
Renunciar al análisis, al espíritu crítico, a la justicia democrática, es entregar el poder sin control. La democracia no se asegura sólo votando. Si no dejamos que un desconocido administre nuestras pertenencias, cómo no vigilar de cerca a quienes con sus decisiones condicionan nuestras vidas y las de nuestos hijos.
Esa es nuestra responsabilidad y si no la ejercemos y miramos para otro lado porque la realidad es muy «fea» o porque «ya no se puede cambiar» entonces nos estamos, en mi opinión, nos estamos corrompiendo como ciudadanos democráticos.
Alberto y otros nos dan soluciones. La historia ha demostrado con creces que dichas soluciones son viables. (Un ejemplo, Roosvelt y la ley Glass-Steagle).
Fdo.: Julio Cebreiro
Hola de nuevo,
Julio, perdón por referirme a ti como Alberto, que pensaba que era él quien contestaba.
Ahora sí que lo has clavado y no tengo ni un pero qué decir.
Por cierto, ¿los posts son tuyos también? ¿o de varias personas?
Es igual, chapeau!!
—- Paso siguiente: vale, nos hemos corrompido como ciudadanos y desertado de nuestro deber básico de fiscalización de los políticos a los que hemos votado. ¿Pero cómo? Fácil: desde hace poco más de 30 años (finales de los años 70) se democratizó la TV. Durante los últimos años, la media de consumo de TV en occidente (Spain incluído) es de 3h30m diarias por persona. En el último año en España, subió a 4 horas. Las consecuencias son espectaculares: dormimos 8h, trabajamos otras 8h; comidas varias: 1h30 o 2h; transporte: 1h mínimo; cuidados personales (WC, ducha, vestirse…) 1h mínimo. Llevamos una suma de cerca de 20 horas de tareas obligatorias o necesarias. Tiempo libre disponible para informarnos, pensar, controlar y presionar a nuestros gobernantes: 4 horas como máximo, pero… las dedicamos a la TV!!!! Estamos anestesiados.
—- Y tanto la TV como los grandes periódicos pertenecen a grandes accionariados que también poseen los bancos y otras grandes empresas, con lo que todas las noticias se seleccionan y redactan cuidadosamente para reflejar sus intereses comerciales y económicos. Pensad que para el 80% de la población, la ÚNICA fuente de información general es la TV, cuyos telediarios (telemanipularios , o espacios deformativos, como los llamo), si transcribimos a papel todo su texto, lo leeríamos en apenas 10 minutos en vez de en los 30min que nos hacen perder, con imágenes que raramente tienen interés real o complementario de la noticia.
—- Y las nuevas generaciones van dejando progresivamente la TV por otras fuentes de entretenimiento aún más adictivas que la TV por su interactividad pero igual de vacías: videojuegos, ver películas (descargadas), y navegación por redes sociales. Ah, y botellón los findes (y bastantes de ellos junto con tabaco y cannabis).
—- Desde la llegada de la hegemonía del televisor en el centro del salón, estamos aculturados al consumismo y la obsesión por trabajar extensivamente por conseguir más y más dinero, a costa de nuestra vida familiar (conciliación) y de conseguir un grado aceptable de serenidad (tiempo libre YA descansado = sin estrés) que nos permita percibir y gobernar nuestra propia vida. Como para encima controlar a nuestros políticos…
—- No influiremos sobre la economía y nuestros gobernantes si no nos deshabituamos de la TV, el fútbol, las noticias del corazón (del hígado, dice mi viejo), la parte chorra de Internet, y los videojuegos. Y como puede verse, estamos muuuuuuuy lejos de ello. ¿Cuántos de vosotr@s sóis capaces de pasar UNA semana sin TV? (Yo ni tengo en casa, seguramente por eso tengo tanto tiempo para escribir cosas raras de éstas… ;·)
—- Así a ojo, creo que hasta que no lleguemos a un paro de entre 35-45% de la población, no quebrará realmente el colchón de seguridad de la Familia Providencia (nuestro verdadero Estado del Bienestar), y el hambre dura no llegará a suficientes personas de clase media (las que tienen suficiente consciencia política) como para condensar un estado de consciencia ciudadana lo bastante masivo como para hacer palanca política real. E incluso así, apostad a que toda nuestra casta dirigente neoliberal (política y empresarial) se resistirá con verdadera ferocidad a ceder cualquier resorte básico de su «libertad desregulada».
—- Los 150.000 manifestantes del movimiento DemocraciaRealYa de la pasada mani del 19 de junio no somos nada comparado con los más de 22 millones de votantes conformistas de las últimas elecciones municipales, o los que votarán en las Generales del 20-N. No somos más que una diminuta semilla, muy lejos de la etapa de gran árbol, semilla que puede perfectamente morir, o ser adelantada por la semilla de movimientos populistas que degeneren en regímenes totalitarios. Queda mucho por ver y nada decidido.
—- No soy optimista: de todos los cambios sociales, el cambio cultural es el más difícil y resistente. Ni siquiera estoy seguro de que el hambre nos abriría la mente: los «Food Stamps» de USA se diseñaron para desactivar políticamente a los hambrientos, y se importarían a la UE.
—- Hasta que no se mueran varias de las actuales generaciones aculturadas por la TV, el consumismo, y la cultura del entretenimiento barato, es difícil que haya reemplazo por los suficientes ciudadanos lo bastante despiadados políticamente como para barrer esta Dictadura del Mercado.
Gustavo A.C. (lpdcnmddARRRROBAgmail.com)
(Para entender los efectos de la TV en el cerebro, leed el extraordinario artículo del Scientific American: «Television Addiction Is No Mere Metaphor», By Robert Kubey and Mihaly Csikszentmihalyi. feb.2002)
Amen GUSTAVO!
Gustavo:
De acuerdo con tu análisis y conclusiones acerca de la TV. No sólo no son tonterías sino tal vez la piedra angular de los poderes económicos y políticos(actualmente coincidentes) para mantener la alienación de la sociedad.
Pero, aunque el análisis invite al pesimismo, por favor no caigamos en él.
Mientras no lleguen líderes políticos dispuestos a luchar por el interés general, la prosperidad y justicia de los pueblos, debemos seguir denunciando los hechos, diciendo la verdad de las terribles consecuencias que para la democracia tiene el neoliberalismo, sus pretensiones de imponerse a la soberanía popular y desenmascarar a las instituciones que para él trabajan (BM, FMI, OCDE, BCE, UE, etc…), exponente máximo de la connivencia entre poder político y poder económico.
Que lo poco que queda de izquierda política tire la toalla es lo que está deseando el capitalismo neoliberal.
Keynnes no ha muerto. Sus ideas siguen escritas esperando a que alguien las ponga de nuevo en práctica adecuándolas a los tiempos y aderezándolas con sugerencias como las de ATTAC o J. Tobin.
Dicen que a Roosvelt le llamaban traidor desde la bancada republicana pues, procediendo de ella, había optado por el Keynesianismo para sacar a EE.UU. de la Gran Depresión.
Gracias Alberto, interesante artículo.
Pero yo vengo de vivir en una dictadura comunista y veo un problema en hacer una banca pública y tener un estado fuerte, y es que suele terminar generando dictaduras.
Durante casi toda la historia de la humanidad los estados han concentrado el poder al 100%, dejando poco a comerciantes y empresas. Y lo que ha ocurrido es que hay guerras control de estado, y el estado como institución ejerce un férreo control de las actividades económicas, que terminan empobreciendo a todos menos al ejercito y a su jefe (el dictador). Solo recientemente el capitalismo ha desactivado el poder estatal y lo ha transferido al poder de varias empresas y entidades transnacionales, pero comparado con el pasado no parece que sea un yugo mucho peor para el pueblo.
No me entiendas mal, claro que me gustaría que hubiera una banca pública, e intuyo que las empresas públicas podrían ser igual de rentables o más que las privadas, el verdadero problema no es ese.
El verdadero problema es más sistémico, y es que el comportamiento de los grupos humanos suele ser más caótico y des-estructurado que el de individuos o grupos pequeños bien enfocados y preparados, por ese motivo siempre un pequeño grupo termina aprovechándose de la gran masa de individuos.
No simplifiquemos las cosas, el reto al que nos enfrentamos es evolutivo: Desarrollar una inteligencia colectiva, una ética social, y una educación general que permita a las masas actuar con buen enfoque y efectividad ante los intentos de desestabilización de cualquier grupo.
Creo que el previo comentario de Alfredo esconde el kit de la cuestion. La avaricia y deseo de poder es un problema endémico en la raza humana. Vivimos en un mundo competitivo, donde se trata de ser o tener lo más posible, llegar a lo más alto.
Teoricamente las explicación económica de Alberto es posiblemente correcta, pero en el cálculo matemático no entra un factor muy importante, y es que los humanos buscamos el interés particular, y el poder acumula más poder, por tanto el tema no está en si el banco o la empresa sea pública o privada, porque tras estas instituciones se sienta una persona que toma las decisiones, decisiones que buscan o apoyan el interés de un grupo determinado.
El pez grande se come al pequeño, es la lucha por la supervivencia que nos ha traído hasta aquí.
Gustavo A.C.
Sólo soy pesimista en cuanto a la solución real de nuestra crisis (al menos la española) mientras el paro no sobrepase, digamos… un 35% de la población activa. A partir de ahí, habría la masa crítica necesaria de gente capaz de EXIGIR realmente (a cambio de no asaltar todos en masa el palacio de la Moncloa) un cambio económico (abandono del paradigma neoliberal por otro en el que TAMBIÉN se fomente el consumo y no sólo monotemáticamente la inversión).
— Por cierto, a Roosevelt no lo llamaron «traidor a su clase» por practicar el keynesianismo, sino por hacerlo financiándolo con una imposición…. ¡¡¡¡del 90%!!!!! a las rentas más altas. Y no era un comunista. Eso hace soñar… Comparadlo con Lo que Obama ha conseguido sobre la exención fiscal a los ricos frente a los republicanos, y entenderemos un poco más la distancia que nos queda hasta remontar la sima en la que aún estamos bajando.
En el capitalismo de masas se vive del futuro, normalmente del futuro imaginado por el pueblo y recreado a diario en la publicidad y demás medios de comunicación. La esperanza de crecimiento futuro ha sido el aval de muchos préstamos y movimientos financieros que tocan desde el gobierno de la nación hasta el ayuntamiento y el agricultor mas pequeño como si fuese la corriente sanguinea.
El problema es que los grandes bancos y fondos de inversión, adivinos por antonomasia, han visto que este futuro ya no es posible por falta de recursos, en concreto de petroleo; pero también de capacidad de producción. Sin un futuro que vender ya no hay capitalismo. Hace falta tener un gran futuro para hacerlo cachitos y venderlo al detalle; pero los adivinos ya no saben como será el futuro, o si lo saben no quieren decirlo.
Es estupendo la divulgación pedagógica que haces de una asignatura tan oscura para la mayoría como es la economía. Disfruto muchísimo leyendo cada una de tus post. Muchas gracias Alberto por la labor que estás haciendo.
Cuando en la Edad Media todos los reyes de Europa tenian «Deudas Soberanas» con los «Templarios» monjes geurreros y banqueros de la epoca y los Mercados financieros pusieron la prima de Riesgo imposible. ¿Saben como terminaron con la crisis? Acusaron a los Templarios de «Herjias» el tribunal logicamente los declaro culpables, asi que fueron expropiados sus bienes y aniquilados en la hogera. YA TIENEN LA SOLUCION DE LA CRISIS PARA 2012
Un Estado sin Banca, uq eyo sepa tenemos cantidad de «bancas» publicas, se llaman cajas de ahorros, y eran publicas (segun la comision europea) y son las mayores responsables de la crisis…
como siempre ignorando lo basico…