Las llamadas leyes del mercado no operan en el vacío sino que se encuentran siempre institucionalizadas, es decir, sujetas a un conjunto de reglas, normas, leyes, valores y costumbres que operan como su límite. En consecuencia, hablar de tal cosa como el libre mercado es tanto una exageración como una utopía. Es una exageración porque siempre hay, aunque sea en grado reducido, algún tipo de regulación. Y es una utopía porque, como advirtió K. Polanyi, cualquier avance de ese mercado autorregulado pone en riesgo el orden social y genera un contramovimiento de protesta/protección que acaba por neutralizarlo.
Afortunadamente, en nuestras sociedades constitucionales la dinámica del mercado está limitada por las normas jurídicas, siendo la Constitución la norma suprema. De no organizarnos así estaríamos aún más expuestos a los caprichos irracionales del mercado, que todo lo sacrifica en aras de una ganancia económica cortoplacista. Las Constituciones, primero, y las leyes, después, moldean y constituyen el diseño institucional en el que vivimos como sociedad. Dicho de otra forma, constituyen las reglas de juego.
Y es cierto que la lucha social, ejercida por los trabajadores, ha conseguido históricamente modificar esas reglas de juego en su favor y consolidar en ellas garantías constitucionales que en otro tiempo no existieron (tanto derechos negativos, tales como el derecho a la libertad de expresión, como derechos positivos, tales como el derecho a las prestaciones sociales). Lo que sucede es que también el desarrollo capitalista requiere la permanente adecuación de estas reglas de juego, las instituciones, a sus propias necesidades. La fuerza salvaje de la lógica capitalista presiona constantemente sobre las instituciones, convirtiéndolas en ineficientes de facto. Este fenómeno de «fuerzas encontradas» permite estudiar las constituciones, y las leyes, como la cristalización de una determinada correlación de fuerzas, en un momento histórico dado, entre trabajo y capital.
De ahí que la reciente avalancha de reformas legislativas, e incluso constitucionales, tenga que ser interpretada como parte de la ofensiva del capital contra los derechos conquistados previamente, es decir, contra aquellos que había logrado afianzar el movimiento obrero. Sólo en España se han aprobado 44 Reales Decreto-Ley en el año 2011, 29 en 2012 y 14 en 2013. La reforma constitucional de 2011 fue, de hecho, una exigencia bastante clara del capital al institucionalizar la prioridad de la devolución de la deuda pública a los mercados por encima de cualquier cosa[1].
Algunas de las nuevas leyes tienen que ver directamente con el proceso de circulación del capital, como son la decena de leyes destinadas a rescatar el sistema financiero o las distintas reformas laborales, y mantienen como objetivo servir a la configuración de un nuevo modelo de crecimiento económico basado fundamentalmente en la precariedad laboral y las ganancias de competitividad derivadas de devaluaciones salariales. Otras leyes han sido aprobadas con propósitos indirectos, como la ley de seguridad ciudadana y la reforma del Código Penal, con objetivos que tienen que ver con la represión, en un sentido amplio, de los movimientos de crítica y protesta social que emergen en contextos como el actual. Un contexto que refleja, sin duda, la ruptura de la paz social.
El obstáculo de la democracia
En la situación actual, de agotamiento del modelo de crecimiento económico español, las exigencias del capital se han radicalizado. Hasta tal punto que la ofensiva es verdaderamente una agresión democrática en toda regla, no un simple retoque menor de algunas leyes. Nos encontramos ante la primacía de lo económico –la lógica capitalista- sobre lo político –la democracia-, de tal forma que el poder político que ejecuta las reformas no renuncia ni a socavar los cimientos democráticos en aras de satisfacer las implacables necesidades del capital.
Un ejemplo paradigmático es el reciente Real Decreto-Ley 14/2013, de 29 de noviembre, de medidas urgentes para la adaptación del derecho español a la normativa de la Unión Europea en materia de supervisión y solvencia de entidades financieras. En este decreto, de apariencia técnica, se esconde una disposición adicional tercera que concede a los alcaldes un poder especial para ignorar al Pleno en aquellos casos en los que pueda ejecutarse un plan de ajuste y éste no cuente con la aprobación del Pleno municipal. Una medida notoriamente antidemocrática que precisamente se justifica, en la memoria del propio decreto, en los siguientes términos:
«el objetivo de esta disposición es facilitar la mayor incorporación posible de municipios a las medidas extraordinarias citadas eliminando obstáculos que no deberían afectar al logro de la estabilidad y del reequilibrio de aquellas entidades».
Obsérvese que en un raro ejercicio de sinceridad se utiliza el explícito concepto de obstáculo para hacer referencia, nada más y nada menos, que al Pleno Municipal, que es donde reside la soberanía municipal.
La otra cara de la moneda son las administraciones que han intentado frenar la ofensiva del capital por medio de leyes que garantizaran derechos sociales. Un ejemplo es el Decreto-Ley 6/2013, de 9 de abril, de medidas para asegurar el cumplimiento de la Función Social de la Vivienda aprobado por la Junta de Andalucía, que tuvo un eco legislativo en Navarra, y que ha sido recurrido por el Gobierno del Estado precisamente ante el Tribunal Constitucional[2]. Todas las voces críticas con aquel decreto, que procuraba garantizar el derecho a una vivienda a todos los ciudadanos, insistían en que ponía en riesgo el «proceso de recuperación económica». La propia Comisión Europea envió una carta al Gobierno de España asegurando que no descartaban «que la legislación tenga efectos negativos significativos sobre los mercados financieros y las instituciones en España» porque «eleva la incertidumbre sobre el mercado de la vivienda y puede reducir el apetito inversor por los activos inmobiliarios españoles». Los llamados mercados tampoco tardaron en reaccionar. De hecho, el periódico El Mundo titulaba así una noticia del 3 de octubre de 2013: «Los fondos extranjeros exigen que no haya más leyes antidesahucio».
Así, los diferentes ámbitos democráticos del Estado, resquicios donde aún se escuchan los susurros del pueblo como soberano, están enfrentados de facto con las necesidades del capital. Y son las fuerzas políticas mercenarias de ese capital las que ejecutan las políticas que profundizan la desdemocratización de la sociedad. Mientras los representantes políticos se posicionan en línea con los intereses del capital, la apariencia general es de normalidad. Sin embargo, cuando los representantes políticos se posicionan en contra de dichos intereses, y por ende a favor de la democracia, entonces estalla el conflicto. Ocurre en los ayuntamientos, en los Gobiernos de Andalucía y Navarra, pero también y sobre todo en países vecinos como Grecia y Portugal.
La Restauración Borbónica
Ese papel de las fuerzas políticas ejecutoras es absolutamente necesario en el proceso de transformación social que se está llevando a cabo. El propio Fondo Monetario Internacional consideraba como riesgo el hecho de que «el contexto económico ha reducido la popularidad de los dos principales partidos, lo que podría hacer que el apoyo público a nuevas y difíciles reformas fuera más complicado»[3].
La dinámica del capitalismo necesita instituciones que engrasen el movimiento del capital, y aquellas sólo pueden reformarse y crearse a través del sistema político. De ahí que la batalla entre democracia y mercado encuentre un espejo en el terreno de las organizaciones políticas. De un lado, aquellas fuerzas políticas que suscriben la necesidad de acondicionar las instituciones a las demandas del mercado y donde podríamos situar al Partido Popular pero también a las organizaciones nacionalistas de derechas como CIU o PNV y a las organizaciones de grandes empresarios. De otro lado, fuerzas políticas izquierdistas y movimientos sociales que con diferente intensidad defienden tanto las conquistas sociales históricas como la creación de otro tipo de instituciones de representación popular.
Y en medio se sitúa una socialdemocracia en trance, acompañada por los grandes sindicatos desnortados. Una socialdemocracia que en la práctica ha formado parte activa del modelo político y económico que se desploma y que además ha abierto la puerta a la ofensiva del capital. Una socialdemocracia que, de hecho, cogobierna con la derecha liberal en varios países de Europa. Esta socialdemocracia, y los sindicatos mayoritarios, están viendo cómo el suelo se desplaza bajo sus pies y cómo la realidad social y política los desborda. Incapaces de proponer alternativas económicas factibles, debido a que la socialdemocracia carece de espacio en el escenario de globalización financiera que ellos mismos han construido y que sus propuestas son sencillamente ignoradas por no existir ya pacto social[4], se posicionan a la defensiva y se tornan conservadores.
Así, mientras la legitimidad del régimen del 78 se evapora a golpe de reforma constitucional y decretos leyes, la socialdemocracia paradójicamente sale en su defensa mientras suscribe los puntos fundamentales de la ofensiva del capital. De tal forma que en España tanto PP como PSOE han puesto en marcha el proyecto de la Restauración Borbónica, con el que se intenta apuntalar un sistema político caciquil, corrupto y perverso, que aspira a ser funcional para el nuevo modelo de crecimiento económico precario, antisocial y volátil.
La recuperación de la soberanía: el proceso constituyente
Algunos pensadores consideran que estamos viviendo un momento de reflujo en la acción de los movimientos sociales y organizaciones de izquierdas. Yo estoy de acuerdo. Sin duda ese reflujo está vinculado al cansancio, al miedo y, por qué no, a cierta desorganización o descoordinación. La travesía por el desierto que recorrió la izquierda durante los años de espejismo inmobiliario todavía pesa sobre nuestras capacidades efectivas. Y tristemente es así en el contexto en el que más hace falta todo lo contrario, un fuerte proceso de resistencia y de movilización social. Ante esta realidad, han resurgido proyectos teóricos que reclaman un proceso constituyente. Incluso una organización como Izquierda Unida, con un horizonte electoral que oscila entre el 10% y el 15% de los votos según las encuestas, ha aprobado tal idea como un objetivo a conseguir.
Un proceso constituyente no es más –ni menos– que un proceso de emancipación política y social que parte desde las clases subalternas de una sociedad y que, convertidas en sujeto constituyente, elaboran una nueva constitución que regirá las reglas del juego político de ahí en adelante. Como tal, supone una ruptura con el poder constituido hasta ese momento y al que se considera deslegitimado.
El proceso de deslegitimación del régimen del 78 comenzó hace mucho tiempo, si bien a raíz de la crisis económica se ha intensificado. El desplome del bipartidismo es uno de sus rasgos, pero no el único. El desprestigio de la política institucional –erróneamente reducida a política, sin más– y la movilización social dirigida contra las políticas suscritas por los gobiernos a instancias del poder, son factores a sumar también. Y todo ello forma un magma que debilita el sistema político actual pero sin que necesariamente suponga la legitimación de una alternativa.
Esa doble tarea, la de deslegitimar el régimen del 78 y legitimar el proceso constituyente, es aún más importante que cualquier otra tarea actual. Y lo es porque, con independencia del medio por el cual ese proceso constituyente se active –bien sea por la vía electoral o por la presión social–, el horizonte programático debe estar suficientemente definido. La gente protesta muy bien contra algo, pero lucha mucho mejor por algo.
En esa tarea nos vamos a encontrar muchos. A saber, en la constitución de una alternativa republicana radical, basada en la participación democrática y en un cambio radical de la relación representante-representado, unida a la puesta en marcha de una alternativa económica basada, fundamentalmente, en la activación de las garantías constitucionales positivas (vivienda, agua, luz, salud, educación…) que hoy son convertidas en papel mojado por la ofensiva del capital. Ese es el horizonte, que debe ser debatido y concretado, en el marco de una lucha incesante entre capital y trabajo y entre fuerzas políticas del régimen y fuerzas emancipadoras.
[1] De hecho la reforma constitucional de 2011 ha sido la excusa necesaria para iniciar la mayoría de las reformas legislativas, que sistemáticamente se han justificado en aras de aquella reforma constitucional. De este modo, la deuda pública y el dogma de la consolidación fiscal se han convertido en las palancas económicas que justifican el desmantelamiento de las conquistas sociales.
[2] Lo cual supuso la suspensión temporal del decreto, levantada hace unos meses tras la aprobación de una ley que superaba y derogaba el decreto anterior. La batalla sigue abierta.
[3] FMI (2013): “IMF Country Report, No. 13/244. Spain. IV Article Consultatiton”. Disponible en http://www.imf.org/external/pubs/ft/scr/2013/cr13244.pdf
Gigante con pies de barro. Otro artículo inconsistente:
Desplome del bipartidismo. Es decir, caída del respaldo de los ciudadanos a las propuestas democrístianas y socialdemócratas. Parece que los datos dicen otra cosa: entre PP, PSOE, CIU, PNV, UPyD y Ciudadanos suman más del 70%, según las últimas encuestas, de los votos frente a un 80% de las últimas generales.
Caída hay pero de ahí a un esplome que viene a servir para apuntalar la necesidad de un cambio revolucionario, radical, de izquierdas que lleve a un nuevo proceso constituyente, etc, etc,…hay un buen trecho.
Alberto, que la gente no queremos experimentos la gente queremos que se depuren responsabilidades y que se deje de mangar: que dejen de robar y de gestionar mal. Y esto afecta a políticos, a profesionales, a empleados públicos, a trabajadores, a sindicatos, a……, a toda la sociedad.
Lo que hay que cambiar es la forma de pensar y actuar de los ciudadanos. Hay que meterles en la cabeza que hay que obrar con los demás como nos gustarían que obraran con nosotros mismos.
Y otra cosa: si en las Europeas, en las próximas autonómicas y en las generales de 2015 se sigue manteniendo que los ciudadanos de este país dan su respaldo mayoritario al sistema actual votando a PP, PSOE, UPyD, CIU, PNV y Ciudadanos ¿vas a escribir un artículo en el que digas que los ciudadanos no están por el cambio revolucionario, radical, de izquierdas que lleve a un nuevo proceso constituyente, antomonarquico y anticapitalista, etc, etc que promoveís desde IU?
¿O vas (vaís) a seguir pregonando en el desierto y cerrando los ojos ante la evidencia a pesar de obtener el mejor resultado de vuestra historia reciente (me refiero como IU)?
@Jesús. ¿Por qué un proceso constituyente?
La propuesta de proceso constituyente, surge ante la indefensión de la configuración de nuestra sociedad como reza la actual Constitución:
TÍTULO PRELIMINAR. Artículo 1
La soberanía reside en el pueblo
1.España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
Respetándose sólo el apartado tercero de su primer artículo, que se refiere a la monarquía como forma política del Estado (sobre la que los españoles no se han podido manifestar libremente hasta la fecha).
Es decir, el planteamiento de proceso Constituyente parte de la defensa de estos principios, para la que la propia Constitución de 1978 no disponía los medios de atajar dichas agresiones. Sin enrrollarnos más, es tan simple como que(PPSOE) ya han cambiado el espiritu y la esencia de nuestra Constitución, al priorizar la Deuda sobre el Estado social y democrático de Derecho, sin habernos consultado a los españoles-as al respecto.
Es un ejercicio democrático, ante un golpe de Estado legal del PPSOE y el stablishment contra nuestra Constitución del 78. Perpretado con la introducción del art.135 que pervierte y cambia la Constitución, en defensa de los intereses del capitalismo financiero.
Por ello es necesario un proceso Constituyente: que restablezca los principios de los apartados 1.2 del art.1 de nuestra Constitución; que permita manifestarse a los españoles-as sobre la monarquía libremente; y que actualice nuestro constitucional a los tiempos que corren, 35 años después.
Como ves Jesús, no se trata de un juego de mayorías o minorías, respaldos, confrontación, consenso, o cualquier otra correlación de fuerza. Simplemente por qué no se trata de fuerza sino de justicia, igualdad, libertad y pluralismo político. Y es necesario un nuevo proceso constituyente ante el desconstituyente del austeritarismo.
Saludos cordiales
Democracia o Barbarie.
@Cayetano,
La comunidad, en un 70%, dice una cosa y tu y los tuyos, en un 15%, decís otra: ¿y lo correcto es lo que tu quieres hacer y lo equivocado lo que dicen ellos?
¿Qué concepto de democracia es esa?
La democracia, tal y como reza en la Constitución del 78, es el respeto de la pluralidad y el acatamiento de las mayorías, no la uniformidad. Confundes acatar y respetar las mayorías, con diluirse en ellas.
@Cayetano,
La confusión es tuya.
Convocar un proceso de concienciación,contestación y organización unitaria, que culmine con la expresión pública de una gran movilización en toda España. Una buena fecha sería el 14 de Abril.
Es el Capital y sus representantes, quiénes realizan una labor desconstituyente sobre el texto del 78.
La sociedad en nacimiento toma forma en el empobrecimiento de la mayoría de la sociedad. En cientos de años l@s jóvenes por primera vez (a excepción de guerras), vivirán peor que sus padres. Y dicho modelo no cabe tampoco en la Constitución del 78, por ello se está realizando un golpe de Estado legal a la Constitución del 78(a través del artículo 135, y de un cuerpo legilastivo inconstitucional, amparado en el control del Tribunal Constitucional por los partidos sistémicos, etc, etc, etc).
La propuesta de proceso Constituyente, debe partir de la denuncia del proceso desconstituyente del Capital sobre la Constitución del 78, y la proposición de un nuevo proceso constituyente que actualice nuestro cuerpo constitucional, dando respuesta a agresiones, nuevas realidades, y adaptándola a los cambios tecnológicos, económicos, ecológicos y sociales.
Sin embargo, es justo reconocer que además del cansancio en la respuesta ciudadana. La campaña mediática del coro sistémico en base a algunos indicadores macroeconómicos (muy débiles) sobre la inflexión de la Crisis, está haciendo mella en la opinión pública. De ahi que con la misma debilidad, en estos dos o tres últimos meses, se noten sus efectos con una leve recuperación de la participación y el incremento de votos del PPSOE.
Desgraciadamente, los efectos de dicha campaña mediática no serán perdurables, al no traducirse dichos indicadores positivos a la vida de la ciudadanía.
Igualmente la implementación del austeritarismo, en lo económico y civil, provocará acciones de respuestas y vueltas atrás más groseras del PPSOE.
Ahora es necesario para dar respuesta a las próximas medidas anunciadas:
-Nueva reforma laboral(aunque digan reformita).
-Ley de la mordeza.
-Ley de privatización de la seguridad ciudadana.
-Implementación de la privatización de los servicios sanitarios y educativos.
-Ley contra el derecho a la libre elección del aborto.
-Nuevas exigencias de recortes de 35.000 millones de €, aunque digan que se van a resistir, hasta la fecha no lo han hecho.
Ante todo este cúmulo de nuevas agresiones, a sumar a las consumadas, es necesario que con carácter general y de forma ampliamente unitaria, con organización y distancia en el tiempo, se de una respuesta ciudadana general a las políticas del gobierno, respuesta que puede ir acompañada de una HUELGA GENERAL, dada también las dimensiones laborales de dichas agresiones.
Movilización que en el proceso de su convocatoria, debe servir para organizar y concienciar a la ciudadanía, de lo que nos estamos jugando.
Una respuesta, que ante su masividad, como la de aquel 14 de Diciembre del 85, deje claro que opina España al respecto de lo se está haciendo con nuestras vidas.
Una convocatoria de movilización que como la del 14 de Diciembre, debe suponer no una movilización de un día, sino un proceso de movilización, asambleas, conferencias, iniciativas institucionales…, que culminen en la Gran movilización.
En realidad debe suponer la convocatoria de un proceso de concienciación ciudadana, que debe culminar con la expresión pública unitaria de una gran movilización en toda España.
Democracia o Barbarie.
Otro párrafo a analizar:
«Las llamadas leyes del mercado no operan en el vacío sino que se encuentran siempre institucionalizadas, es decir, sujetas a un conjunto de reglas, normas, leyes, valores y costumbres que operan como su límite. En consecuencia, hablar de tal cosa como el libre mercado es tanto una exageración como una utopía. Es una exageración porque siempre hay, aunque sea en grado reducido, algún tipo de regulación».
Como siempre la teoria sirve para intentar encontrar un marco que permita explicar el por qué del comportamiento de los fenomenos que suceden a nuestro alrededor. Se postulan tesis que posteriormente se trata de defender y, en muy pocos casos, estas teorias llegan a lo que verdaderamente queda fuera del concepto de utopía…son las Leyer Universales. Siempre se cumplen, en cualquier condición. AG, simpre juega en el límie entre el mundo real y el virtual. Salta de un plano a otro alegremente sin pensar que los que leemos los artículos nos damos cuenta de su manera de defender sus sentencias. No alcanzo a comprender como un estudioso como AG se desliza de ese modo en la incongruencia. Sus tesis caerían en el primer corte ante un tribunal que estuviera revisando su proyecto de doctorado.
Alberto, evidentemente, que el «libre mercado» se circunscribe a los designios de las leyes que regulan el comportamiento del genero Humano. No faltaría más. Al hablar de libre mercado se considera una relación mercantil entre uno o varios sujetos que actuan de forma libre sin injerencias de otros en su intercanbio de valor. Lo que se trata es de que esa libertad en su toma de decisiones la puedan llevar a cabo con la menor intervención que ataduras y regulaciones que afecten a la naturaleza de su transacción. Que ningún gobierno meta la mano en el bolsillo para recaudar más de lo necesario, que se evite o prohiba el intercambio por leyes caprichosas, que se permita ejercer a los profesionales su trabajo para el que están capacitados y cualificados, etc, etc
En el siguiente:
«Afortunadamente, en nuestras sociedades constitucionales la dinámica del mercado está limitada por las normas jurídicas, siendo la Constitución la norma suprema. De no organizarnos así estaríamos aún más expuestos a los caprichos irracionales del mercado, que todo lo sacrifica en aras de una ganancia económica cortoplacista. Las Constituciones, primero, y las leyes, después, moldean y constituyen el diseño institucional en el que vivimos como sociedad. Dicho de otra forma, constituyen las reglas de juego».
¿Caprichos irracionales del mercado? Vamos a ver que dice la RAE al respecto:
Capricho:
Determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original.
Irracional:
1. adj. Que carece de razón. Apl. a animales, u. t. c. s.
2. adj. Opuesto a la razón o que va fuera de ella.
3. adj. Mat. Dicho de una raíz o de una cantidad radical: Que no puede expresarse exactamente con números enteros ni fraccionarios.
Una incongruencia semántica más. El mercado lo forman personas y como tales son racionales y, en ningún otro entorno las decisiones son mas sopesadas que en los intercambios mercantiles. Aquí el asunto capricho es una licencia que toma el autor para expresar, en mi opinión, que para el las decisiones son irracionales….o sea, que no está de acuerdo con ellas.
Luego está el asunto de la ganancia cortoplacista: primero ¿qué es el corto plazo: 1 mes, 1 año, 1 legislatura, 1 lustro, 1 década,…? En mi opinión, una persona, empresa,… lo que pretende es que el retorno de sus inversiones sea el máximo posible durante el mayor tiempo posible. No me encaja la idea. ¿Qué hay operadores de bolsa que trabajan el intradía? Evidentemente, como cada noche pasa en los mercados de frutas, verduras,…de toda la geografía.
Alberto…¡Qué tu tienes más capacidad! Deja ya los dogmas y mira el mundo sin prejuicios. Haz valoraciones sensatas y objetivas. ¿NO VES COMO SE TE ESTÁ QUEDANDO EL BLOG?
Vas a ser como el compañero Pedro Antonio RIos….tantos años postulando para terminar en la socialdemocracia.
Lo irracional en el mundo de «Los Mercados» es que hoy en día hemos perdido el norte al conceptualizar El Dinero como un fin, y no un medio como debería ser. Nada tiene que ver con las leyes de la naturaleza el objetivo último de ganar dinero. El dinero es una herramienta, nada más.
En cuanto al Libre Mercado, este sólo será libre si hay respeto y normas de juego que sean justas para todos. Evidentemente el mercado no es libre por el mero hecho de que existen conflictos de intereses de parte de los que supuestamente deberían sentar las normas del juego. Monopolios, Oligopolios, Coproraciones, Lobbies saturando los congresos e instituciones públicas, políticos corruptos, etc… Son los síntomas de la perversión sistemica.
Poder económico y soberanía popular(democracia), conflicto reconocido por tod@s al significar las imposiciones del «mercado»(visto éste como algo extraño y ajeno a la sociedad)a los estados y pueblos.
Hoy día vivimos el predominio sin ambages del poder económico que exige e impone (con o sin connvencia de los PPSE, mayor o menor agrado).
Sus imposiciones parten de una Deuda en gran parte, ilegítima y odiosa por su origen. Además de articulada para incrementarse automáticamente, doblegando a los pueblos al interés del Capital.
La instrumentación de la consolidación fiscal, en este panorama de Deuda es otra herramienta de doblegación y empobrecemiento, en favor de la desigualdad y la concentración de poder del capital financiero.
Por ello, es tan importante que se abra paso la convocatoría de una gran movilización general, inclusiva de todas las inquietudes y demandas de la sociedad civil.
Movilización que debe convocarse en el tiempo, por ejemplo en Abril, y desde la constitución de la plataforma más amplia posible, que incluya tanto a personalidades de la cultura,escritores,actores, músicos, historiadores, investigadores científicos…, sindicatos, M-15,25-S, Mareas ciudadanas, formaciones políticas, cuerpos informales, organizaciones empresariales como pequeños y medianos ganaderos, agricultores, empresarios, etc.
Movilización de que debe suponer, un proceso dirigido desde la plataforma de concienciación, movilización y organización del pueblo. Al tiempo que de agitación para la gran movilización en Madrid. 2 o 3 millones a Madrid(por qué en Madrid reside el poder ejecutivo, legislativo y judicial).
Sin ninguna otra movilización coincidente en el día, todas deben ser anteriores y organizadas con vistas a no mermar la afluencia, sino a sumar afluencia a Madrid.
Una movilización, que debería ir acompañada por marchas con llegadas previstas a Madrid desde todos los sectores y pueblos de España, para el día de la gran movilización.
Marchas de pequeñ@s y median@s agricultores vapuleados por la PAC o ganader@s, miner@s, parad@s, desahuciad@s, mujeres maltratadas, discapacitad@s, sanitari@s, trabajadores-as de la educación, investigadores-as cientific@s, estudiantes de enseñanzas medias y universidad, emplead@s public@s, trabajadores-as de astilleros.
Miriadas de asambleas en los centros de trabajo, barrios, pueblos, universidades, institutos.
Tod@s embarcad@s en una gran movilización por la defensa de los derechos sociales y civiles, de los servicios esenciales, del empleo y la economía productiva.
Se hace necesario, dar una perspectiva unitaria a las luchas parciales, tomar aliento para aglutinar todos los esfuerzos en una convocatoria general. Que sirva como punto de inflexión en las conciencias y correlación de fuerzas en España.
No podemos continuar por la vía de la parcialidad y la sectorialidad, debemos expresar públicamente dicha unidad en la movilización, desde un proceso unitario que abarcando la parcialiadad de visión global y sume esfuerzos, para sobreponernos al camino de indignación y resignación al que nos quieren dirigir, sembrando impotencia. Debemos unir y vertebrar todas las acciones en un horizonte, que sume los esfuerzos como camino de lucha.
Camino que debe abrirse para sumar esfuerzos y así construir la mayoría social, en palabras de Gramsci el BLOQUE SOCIAL DE PROGRESO.
Democracia o Barbarie.
Berthold Brecht y la movilización general. NO MÁS.
Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó.
Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde.
Salvando las diferencias, primero van por la privatización de la sanidad de Madrid, después por la educación, a por los empleados públicos, a por los mineros, medianos y pequeños ganaderos, agricultores y comerciantes, a por los convenios colectivos y las condiciones de trabajo y salariales del conjunto de trabajadores, a por la cultura y sus trabajadores-as, por la libertad de expresión y manifestación … .
No podemos permitir que marquen la parcialidad de las luchas, cuando vienen un@ a un@ a por tod@s.
No podemos permitir que confronten e intenten dividir a las mayorías perjudicadas, estableciendo ritmos y selección de colectivos a lesionar sus derechos y resaltando diferencias entre ell@s.
Debemos dar una respuesta colectiva al mismo tiempo que sectorial, inclusiva en su proceso de los intereses particulares imbricados con los generales.
Por eso es necesario convocar una movilización general, como proceso inclusivo de las demandas sectoriales y a la vez desde una visión general. Movilización que no debe ser considerada como un punto final, una meta final. Sino como una meta intermedia de expresión pública de la mayoría social. Apertura de un proceso de cambio en el rumbo de España, un cambio de cultura y forma de ejercer la ciudadanía, empoderando al ciudadan@. Reactivar la defensa de lo público, de los derechos y servicios esenciales, de las libertades civiles, priorizando el empleo y la reactivación económica sobre Deuda,consolidación fiscal o cualquier otra consideración.
No esperemos a que vayan un@ a un@, para dar cada un@ su respuesta.
Demos tod@s una respuesta conjunta, y a la vez particular y propia. Convoquemos un proceso de reinvindicación sectorial increcendo hasta la convocatoría global. Paremos las agresiones, NO MÁS.
Democracia o Barbarie.
El articulo está bien, pero muy repetitivo con lo que ya se decía en el siglo XIX
Lo verdaderamente enriquecedor son los comentarios
He entrado en Público, donde tambien se ha publicado el artículo y hay unos comentarios (de diversas personas) realmente dignos de analizar
@Cayetano,
Ya se empieza a recuperar el rescate y a vender los bancos rescatados con dinero público.
¿Vaís a hacer ahora algún post o esto ya no es noticia?
http://www.elconfidencial.com/empresas/2013-12-16/el-frob-recibe-seis-ofertas-vinculantes-para-la-compra-del-88-33-de-ncg-banco_67126
@Jesús,
¿dónde vives?. Ellos mismos reconocen que al menos, 36.000 millones de las ayudas directas no se recuperarán. Pero además, tienen pánico a auditar las ganancias privadas conseguidas, utilizando el crédito público (al 0,25 o 1%) para comprar deuda pública (al 4 o 6%). Eso sin medir el diferencial del impacto sobre el resto de Deuda, si en lugar de haber realizado este negocio financiero de socialización de perdidas (cuadruplicando la cuantía comprada en Deuda Pública).
Jesús, no hay que ser muy espabilido para saber que si el negocio financiero, que consiste en el circuito del crédito esta paralizado. ¡De dónde carajo han sacado los beneficios!, que les han permitido superar la situación de quiebra. Muy fácil mediante la desposesión, la devaluación interna, estafa …, simple y llanamente mediante el engorde a costa de sus vecin@s españoles-as. Y no lo van a devolver, por que desde su lógica: ni quieren, ni pueden, ni deben, todo es suyo y se debe (nunca mejor dicho) a ell@s.
Democracia o Barbarie.
@Cayetano,
Lo he hecho para provocarte.Esperaba una respuesta menos visceral.
Saludos
@Jesús, conseguiste provocarme, no te quejes de la visceralidad. Pero no era contigo. Perdona por haberte utilizado como al emplead@ public@ de la ventanilla, que tiene que soportar las quejas dirigidas al ministro responsable.
Jesús, lo que ocurre es que nos van cargando(símil que utilizan los argentinos para expresar cabreo en aumento), y es demasiada carga ya.
Un buen lema para movilización, campaña social o electoral sería NO MÁS (donde más cuadraría el lema sería en Cataluña).
Democracia o Barbarie.
Geniales los comentarios de Cayetano poniendo en su sitio a Jesús. Es un verdadero privilegio ver el contraste de ideas que surge entre una persona honesta de izquierda y un creyente liberal.
@Janusz,
Con gente como Cayetano, que escucha, reflexiona y transmite, quizás esta sociedad algún día pueda cambiar.
No puedo decir lo mismo de ti: ni una de las veces que apareces por aquí has tenido un dialogo constructivo y fluido. Lo tuyo es la descalificación de lo diferente.
Jesús, no recuerdo haber discutido mucho contigo ni con los demás, pero si es cierto lo que dices, acepto tu crítica. Intentaré mejorar.
http://www.youtube.com/watch?v=WLYa44fuE-c