Una vez escuché al filósofo Edgar Morin argumentar a favor del teatro y del cine. Entre otras, planteó una idea muy sugerente: la cultura, aunque es ficción, hace emerger la empatía por otros seres humanos. ¡Algo que no consigue ni la realidad! Cuando alguien se cruza en la calle con una persona sin techo, lo estadísticamente normal es ignorarla. Sin embargo, si ese mismo alguien ve una película u obra sobre aquella persona sin techo, tenderá a comprender su situación, sus miedos, sus errores y sus esperanzas. Empatizará. La cultura, cuando es buena, es un arma muy poderosa. Recordé esto mismo viendo “La Cocina”, una obra de teatro con un elenco de 26 actores y actrices y dirigida por Peris-Mencheta. La vida de la clase trabajadora en una gran cocina, con las pasiones humanas emergiendo por todas partes. Una sutil reflexión sobre el trabajo, la alienación y la vida. Si podéis, tenéis que verla. Porque es una cocina, pero quizás pudiera ser una oficina o incluso nuestra vida.
La empatía a través de la cultura

¿Enantiodromía? O la espada de Damocles, para quienes pretendemos alternativa que mejore las condiciones materiales, de convivencia, entre human@s y con la Naturaleza.
El maniqueísmo entre vanguardismo purista e institucionalismo, sólo consigue distanciamiento del pueblo. Como ocurriera tras el 15-M, las Mareas…, y parece que está ocurriendo ahora tras la victoria electoral del Régimen (pese a todos los peses y peros). En la primera vivimos el desbordamiento de las izquierdas convencionales, y ahora parece que asistimos –con diferencias- al distanciamiento de las izquierdas convencionales o no, expresado en la desmovilización (se hizo patente en Sevilla el sábado pasado).
El problema es de orden político y su centralidad no versa sobre formas de hacer política, organizarnos o actuar. Sino que todas ellas vienen vinculadas a lo político y su objetivo, dependiente de las contradicciones de clases, estadio económico, crisis institucionales, cultura política. A la relación entre factores vinculados a la riqueza, su distribución y creación o transformación, con las contradicciones culturales que generan las mismas.
Y es que el tumbao, tempo, ritmo, down, de las acciones o palabras, sean re-evolucionarias o re-trógradas, es el que permite acompañarte del sentido común en cada momento y construir el de mañana. Es decir, no perder la conexión con el sentir popular confundiéndolo con el propio. Pero además la credibilidad es un valor añadido, no se puede pasar de las Rebajas programáticas… a la radicalización sin solución de continuidad, sin provocar desorientación.
La finalización del proceso electoral con la constitución de un PanPartido del régimen gobernando, no permite un salto que no pase por reconstruir lo retrocedido.
La ventana de oportunidad no se ha cerrado –no es electoral o partidaria-, pero la coyuntura ahora es más desfavorable que…, por encima de responsabilidades.
La normalización de la precarización sería la victoria cultural del Régimen y su PanPartido, el cierre de su crisis de régimen, abriendo la puerta a empeorar la situación de las clases populares y medias, sin resquebrajamientos. Por lo que es de saludar la Campaña por superarla, pero no puede limitarse a mensajes denunciando y/o alternativos, sea institucional o desde atril partidario, pero insuficientes para ganar el sentido común del precariado.
Lo fundamental si se ha entendido la situación es contribuir a la propia organización de l@s precarizad@s, a su visibilización y movilización, tal como hizo la PAH, a la extensión de redes de Solidaridad Obrera.
La victoria política requiere tempo, ritmo, dowm, tumbao acompañando al pueblo, ni rápido, ni lento, a su tempo.
Retomar fuerzas cuando debes reagrupar es antagonista de monolitismo, de unanimidades y direcciones como equipos de trabajo monocromáticos. Difícilmente la uniformidad interna da pie a la pluralidad inclusiva del movimiento, máxime en un período de reagrupamiento para discutir el sentido común en la movilización y organización social.
Los retos son importantes, dar alternativa a la derrota ante el austericismo en la victoria de Syriza; al repliegue sufrido por la victoria institucional del PanPartido en España; planteando alternativa a los motores económicos tradicionales del modelo productivo español; dando credibilidad al TSG y/o la R.B.; retomar aire y reagrupar fuerzas junto a esfuerzos, dando participación a todas las sensibilidades; contestar con movilización y coadyuvar a la autoorganización del precariado…, en respuesta a la involución social y económica. Éste reto no puede construirse desde barricadas dentro de la izquierda, no sólo de las tradicionalmente aceptadas como alternativa; es que debemos sinceramente alentar la recuperación del PSOE para la alternativa y a tod@s l@s actor@s que en ese camino se encuentren. Cuando las propuestas alternativas pueden ser resumidas en la Declaración de Derechos Humanos, no hay razones para las divisiones artificiosas en las izquierdas, menos aún en organizaciones con tradición y cultura propia como IU.
Enantiodromía, puede significar correr para atrás o a la contra de lo pretendido, el temor con que se iniciaba el comentario; usado sólo para redundar en la línea argumental de Jose (desde la provocación irónica del culteranismo barroco). Nadie está libre de enantiodromía, y tod@s debemos contribuir desde el reconocimiento mutuo y la diversidad, respetando las identidades y su representación a la alternativa. Siempre se ha defendido esta filosofía de acción política, pero en esta coyuntura más aún.
Pensemos más en clave política; de objetivos respecto de quienes representamos y las alianzas necesarias para ello; de la participación de movimientos abiertos y como acompañarlos; de acción e iniciativa; de reagrupar para tomar aliento; y lo demás se irá dilucidando en el camino.
Fomentemos feeling entre l@s compañer@s, nos necesitamos y no sé si nos hemos enterado, seamos más empáticos y simpáticos.
Abrazos.
Cuando fui a ver a Blanca Portillo en La vida es sueño, en el Valle Inclan, un teatro ligeramente a trasmano de la movida, había entradas para todo el mundo
Después de 20 representaciones, y toda la prensa alabando la maravillosa interpretación de Blanca, no había forma de conseguir una entrada.
Cuando era joven y buscaba a mis novias americanas en el Museo del Prado, no tenía problema para entrar y ligaba, contando las excelencias de Goya, Velazquez y el Bosco
Ahora si quiero ver El Jardín de las Delicias, tengo que hacer una cola de mil demonios.
Que ha cambiado con Blanca Portillo, El Bosco, ó el cambio climático
La repercusión mediatica.Garzón, dice una obviedad. La Cocina, será buena ó mala, pero si alguien la publicita, la gente acudirá y verá la obra con otros ojos diferentes.
Y esa es la labor que le pedimos a Garzón.
Que destaque los problemas más acuciantes y perentorios y lo haga didácticamente (es decir fáciles) para nuestro entendimiento. Si no, veremos La Cocina, y La Oficina y nuestra vida y pasaremos a otra cosa.
Otra cosa buena que tiene Garzón, es que genera opiniones diversas.
Cayetano es de Heráclito y yo de Paarmenides, pero en esta ocasión, le tengo que dar la razón.
Si no nos movemos no salimos en la foto
Hay que retomar aire y fuerzas, y reagruparse. Este reto no lo podemos conseguir desde barricadas, sino que hay que alentar la recuperación de otras fuerzas SOCIALES (El PSOE) y de otros actores sociales, que influeyen en que tengamos mayoría ó no.
Recuerdo que hace tiempo, le proponía yo a Garzón, una partida de ajedrez.
Las fuerzas blancas (nosotros), no podíamos obviar ni al PSOE, ni a l Ejercito, ni al Capital, ni a la Iglesia, porque ssuman votos y al revés divide y encabrona.
Porque no todos son tan puros como Pablo Iglesias
Ahora hay debate en PODEMOS, sobre si no se pasaron con el desplante al Rey.
Pasarse, no se pasaron, pero conseguir no consiguieron, ni un solo amigo más.
Y Bescansa tiene en contra ahora a todas las madres que leen el Hola y ven a Leonor y Sofia, tan monas y arregladitas
Asi que a ver si sabemos lo que queremos. Si queremos PP pa RATO, lo estamos haciendo bien.
Y una cosa aparte, Lo tenía en la punta de la lengua y te me has adelantado, Cayetano
Lo iba a decir, de verdad. Lo pensé toda la noche
Enantiodromia
No te lo perdonaré nunca.
Un abrazo
Jose, perdónalo, enantiodromía era gritarte spiritrompa, tilonorrinco, spiritrompa en su plenitud y entre nos, que nos gusta el Cine. Un fuerte abrazo.
Y lo que yo digo
Con la de cosas interesantes que debatir y Alberto se descuelga con la empatía.
Que Alberto tiene todo el derecho a escribir lo que le salga de su teclado,
Pero teniendo en cuenta que ahora está sobre la mesa, un tema candente: LAS PENSIONES
Y que a la empatía y a la Cocina, solo le hemos prestado atención, de pasada, Cayetano y yo.
No sería bueno, dar una opinión de que opina Alberto y como resolver la financiación.
Seguro que aparecian, mas y mejores comentaristas
Saludos
Ciertamente es una manera «cultural» para dar a conocer todo tipo de duras situaciones sociales, aunque mucho me temo que el espectador que acude a disfrutar de una obra de teatro acaba pensando en donde ir a cenar…sin preocuparse en absoluto de esas crudas verdades que acaba de conocer…
Como dijo groucho Marx: «Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años!»
Saludos
Demasiada Hipocresía…
Cuentan que en la Revolución mexicana la Iglesia fue muy perseguida, y las misas y actos litúrgicos se hacían en la clandestinidad.
En una aldea rural esperaban al sacerdote que iba a oficiar la misa ese fin de semana, y cientos de personas se habían congregado en un viejo granero cuando aparecieron varios militares armados. El comandante se dirigió a los feligreses diciendo “El que se atreva a recibir un tiro por Cristo que se quede donde está, porque las puertas estarán abiertas cinco minutos para los que quieran irse”. De las seiscientas personas que estaban en aquel granero…sólo quedaron veinte.
El militar al mando miró al sacerdote y le dijo: “Vale padre, yo también soy cristiano y ya me he deshecho de los hipócritas. Puede continuar con su celebración” …
Parodiando esta historia podríamos hablar de la figura de Fidel Castro, que se inició en la vida pública como político opositor y destacó especialmente tras el asalto al cuartel Moncada en 1953, por el que fue condenado a prisión. Tras ser indultado gracias a la presión de la opinión pública, se exilió en México, donde planeó la invasión guerrillera de 1956. Llegó al poder tras encabezar la Revolución cubana, que triunfó el 1 de enero de 1959, derrocando a la dictadura de Fulgencio Batista.
En el 2016, por octavo año consecutivo, Cuba logró una tasa de mortalidad infantil por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos, que ratifica a la isla en la vanguardia de América y entre las primeras 20 naciones del mundo. Cuba ha minimizado la violencia, el consumo de drogas y el hambre, llevados a la mínima expresión. La pobreza o carencia de bienes de lujo es muy evidente, pero la miseria no existe. No hay niños durmiendo en las calles ni ancianos abandonados… El legado de Fidel Castro es un país que tiene la mayor expectativa de vida al nacer, próxima a los 80 años. Donde al acceso a todos los servicios de salud es absolutamente gratuito para todos…
Mientras que, en La Habana, América Latina y otras partes del mundo lloran la muerte del comandante Fidel Castro, en Miami, EE.UU., inmigrantes cubanos salieron a las calles a celebrar el fallecimiento del líder histórico de la Revolución.
¿No existe cierta hipocresía al criticar la adopción del marxismo en 1961 por el Gobierno revolucionario cubano, estableciendo el primer Estado socialista de América?
Porque hace falta mucho valor…y tener las ideas claras.
Saludos
Mark, las gentes sabían que no era un tiro por Cristo, sino por la Iglesia. Qué creyente no moriría por salvar a su Dios, si con el acto se salva a sí para la eternidad. En este caso, como el carnicero de Adam Smith, al ofrecerse para el tiro obraría por egoismo.
Al hilo de la reflexión del carnicero y con el giro copernicano de un látigo, dado que todo sistema tiene algo de organismo vívido: con dinámicas e inercias, funciones y evoluciones, por encima de la voluntad de partes. Cabría preguntarse por qué Dios o Dioses, el Capitalismo estaría dispuesto a pegarse un tiro, o quizás se lo está pegando. Es decir, qué fuerza, valor, relación, objetivo… del capitalismo es suficiente para provocar una Crisis y llevarlo hasta el fin. Qué alternativas podríamos ofrecer.
Es tremendo pero cierto, para la gran mayoría es más fácil pensar en el fin de la humanidad, que en el del capitalismo. O lo que es igual, piensan que antes de terminar el capitalismo este nos llevaría al fin -por supuesto sin querer queriendo (lenguaje chavista, del chavo del ocho)-.
Un cordial saludo
Escuché hace días la conferencia de Yayo Herreros, el neoliberalismo II parte, unos 16 minutos muy interesantes y que motivan la voluntad de leer “la gran encrucijada”. (https://www.youtube.com/watch?v=Hee7p9xP4Vs) En ella nos coloca un techo y suelo limitado por los recursos naturales y materiales. Techo que hemos pulverizado y suelo que se desvanece (umbral de la infravida), ante los pies de la mayoría social.
Como no puede ser menos comparto mucho del discurso de Yayo. El discurso sobre los relatos a disputar, la apropiación del lenguaje y denuncia del uso clasista o sexista, movieron a la admiración. Y la claridad del lenguaje, con el uso de la personificación como recurso del relato, igualmente son elogiosos.
Sin embargo, plantear el límite de los recursos naturales o energías por inexistencia de alternativas, no es de recibo, y nos retrotrae al Malthusianismo. Teoría que triunfo pronosticando el aumento demográfico exponencial, pero no así con el desfase aritmético de la alimentación, y por ende con las hambrunas generalizadas.
Sin embargo la proposición keynesiana de redistribución de la riqueza, acierta plenamente, aunque no en el sentido dado a su discurso. Porque dicha redistribución permitiría el acceso a más consumo o disfrute susceptible de industrialización y comercialización, es decir, de más trabajo versus capital, valorización del mismo. Se trata de continuar el hilo redistributivo fordista, de repartir la productividad tecnológica (sin requerir grandes conflictos internacionales).
Para ello se requerirían nuevos nichos de negocio o trabajo, que pasen por la extensión de derechos y disfrutes hasta ahora exclusivos de l@s ric@s, como ayer lo fueron la educación, salud…. (El papel de palanca a jugar por el TSG sería crucial).
Entre estos nichos, el desarrollo de industrias o sectores de los cuidados a los más vulnerables, sería una de las puntas de lanza, como hace tiempo defiende uno de sus precursores mundiales, el maestro Vinçens Navarro.
También la industria del ocio y el entretenimiento debe romper las barreras al disfrute de amplias mayorías sociales. Está claro que el sector servicios, fundamentalmente el más relacionado con la afectividad y cercanía humana, sufrirá necesariamente un gran desarrollo (cuidados, diversión, esparcimiento, creatividad, encuentro…).
En el capitalismo dominante, la economía no puede sostener su crecimiento sobre el abastecimiento de las necesidades, ni pretender nuevos mercados por creación de nuevas necesidades materiales. Sino que ha regirse por distribución de la productividad tecnológica, a la creación de nuevos mercados de servicios, sobre necesidades ya existentes, y el acceso de mayorías sociales a las mismas, antes exclusivas de l@s ric@s.
Sin obviar que el cambio de paradigmas energéticos –cuando se operen- y el de las comunicaciones e inteligencia artificial en curso, ofrecerían una nueva gama de productos y diversificación de industrias(pero que igualmente estarán afectados por la automatización).
Pero el planteamiento de Yayo sobre los límites ecológicos y la huella o capacidad de regeneración, con sus efectos perniciosos no es moco de pavo.
Las variables son innumerables, pero reduciendo los marcos también dilucidamos probables resultados.
Así, desde la supervivencia de óptica capitalistas –en sentido amplio del término, como dice Yayo,el socialismo real no era la némesis de dicho modo de producción-, la huella ecológica se ha pretendido resolver capitalizando el tratamiento de la basura, los residuos y su reutilización (cómo plantea Naredo desde hace tiempo, también se debieran introducir dichos costes en la contabilidad nacional, lo que redundaría en su minoración, aumento su I+D+i).
Pero más allá, se abordaría desde la introducción de lógicas demográficamente decrecentistas.
¿Sería posible la competencia o competitividad y el crecimiento económico capitalista, minorando la base de su valor, el trabajo? Probablemente sí, al estimarse más en función del valor añadido que aporta, que de las horas dedicadas a cadenas de producción que van a desaparecer. Como se ha dicho anteriormente aún con productos exnovo, la diversificación de industrias vendría igualmente afectada por la automatización absoluta, al conectarse la inteligencia artificial de las cosas entre sí (pensemos en la línea 9 del metro de Barcelona).
Hasta ahora la productividad tecnológica no permitía acariciar transición demográfica al decrecimiento, que no supusiera un desastre humanitario. Sin embargo, hoy día la productividad tecnológica, permite pensar en la evolución más amable del capitalismo y el decrecimiento demográfico.
No se trataría de apretarnos para no traspasar techos y suelos, sino de minorar la cantidad entre ambos límites.
La “amabilidad del capitalismo” referida ya antes para el estado del bienestar social, resultó de innumerables olas revolucionarias, Guerras Mundiales…, y otras excreciones execrables, necesarias en las correlaciones de fuerzas para dicha evolución.
El capitalismo como sistema, es un cuerpo vívido, relación de fuerzas e intereses que hacen camino. Y sea para la cara amable del postcapitalismo o para la superación de cualquier jerarquía y orden prelado de convivencia humana, requiere lucha por ser conflicto, correlación de fuerzas objetivas y subjetivas, que consensuan o normalizan síntesis que dan paso al continuo del cambio.
Es ésta reconceptualización del trabajo como valorización del capital –valor añadido y no cantidad-, la única fórmula que permitirá la redistribución necesaria para alimentar nuevos sectores económicos –servicios-. Cambio, que a su vez reconfigurará las dinámicas de innovación, invención y aplicación tecnológica. Alumbrándose grandes avances al superarse los obstáculos institucionales -hoy indesbloqueables-, que alimentan junto a la falta de redistribución del plus tecnológico: los discursos neofascistas en ascenso; pobreza; desigualdad; exacerbación antiecológica; deshumanización del pobre para merendárselo; exclusión, precariedad…. Y todo ello desde la lógica evolutiva capitalista, quizás sin necesidad de Guerra Mundial, aunque seguro con conflicto.
Ubuntu debe regir la aldea global, para que ésta sea segura y rica en convivencia y vivencias.
Abrazos.
Si Karl Marx levantara la cabeza te felicitaría por este artículo…
Saludos