Han pasado ya bastantes días desde que conocimos los resultados de las últimas elecciones generales. Y ayer tuvimos la reunión del Consejo Político Federal de Izquierda Unida, en donde aprovechamos para reflexionar sobre el momento político y el futuro. Este texto que acompaño es mi informe definitivo, aprobado con un 80% de los votos a favor. Entramos en una nueva etapa.
Fortaleciendo el instrumento político
El pasado 20 de diciembre finalizó, por el momento, el largo ciclo electoral que había comenzado en mayo de 2014 con las elecciones europeas. Durante ese período se han dado dos procesos electorales anticipados (Cataluña y Andalucía), las elecciones municipales y autonómicas y las recientes elecciones generales. Para Izquierda Unida han sido muchos meses de enorme intensidad y campañas electorales muy complejas.
El balance final del proceso tiene sus claroscuros. Por un lado, Izquierda Unida-Unidad Popular consiguió el 20D casi un millón de votos en unas condiciones casi heroicas, con prácticamente todo en contra. No es este un ejercicio de triunfalismo, pues los resultados son claramente malos, sino la contextualización de los resultados dentro de las dificultades objetivas que enfrentábamos. La exclusión en debates televisados que han sido fundamentales en la toma de conciencia del voto, la hipervisibilidad de otras candidaturas, el doble llamamiento al voto útil y el estrechamiento del espacio electoral en la izquierda han sido rasgos notables de esta última campaña. Pero el trabajo incansable de militantes y simpatizantes ha permitido que vivamos una hermosa campaña, con una enorme movilización popular en los actos públicos y para la difusión de nuestras propuestas. El esfuerzo de tanta gente comprometida con un proyecto anticapitalista, rupturista, ecologista y feminista ha permitido que los resultados no fueran peores. Sin embargo, esos mismos resultados han sido filtrados por una injusta ley electoral que ha traducido el esfuerzo en únicamente dos diputados por la circunscripción de Madrid. En ese sentido, los resultados son claramente malos. Además, el casi millón de votos no ha sido suficiente para alcanzar el 5% en todo el Estado con lo que el grupo parlamentario está en juego en estos momentos. Ahora bien, en términos generales los resultados para nuestra organización son malos y representan en gran medida los errores del pasado, los deberes no hechos en los últimos años y los incumplimientos sistemáticos de los acuerdos adoptados por los órganos federales; entre ellos el de la llamada refundación.
En todo caso, los resultados de las elecciones muestran el debilitamiento del Partido Popular y del Partido Socialista, pero al mismo tiempo ponen de relieve la oportunidad perdida de una candidatura unitaria de las fuerzas por la ruptura democrática. Al fin y al cabo, el Partido Popular ha vuelto a ganar las elecciones y el bipartidismo tiene mayoría absoluta en escaños. Tras cuatro años de movilizaciones contra los recortes brutales del PP, los resultados generales son claramente insatisfactorios y deberían llevar a una seria reflexión en la izquierda.
La apuesta de Izquierda Unida por la unidad popular ha sido y es incuestionable. Mucho antes de afrontar el reciente proceso electoral Izquierda Unida dedicó todas sus energías a intentar un acuerdo de colaboración entre todas las fuerzas de ruptura. Durante varios meses mantuvimos encuentros con las alcaldías llamadas del “cambio”, con los partidos susceptibles de participar en un acuerdo de estas características y con los movimientos sociales que podrían apoyarlo. El escollo decisivo se encontró, finalmente, en la estrategia del actor con más expectativa de voto: Podemos. La decisión de la fuerza morada de presentarse en solitario a las elecciones cambió tras el conocimiento de los resultados de las elecciones municipales y autonómicas, el 24 de mayo. Sin embargo, su dirección mantuvo la firme intención de excluir a Izquierda Unida Federal de cualquier acuerdo; optaron, en cambio, por una serie de alianzas tácticas en determinados territorios. Así, Podemos llegó a acuerdos con otras fuerzas únicamente en Cataluña, Galicia y País Valencià; y en dos de esos territorios participando nosotros también. En el resto, las conversaciones con Podemos no llegaron a fructificar en un acuerdo de colaboración porque la máxima aspiración de la fuerza morada era incluir a varios candidatos de Izquierda Unida en sus listas electorales como independientes, desestimando al resto de la organización y a su cultura política. En esas condiciones de no reconocimiento de nuestra organización y cultura fue imposible llegar a un acuerdo satisfactorio para la sociedad, algo que sí había sucedido, por ejemplo, en Cataluña o Galicia.
Los resultados han demostrado que teníamos razón. Una fórmula de colaboración como las que se dio en Galicia o Cataluña es un mecanismo capaz de doblegar al bipartidismo y romper la dinámica de las últimas décadas. Por eso, la apuesta de Izquierda Unida por la colaboración electoral se mantendrá en el tiempo; porque es la única vía para la transformación social efectiva.
Aún sin un acuerdo global para una candidatura unitaria, el trabajo que se ha dado en la candidatura de Unidad Popular debe valorarse muy positivamente. Esta experiencia ha servido para seguir tejiendo complicidades entre las gentes que optamos por un proyecto rupturista y que sin embargo no militamos en las mismas organizaciones. El trabajo, codo con codo, con gentes de otras organizaciones y en torno a un programa político común ha sido una experiencia muy satisfactoria. Al mismo tiempo, ha sido la candidatura más coherente con el programa democratizador; ha sido, por ejemplo, la única candidatura en elegir a todos sus candidatos y candidatas en primarias abiertas. No obstante, debemos señalar también que la experiencia de la candidatura de Unidad Popular ha sido desigual a lo largo de todo el Estado, y que no en todos los territorios se ha logrado sumar a gente que trabajaba fuera de las coordenadas de Izquierda Unida.
Composición de parlamento y gobierno
Como hemos dicho, no hemos obtenido un porcentaje de votos suficiente para conformar automáticamente un grupo parlamentario. Sin embargo, esta decisión final depende de la interpretación que haga la Mesa del Congreso, la cual se constituirá el próximo 13 de enero. En anteriores legislaturas se han hecho excepciones que han permitido a candidaturas con menos de un 5% de los votos tener finalmente un grupo parlamentario propio. Buscando ese objetivo, estamos explorando todas las posibilidades técnicas y estamos hablando también con todas las fuerzas políticas. En términos de visibilidad, y de presencia parlamentaria en general, sería muy deseable contar con un grupo parlamentario propio. Además, consideramos que en términos de votos absolutos es además lo más justo.
De la misma manera, celebramos que tras las elecciones haya mayoría parlamentaria suficiente para aprobar determinadas leyes que son imprescindibles para las clases populares, así como para derogar leyes injustas puestas en marcha por el PP en estos últimos cuatro años. Con voluntad política suficiente, leyes como la LOMCE, la Ley Mordaza o la última reforma laboral podrían ser derogadas en unos meses. Y con la misma voluntad podrían ponerse en marcha planes de empleo público, paralización de los desahucios y un plan de emergencia social absolutamente imprescindible para las clases populares. Sin embargo, observamos atónitos cómo en vez de hablar de estas posibilidades tanto PSOE como Podemos permanecen enfrascados en riñas de poder que están desconectadas de los intereses de la mayoría social. Pensamos, asimismo, que la convocatoria de unas elecciones anticipadas sería una gran noticia para el Partido Popular, quien por cierto observa con inmensa placidez la incapacidad de diálogo a su izquierda. Por todo ello, creemos necesario un ejercicio de responsabilidad con los votantes y ciudadanos que más sufren la crisis y apostamos por un diálogo sincero y transparente sobre las necesidades sociales más acuciantes que podrían resolverse en poco tiempo. Nuestro programa es la aportación que hacemos al entendimiento, y sobre esa base cualquier otra fuerza política podrá encontrarnos en el diálogo.
Nueva etapa para IU
Es tiempo para repensar la izquierda y tiempo para hacer balance de lo sucedido en los últimos años. A nuestro juicio, Izquierda Unida ha jugado durante décadas un papel imprescindible en la defensa de los intereses de las clases populares. Y aunque ha habido errores y cosas que no se han hecho bien en este tiempo, lo cierto es que en general IU es un instrumento del que estar orgullosos. Porque nuestra organización es ante todo la gente que se patea las calles en la búsqueda de un mundo más justo, y en la lucha concreta contra las injusticias en el mundo laboral y social.
No obstante, toca adaptarse a una nueva fase política y económica en nuestro país. Una nueva fase caracterizada por la crisis orgánica, los parlamentos más fragmentados de la democracia y un escenario de crisis económica que no ha acabado sino que, de hecho, puede volver a empeorar. Las condiciones materiales de vida de la gente siguen deteriorándose, mientras las nubes de una nueva crisis financiera y económica asoman en el horizonte. Y este año, en el que se celebrará la XI Asamblea Federal de IU, es una oportunidad para afrontar esos retos y saber adaptar nuestro instrumento a los cambiantes tiempos que vivimos.
Tenemos que repensar la izquierda no para buscar un “nicho de mercado” como si en vez de una organización política fuéramos una empresa y en vez de dirigentes fuéramos directores ejecutivos. Queremos hacer política, y eso implica preguntarse por todo lo que ha cambiado en nuestra sociedad en estos años. Pues ha cambiado la base material de nuestra sociedad, un país roto incluso generacionalmente, con una autopercibida clase media que al hundirse se deja atraer por la fantasía de una vuelta al pasado y con una sociedad donde el imaginario social y político ha cambiado radicalmente. Estos son algunos de los rasgos del nuevo contexto político en el que nos inscribirnos y para el cual debemos tener un instrumento adecuado.
No obstante, tenemos que estar alerta. En primer lugar, alerta frente a las llamadas al repliegue y a la ceguera política, que son una invitación a la marginalidad política. Ignorar los cambios en nuestra sociedad y la necesidad de repensar el momento político es parte del plan de quienes quieren refugiarse en una suerte de caverna platónica en la que sólo se ven sombras de lo que se fue y en la que ninguna luz muestra futuro. Pero también alerta frente a quienes creen que las promesas del cambio pueden materializarse a través de organizaciones políticas distintas, sean PSOE o Podemos. Ninguno de estas dos organizaciones son, a nuestro juicio, los instrumentos que necesitan las clases populares. Nuestra tarea debería ser fortalecer nuestra organización como instrumento autónomo y radical, que va a la raíz de los problemas, y desde ese espacio colaborar electoralmente con otras fuerzas en la medida en que esos acuerdos puedan ser positivos para la transformación social. Y desde luego nunca desde un ejercicio de subalternidad.
Estamos ante una situación excepcional, y eso supone ir a una asamblea excepcional. Una asamblea que sea no el punto final sino el principio de algo más grande. Una asamblea para estar a la altura del momento político.
El compromiso de la militancia de Izquierda Unida está con la transformación social y con un proyecto de ruptura democrática que nos permita construir un nuevo país desde las coordenadas ideológicas del anticapitalismo, el feminismo y la ecología política. Por eso consideramos imprescindible seguir apostando por la unidad popular, recogiendo lo mejor de las experiencias vividas en los últimos años y proyectando hacia el futuro nuestra capacidad de transformar la realidad. No podemos olvidar que la unidad popular se construye en la movilización social y en las calles, y eso es parte esencial de nuestro proyecto político. Para eso es fundamental que iniciemos acciones y movilizaciones que permitan que nos encontremos con más gente en la política y no en los discursos; que nos permitan luchar contra las injusticias desde la acción y no sólo desde las diferentes instituciones.
En ese sentido, debemos seguir colaborando y contribuyendo a fortalecer los espacios de unidad popular que ya existen, al mismo tiempo que debemos potenciar otros nuevos a fin de que en un horizonte de tiempo lo más cercano posible la colaboración de las fuerzas de ruptura democrática sea una realidad efectiva.
Creemos fundamental que la colaboración entre las fuerzas de ruptura se de desde el reconocimiento de la diversidad, pues es la única forma posible de aprovechar las sinergias políticas. En nuestro país, plurinacional y diverso, convivimos muchas organizaciones de izquierdas que tenemos nuestra propia cultura política y nuestras propias ambiciones sociales; nada de eso debería ser un inconveniente para tejer lazos de colaboración electoral y no electoral. Al contrario, la potencialidad que encierra una colaboración así es algo que no deberíamos desaprovechar.
Así, creemos que toca dos tareas simultáneas.
La primera, fortalecer nuestro proyecto político adaptando nuestra organización a los tiempos que realmente vivimos. Construyamos una organización más democrática, ágil, flexible y capaz de incidir con mayor eficacia en los conflictos sociales y políticos. Fortalezcamos ideológicamente nuestro instrumento, pues seguimos considerando que la solución a los problemas del país vienen desde la izquierda y desde una perspectiva de clase. Aprovechemos la oportunidad de la próxima Asamblea Federal y hagamos un proceso ilusionante que nos permita sentirnos aún más orgullosos de nuestra organización.
La segunda, contribuir a construir los espacios de unidad que ya existen, promoviendo su fortalecimiento. Aprendamos de la extraordinaria campaña electoral en la que hemos sabido trabajar con otros distintos a nosotras, y aprendamos de todos los momentos en los últimos años en los que la colaboración entre diferentes actores, y siempre en torno a un programa común, ha permitido victorias para las clases populares. El horizonte de todas nuestras acciones debe ser la colaboración entre las fuerzas de ruptura. Tanto en lo electoral como en lo no electoral.
Salud y República.
Alberto Garzón Espinosa
9 de enero de 2016
Grandísima reflexión, cargada también de autocrítica. Tras el 20D, lo que se ha originado es una auténtica partida de ajedrez entre los partidos más grandes, viendo quien sale más o menos perjudicado a tenor de los pactos que se realicen. Esto es absurdo: lo que hay que hacer, es poner en marcha la legislatura y trabajar para recuperar los derechos de los ciudadanos, asegurar y mejorar derechos sanitarios, sociales, educativos y laborales. Como bien dices, Alberto, es más bien un problema de voluntad política y de inmovilismo: IU, Podemos, PSOE, si son capaces de apartar diferencias y negociar en los puntos de emergencia social, serían capaces de poner en marcha un gobierno cuya prioridad sea el bienestar y progreso de la sociedad, no de los mercados.
Ciertamente es un momento clave para repensar la izquierda, la verdadera izquierda con los principios sociales que siempre había mantenido el partido comunista en su origen.
No creo que la estrategia marketing de llamarse de una manera o de otra sea el objeto de un debate de ideas, aunque es indudable que puede ayudar a captar futuros votos, sino la verdadera posibilidad de alcanzar el bienestar social a través de un Plan Económico viable…
Y relanzar la Economía no es una exclusiva ni del PPSOE ni de Podemos…y el partido comunista puede presentar al pueblo alternativas reales y viables para mejorar su calidad de vida y acabar con el paro.
No es momento de hablar de cooperativismo, pero quiero recordar que el «New Deal» de Roosevelt permitió recuperar a un país utilizando este concepto…
La Economía es la solución para reinventar el futuro social/comunitario/cooperativista…
Saludos
Me parece muy exigente, sensible y plausible esta postura. No aclaras la posición de todos los votantes de UNIDAD POPULAR, que allí, donde nos ha tocado votar hemos podido hacer lo propio y hemos votado UP. No somos de Izquierda Unida, pero somos de Izquierda y Republicanos. A propósito de Republicanos. Creo que en la Campaña de las últimas Elecciones, no se hizo una defensa de la República, ni ahora en tu escrito. NO HAS MENCIONADO NADA NI DE LA REPÚBLICA, NI DE LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA Y MENOS DE SU INCUMPLIMIENTO POR PARTE DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS. Lo dejo ahí. ¿Tu no crees Alberto Garzón Espinosa, que si hubieras hecho más incapié en este tema, hubieras alcanzado más votos?. SALUD Y IIIª REPÚBLICA.
Hizo hincapié en el tema en el debate a 9.
En varias ocasiones habló sobre república, siempre indicó que up era republicano.
Y el programa de unidad popular era un sueño en cuanto a justicia para las víctimas de franquismo, con muchísimasbmedidas de memoria histórica detalladas y específicas.
Hola, muy bonito todo y totalmente de acuerdo. Pero tú sabes realmente cómo es la organización en la que militas? Sabes como es la vida del militante de base en pequeñas agrupaciones donde no participas en nada, donde en el momento que intentas iniciar un debate eres una toca cojones y donde no se informa a los militantes no vaya a ser que no salga lo que yo quiero? Donde lo que importa es tú nombre y no tus ideas y por ser una mujer trabajadora con hijos no eres un buen candidato porque no vas a tener tiempo? Mientras que en esta organización a cualquier nivel los nombres sean más importantes que las ideas no se conseguirá nada. Salud y república compañero.
Por supuesto no ponga en duda que en mi localidad se vaya a la asamblea sin un debate tanto a nivel local como autonómico y que en caso de producirse será entre los 20 del Cp puestos a » dedo»
Me parece clara la reflexión, emotiva y analítica. UP-IU, debe continuar dentro de un espacio más amplio, sin perder, como se ha comentado en uno de los párrafos, la identidad. Creo que en una futura unión con el principal sujeto, Podemos…-aunque me encantaría que también hubiera otras fuerzas con sello más soberanista y de talante local (pienso en Galica, Euskai, Catalunya…- debería comenzar por un gran pacto de confianza,de una coordinadora de grupos donde cada uno de ellos tuviera su espacio propio. En la unidad está el éxito pero también en la pluralidad, y esto, creo, que lo saben en la formación morada aunque les cueste asumir esa perdida de poder, pues tampoco han logrado conseguir todos sus propósitos, ya que por sí solos, no consiguen las metas.
Por otro lado, UP-IU, es una formación con un activo aún, muy grande, y con una gente que se involucra y actúa. Sabemos que el tiempo de la sociedad ha cambiado, que los colectivos sociales y el activismo se ha pronunciado en gran parte de la sociedad… las asociaciones de vecinos, las asociaciones culturales… los desempleados, todos han tomado cartas en el asunto. Es decir, la ciudadanía exige un nuevo tipo de política y de participación en la calle, pero en todas esos colectivos hay gente de UP-IU y que UP también es abierta a ellos, siempre hemos tenido sentido de gente, diría más, de barrio. Ese es un activo muy grande… en un futuro yo recomendaría, a modo de ejemplo gráfico simpático, una coordinadora amplía, un frente amplio, pero donde existiera una aldea de irreductibles galos que se llamara UP-IU, Pues nuestro colectivo también tendrá una evolución, por supuesto, pero el ejemplo de resistencia y desarrollo sobre este fuego, quizás pequeño, pero activo, puede ser el germen de un futuro fuego. Y sí, la renovación interna ya se está desarrollando, este último año ha sido durísimo pero ha servido y está sirviendo para recomponer.
Un buen marco en el que debede desarrollarse la actividad y reorganización de IU,que me hace seguir confiando en Alberto Garzón, el valor más solvente actualmente en la izquierda española, porque coincido plenamente con su análisis, incluida la crítica por los errores pasados. Sin embargo, dependerá de como se aborde la reorganización y toma de decisiones para culminarlas con éxito: aquí apunto que será fundamental, para hacer creíble el cambio, dar participación en el proceso, también a los simpatizantes mediante Asambleas abiertas.
Esperemos que las estructuras territoriales taifales asuman las conclusiones recogidas en los 4 últimos párrafos del informe, que para mí son las dos caras de una misma moneda y que sin la una no tiene sentido la otra. La una sin la otra darían como resultado una nueva fallida moneda.
Desde la distancia que me da el no pertenecer a IU, quiero aportar algunas ideas
para un mejor/mayor repensar de IU/UP
El informe de Alberto es una faena de aliño, sin profundidad y lleno de contradicciones
No entra en los resultados de las elecciones del 20D
Se contradice diciendo «Tras 4 años de movilizaciones, los resultados generales
han sido claramente insatisfactorios y deberian llevar a pensar en una sería
reflexion de la izquierda»
Para a continuación desdecirse con la frase
«Los resultados han demostrado que teniamos razón»
Dice una frase cuando menos matizable
«Al no reconocer la formación morada, a nuestra organización, fue imposible llegar
a un acuerdo satisfactorio para la SOCIEDAD»
Hombre, a la SOCIEDAD en general, le daba lo mismo el acuerdo entre PODEMOS
y UP, ya que 20 millones de personas, no votaron ni a unos ni a otros
A la SOCIEDAD de PODEMOS, le molestaría algo que no se integrasen en sus listas
gentes valiosas de UP, pero más les preocupaba, el llevar las siglas IU en las
papeletas.
Los resultados de PODEMOS, 5 millones y 69 diputados, avalan esa decisión
Los comentarios (4) escritos hasta ahora, no hacen ninguna crítica, aplaudiendo
el discurso de Alberto
Si acaso Mark, pone el dedo en la llaga de por donde deben ir los tiros
IU esta desfasada, obsoleta y anclada en sus dogmas
No ofrece nada a la Sociedad, que le sea atractiva
Mark dice de alcanzar el bienestar social a raiz de un Plan Económico viable
Alberto hace tiempo propuso el TSG, pero sea porque no está muy convencido
lo dice en petit comité y no lo publicita suficientemente
3 años lleva ya con ese tema sin entrar a fondo
Debería concentrar todos sus esfuerzos en dar a conocer este Plan de Empleo Social
Debatirlo; Contrastarlo con la RB
Y olvidarse de luchar contra los molinos/gigantes del Capital; Monarquia e Iglesia
Tenemos que crear empleo. No se ha creado nada en 4 años de PP, y vamos a precarizarlo más
Es lo único importante
Solo asi, volveran a mirar a IU (ó como caño se quieran llamar) con interes
Saludos
Enhorabuena Alberto y equipo por la labor en IU.
Mantienes en muchos de nosotros, simpatizantes – votantes, la ilusión en un proyecto honesto, consecuente y auténtico.
Comparto la idea de repensar el proyecto, pues, es un ejercico sano el evaluar los resultados, valorar las posibles actuaciones y emprender aquellas que permitan mejorar la organización respetando los valores de la misma.
Mucha fuerza y mucho ánimo!!
El informa que nos presenta Alberto, va en consonancia con el post anterior que tantos comentarios provoco, «la izquierda en la que yo creo»; lo que muestra cuando menos coherencia.
Resaltaría varios elementos incluidos y otros por avanzar:
UNO. La necesidad de que las gentes de izquierdas para promocionar sus ideas, esten organizadas, tengan sus propias herramientas organizativas de intervención para transformar la realidad.
DOS. Qué la diversidad existente entre las izquierdas alternativas, requiere de instrumentos, espacios de encuentro de las diferentes sensibilidades de izquierdas, que a su vez permitan la incorporación o colaboración con otras opciones, que sin ser de izquierdas sean rupturistas.
TRES. Qué la alternativa de modelo social, democrático y económico a impulsar, debe sustentarse sobre la base social que sufre la involución del capitalismo actual en Europa: clases medias y trabajadoras. Lo que implica vías de democratización de la economía, política y vida civil (más allá -en lo económico- de la titularidad estatal y el control democrático de sectores estratégicos de la economía, aunque los incorpore como medio instrumental).
CUATRO. La radicalidad democrática o sistemas de primarias, nunca pueden provocar como resultado, la anulación de la diversidad. Por ello, deben arbitrarse los mecanismos políticos y participativos, que impidan mayorías que lapiden a minorías, no sólo en la representación personal -en procesos de primarias-, sino también en la expresión o inclusión de las diferencias políticas, primando siempre como medio de decisión el consenso.
Las inercias y dinámicas conservadoras son lógicas, pues todo cambio implica cierta incertidumbre, por ello, el papel de la dirección federal y de federaciones en el impulso de la suma, respeto y reconocimiento de la diversidad deben estar a la altura del momento. Dichas directrices o mecanismos -a aplicar por las diferentes direcciones, con el impulso del federal y/o federaciones, deben ser legitimados en procesos participativos-.
QUINTO.- Es importante la propia participación de organizaciones hermanas, amigas de UP o integrantes de la misma, en el proceso asambleario de IU.
El proceso asambleario de IU, debe ser no sólo una experiencia vivida desde el interno de IU, sino interacción de la izquierda alternativa. Salpicada no sólo de eventos internos, sino de actos de encuentro, charlas, debates, conferencias de otras visiones hermanas.
SEXTO. -GOBERNABILIDAD- La gobernabilidad en España hoy pasa por responder a las diferentes pulsiones de cambio que anidan en nuestra sociedad, sin duda alguna las recogidas en la propuesta son necesarias; pero no cabe duda y así lo recoge IU, responder a la pulsión de organización del Estado, recogiendo demandas y estableciendo puentes con las fuerzas nacionalista, es dar alternativa a la convivencia en el Estado de todos los pueblos de España, e incorporar a tod@s al futuro del mismo. Por ello, incluir explorar consensos que fomenten la hurdidumbre y convivencia de todos los pueblos de España, con l@s nacionalistas y en especial con l@s independentistas catalanes, es de vital importancia no sólo para un acuerdo de gobernabilidad alternativo al PP, si no para una nueva visión de Estado más diversa y plural. No comprender el papel de dicha alianza que alumbra un nuevo modelo de Estado, es dejar campo abierto a las opciones del PP y a los sectores neoliberales en anidan en el PSOE.
SEPTIMO. -NO SE REFUNDA LO QUE SE FUNDA DE LA MISMA FORMA-. La credibilidad de un impulso nuevo, no depende del mayor énfasis o decibelios en las mismas palabras, manidas de reiteradas y desvalorizadas. Sino que revalorizar las mismas, depende, requiere no sólo de nuevos rostros, sino de nuevas formas desde los inicios, desde el EJECUTAR LA ACCIÓN DE INCIO, RESETO O REFUNDACIÓN. NO SE REFUNDA LO QUE SE FUNDA DE LA MISMA FORMA.
En dicho sentido, la radicalidad democrática requiere avanzar en horizontalidad, empoderamiento, de abajo arriba; ello no se satisface con una encuesta a la militancia o simpatizantes. Sino que requiere arbitrar instrumentos de participación horizontales, en la elaboración, debate y decisión del proceso asambleario (tanto presencial como telemático).
SEPTIMO. A. -Ya con ocasión de un debate anterior, se arbitro un medio telemático para debatir horizontalmente en IU; vari@s de l@s que allí participabamos, requerímos de la dirección saber en que forma influiría aquella participación, e implementar dicha vía de participación.
Promocionar la participación, pasa por empoderar, hacer protagonistas a las gentes. Ello requiere hoy de instrumentos telemáticos, que al menos permitieran organizar el debate libremente en la red-con transaccionales, enmiendas parciales o totales etc., con sus propias votaciones en red-; de forma que pudieran ser tratadas cara a la Asamblea Federal como si de las propuestas de una Federación Territorial se tratara; asegurando la presencia de l@s portavoces que en la red se hubieran determinado, para su defensa en comisiones y plenos de la Asamblea Federal.
Como se decía no se refunda lo que se funda de la misma forma, y no hay mayor credibilidad a las palabras que los hechos o acciones.
Sólo desde esa forma de entender la radicalidad democrática: en términos de empoderamiento protagónico de abajo arriba; de respetar y discriminar positivamente a las minorías, para recoger la diversidad y visibilizarla, en lugar de anularlas por integración. Seremos capaces de construir un instrumento de encuentro del activismo rupturista de los pueblos de España, como espacio de continuidad entre lo político y social, lo reinvindicativo e institucional, un auténtico movimiento socio-político.
IDEOLÓGICO, estamos viviendo tiempos históricos, que en la involución del capitalismo rompen esquemas, reglas y alianzas sociales anteriores, alumbrándose otr@s nuev@s. Estos tiempos vienen determinados por una contradicción que alumbra una alianza entre clases medias y trabajadoras (mayoría social europea), frente a las oligarquías autóctonas y transnacionales.
Como antaño alumbraron nuevas alternativas los cambios operados por las revoluciones industriales…, hoy los avances tecnológicos también anuncian saltos cualitativos en las alternativas sistémicas. Saltos que aunan la necesidad de democratizar la vida social, política y económica, no sólo desde la perspectiva formal, sino también desde la estructural, material y del conocimiento; extendiéndose a la producción y distribución de gran número de bienes, servicios y fuentes de energia.
El Feudalismo capitalista fundado en el privilegio político-institucional, es el garante de un sistema de competencia hiperimperfecta; altamente concentrado en su capacidad de decisión, en beneficio particular de cada vez menos; ineficiente económica, ecológica y humanamente; generador de pobreza y desigualdad, mientras alimenta la acumulación en pocas manos, de la escasa reproducción de capital real.
Su privilegio como el feudal, es de origen político-institucional, basado en el control de grandes cantidades de capital, cuya tenencia asegura su reprodución y acrecimiento, con su consiguiente influencia político-institucional.
Democracia o Barbarie.
http://www.cuartopoder.es/tribuna/2016/01/09/vayan-sacando-el-dinero-de-la-bolsa/8029, un artículo del que resalto su final: «Estamos ante una clara crisis del sistema y modelo de acumulación financiera basado en el uso de derivados para generar rendimientos a la enorme liquidez ociosa del planeta.»
Sobre todo me quedo con la enorme liquidez ociosa del planeta, sin dicho exceso de liquidez no se entendería el inicio del repunte en la construcción; cuando la oferta de viviendas en todos los segmentos, turísticas, segundas residencias, rurales, urbanas, supera en mucho la demanda.
Tenemos exceso de liquidez y de endeudamiento en los agentes productivos -familias, empresas productivas, instituciones públicas-; que unido a falta de control del sistema financiero, lleva a alimentar nuevas burbujas financieros sobre activos diversos, para revalorizar dicha liquidez. Ergo, más inestabilidad, profundización de la acumulación por desposesión (vía crédito-deuda y socialización), más desigualdad y empobrecimiento.
¿Hasta cuando?. No es un problema de corrupción, que también, sino de sistema con estructura Ponzi, o estafa piramidal, que de continuar no queremos saber a donde nos llevara. ES ESTAFA, NO CRISIS, encierra parte de la verdad sistémica en que nos hayamos.
Democracia o Barbarie.
El análisis me parece lúcido en cuanto descripción de la situación social y económica y apuesta por la propia organización y visión.
Por lo demás: Hay otras opciones válidas con que colabora? Sólo cuidadosamente elegidas.Ante una población sólo aparentemente indignada, cómo darle conciencia de los verdaderos cambios? Qué estrategias son adecuadas al extraño capitalismo actual? Creo que aún no podemos responder.
Keynes estudió que los mercados no generarían automáticamente el pleno empleo y que durante las crisis económicas podría haber largos periodos de paro a gran escala. Sostenía que el Gobierno tenía el deber de aliviar el sufrimiento de los parados aumentado la demanda agregada de bienes y servicios. Y esta fórmula fue la aplicada por Roosevelt en su «New Deal»…
“No hacemos nada porque no tenemos el dinero necesario”, decía Keynes en 1930 a un comité gubernamental que investigaba las causas de la crisis económica. “Pero es precisamente porque no hacemos nada por lo que no tenemos dinero”.
Como el PPsoe en España no es Keynesiano, la propuesta de una izquierda coherente debería serlo…
Saludos
Gracias por presentarnos tus conclusiones Alberto. No me producen todo el entusiasmo que esperaba, pero imagino que las cosas despacito y con buena letra. Quiero decir que confío en que finalmente se rompa con la burocracia que envuelve al partido, se haga una reflexión profunda sobre las estructuras provinciales y sobre quienes se han estado beneficiando muchos años del dinero de los militantes de base. En definitiva, que se ataje el problema desde abajo, desde las asambleas locales, pasando por las provinciales y autonómicas hasta llegar al consejo federal.
Gracias.
Viendo lo está haciendo y dicendo Podemos… Tu coherencia, tu compromiso y la trasparencia en los valores de izquierda y democráticos que estás presentando me hacen animarte a que sigas con tu trabajo. Si conseguimos que cambie la ley electoral con el millón de votantes de IU (y los que pueden venir de Podemos) cuando empiecen las desilusiones … otro campo de acción se abrirá. Animo y adelante.