En estos últimos días algunos países europeos (entre ellos España) han prohibido de forma temporal -en el caso español por quince días- las operaciones de venta a corto. Como se trata de otro de esos conceptos financieros «oscuros» y complejos, he decidido escribir esta nota con la intención de explicar de una forma lo más clara posible qué son, cómo funcionan y por qué deberían estar reguladas este tipo de operaciones.
Para ver cómo funcionan vamos a utilizar el ejemplo del mercado de deuda pública, que como ya hemos explicado en otros artículos es el espacio donde se encuentran los países que necesitan financiación y los inversores que están dispuestos a prestarle dinero a dichos Estados. No obstante hay que tener en cuenta que este tipo de operaciones pueden realizarse en cualquier mercado financiero (acciones, futuros, materias primas, etc.).
Ventas a corto (short selling)
Como sabemos, en el mercado de deuda pública deben participar un mínimo de dos agentes: el Estado y el inversor. El Estado emite y vende unos títulos que le permiten obtener el dinero que necesita para acometer sus planes de gasto público, y los inversores se quedan con esos títulos que le dan derecho a recibir al cabo de un tiempo (establecido en el contrato) la devolución del dinero más un porcentaje de intereses (ver aquí y aquí explicaciones más completas).
Ahora nosotros vamos a introducir un tercer agente: el especulador. El especulador en realidad es un inversor más, pero aquí vamos a suponer que ambos tienen motivaciones distintas (el inversor presta dinero y es recompensado por ello; el especulador hace todo lo posible por modificar el mercado para sacar más y más dinero).
A diferencia del proceso especulativo normal donde el beneficio se obtiene vendiendo más caro algo que compramos más barato, una operación de venta a corto es técnicamente una estrategia que permite sacar beneficio de la bajada de precios de un determinado activo financiero. Es decir, exactamente lo contrario: lo que nos interesará si estamos llevando a cabo esa estrategia es que los precios bajen. Por eso se denomina en economía operación corta o bajista (pues espera bajadas de precio) y no larga o alcista (que espera subidas de precios).
Vamos a ver la operativa suponiendo que nosotros somos el especulador. Digamos que ayer se llevó a cabo una subasta de deuda pública donde el Estado vendió 1.000 títulos a los inversores por valor total de 10.000 euros (cada título tiene un precio de 10 euros).
La primera fase de nuestra estrategia es pedir prestados parte de esos títulos, por ejemplo, 500 títulos valorados en 5.000 euros. Lo que hemos hecho es ir a los inversores y pedirles que nos prestaran 500 títulos de deuda pública, cosa que harán a cambio de un interés o comisión que deberemos pagar a la hora de devolver los títulos.
La segunda fase de nuestra estrategia es vender esos títulos de deuda pública. Sí, los teníamos prestados (no son nuestros) pero legalmente podemos venderlos. La venta tiene que ser lo suficientemente importante como para que desestabilicemos el mercado, es decir, para que el mercado vea que hay muchos títulos vendiéndose a la vez (lo que envía la señal de que algo va mal y que esos títulos no son de fiar). Podemos complementar nuestra operación con la difusión de rumores, todo con el objetivo de que los participantes en el mercado comiencen a desconfiar y vendan también ellos sus títulos de deuda pública.
La tercera fase de nuestra estrategia es comprar los títulos. Si todo ha salido bien la venta de nuestros títulos prestados, los rumores y la venta de los títulos de otros inversores asustados habrá producido el efecto deseado: habrá bajado el precio de los bonos (hay que recordar que si hay decisiones de venta significa que baja la demanda). Y si antes 500 títulos valían 5.000 euros ahora pueden valer perfectamente 2.500 euros. Eso nos permite comprar 500 títulos por 2.500 euros… los mismos títulos que vendimos por 5.000 euros. Finalmente devolvemos los 500 títulos a los inversores que nos lo prestaron y les pagamos una comisión (pongamos que de 500 euros).
En total habremos obtenido 5.000 – 2.500 – 500 = 2.000 euros de ganancias. Hemos especulado pero apostando no a que los precios subieran (como sucede cuando se especula por ejemplo con una vivienda) sino apostando a que los precios caían.
Ventas a corto al descubierto (short naked selling)
Una variante de este tipo de operaciones son las ventas al descubierto. El procedimiento es el mismo, con la salvedad de que ahora podemos vender los títulos pero sin tenerlos que pedir prestados. Es decir, nos saltamos la fase de pedir prestados los títulos y por lo tanto tampoco tenemos que pagar comisión. Lo que hacemos es vender títulos de deuda pública directamente (sin tenerlos ni en propiedad ni prestados), y esperamos que nuestra operación provoque que los precios bajen.
Eso significa que si nuestra estrategia sale bien tendríamos un beneficio de 5.000 – 2.500 = 2.500. Es decir, es una operación más rentable.
Las consecuencias
Dependiendo del mercado en el que se ejecuten estas operaciones habrá unas u otras consecuencias. Si hablamos del mercado de deuda pública la consecuencia directa es que el Estado tiene que pagar más por cada vez subsiguiente que se tenga que endeudar. Como los precios de los títulos caen (movidos y manipulados por los especuladores) entonces se da por hecho que los inversores no se fían de ver de vuelta el dinero prestado a los Estados, lo que obliga al Estado a tener que pagar más en concepto de intereses la próxima vez que pida prestado en una subasta.
La regulación de las ventas a corto
Las operaciones de venta a corto pueden regularse de muchas formas. La prohibición de la misma ni siquiera tiene por qué ser permanente ni global, ya que puede ser válida sólo para determinados mercados. Como pueden llevarse a cabo en todos los mercados financieros los reguladores pueden decidir restringir su uso a determinados mercados y prohibirlos en el resto. También pueden los reguladores simplemente regular el uso de la práctica, imponiendo límites cuantitativos o incluso estableciendo condiciones de transparencia que permitan al regulador saber qué está pasando.
En general los economistas liberales no son partidarios de regular estas operaciones porque, según ellos, contribuyen a proporcionar liquidez a los mercados y permiten que los inversores puedan protegerse de las bajadas de precios de los activos que tienen en cartera. Eso quiere decir que si yo tengo acciones de Telefónica y quiero compensar la posible caída de las mismas puedo pedir prestadas más acciones y venderlas, y si finalmente bajan lo que he perdido por mis propias acciones lo he compensado por el beneficio de la operación a corto.
En la historia económica estas operaciones normalmente se han regulado después de que estallen crisis financieras, ya que si bien no son prácticas responsables en última instancia de la crisis sí que ayudan a extender el problema. Por decirlo coloquialmente: una vez estalla la crisis y se produce la avalancha de caídas financieras, las operaciones a corto contribuyen a hacer la bola de nieve más y más grande y por lo tanto la caída final es más profunda y dolorosa.
Las operaciones a corto se llevan regulando y desregulando desde el siglo XVII, ni más ni menos. En pleno apogeo de la burbuja de los tulipanes el gobierno holandés tuvo que prohibir las operaciones de venta a corto para evitar males mayores. En 1720 el parlamento inglés también prohibió este tipo de operaciones tras la burbuja del Mar del Sur. Alemania, en 1896 restringió las operaciones de venta a corto sobre materias primas cuando los precios de las mismas se desplomaron y causaron una gran crisis.
Pero como decía antes no siempre se prohíben sino que a veces simplemente se limita su uso o se establecen nuevas condiciones. Durante la I Guerra Mundial, por ejemplo, Estados Unidos obligó a todos los inversores a identificarse con todo lujo de detalles para evitar que «inversores enemigos» pudieran desestabilizar sus mercados financieros.
Y en la historia reciente las operaciones a corto fueron culpadas de gran parte de la crisis del 29, que dio lugar a la Gran Depresión de los años treinta, y fueron prohibidas y restringidas durante la posguerra y la llamada época dorada del capitalismo. En 1931 se prohibieron las operaciones en determinados mercados, en 1932 se exigió autorización previa de los reguladores a los brokers, e incluso en ese mismo año el Senado de Estados Unidos publicó la lista de los inversores que especulaban a corto con objeto de lincharlos públicamente como antipatriotas. Y en 1938 definitivamente se prohibieron con agresividad, algo que duraría hasta los años ochenta de nueva hegemonía liberal. Con la llegada de gobiernos neoliberales (Reagan en Estados Unidos) la desregulación sería un hecho y todo tipo de prácticas financieras hasta entonces bloqueadas o limitadas serían de nuevo autorizadas plenamente.
Hasta esta crisis, que en julio de 2008 Estados Unidos volvió a prohibir las operaciones al descubierto en 19 bolsas financieras, para en septiembre ampliar esa prohibición a todas las bolsas. En cuanto a las operaciones a corto se incrementó la transparencia y la amenaza de agresividad regulatoria con quienes manipularan los mercados.
Y tras la crisis de deuda y el papel jugado por los derivados Credit Default Swap (que explicamos aquí) muchos gobiernos -como Alemania- prohibieron las operaciones al descubierto en esos mercados. Y el nuevo anuncio conjunto de España, Italia, Francia y Bélgica lo que persigue es proteger de la avalancha especulativa bajista a determinadas grandes empresas, y además de forma temporal -por quince días, ampliables-. Es una medida que trata de estabilizar unos mercados que en las condiciones actuales están siendo masacrados por rumores y especuladores (que pescan siempre más en aguas revueltas), pero absolutamente insuficiente.
Mi opinión personal es que estas operaciones, tanto las operaciones a corto como las operaciones a corto al descubierto deben ser prohibidas en todos los mercados y sin excepción. Es parte de la estrategia de domar a las finanzas y ponerlas al servicio de la economía productiva. Y sí, es posible que eso haga a los mercados más ineficientes (desde el punto de vista economicista), pero es que como dice Ha-Joon Chang en su último libro («23 things they don’t tell you about capitalism») los mercados no tienen que ser más eficientes sino menos.
Hay algunas cosas que no me terminan de quedar claras. En la venta a corto, queda claro que obtenemos un beneficio claro por la venta y posterior compra de los títulos. Pero el dueño legítimo de los mismos, a pesar de obtener una comisión, obtiene a cambio unos títulos completamente desvalorados. En tu ejemplo se le otorgan 500 euros, pero lo que anteriormente valía 5.000 ahora vale 2.500.
Entiendo que para ello, se tiene que hacer recurriendo al engaño del dueño de los títulos, pero si es necesario usar una cantidad importante de títulos para desestabilizar el mercado, parece que es un patrón fácilmente detectable.
Por otro lado, ¿cómo puedes vender en el «short naked selling» unos títulos sobre los que no tienes propiedad? Me parece que sería como si yo especulase con las escrituras de tu casa, sobre la cual no tengo ningún derecho adquirido 🙂
La exposicion es bastante correcta, pero el proceso de especulacion en los bonos soberanos no está bien descrito.
La especulación a corto de los bonos soberanos se hace de otra forma. En concreto, se especula a corto sobre los CDS, para que al llegar la subasta de los titulos de deuda publica, el precio que tenga que ofrecer el estado sea superior, pues el precio de los CDS es al fin y al cabo el precio por el que te puedes asegurar de un posible impago. En resumen, al hacerse mas caros los CDS, la deuda publica aparece como mas insegura y por tanto tiene que ofrecer mas interes para poder vender los titulos.
@Enrique, en efecto el dueño original de los títulos recibe unos títulos desvalorizados. Pero eso no es ningún engaño. El propietario del título tiene que elegir si mantenerlos tal cual en su cartera, mantenerlos pero con protección (ante impago o ante desvalorización), o hacer alguna operación especulativa más grande. En realidad no es tan detectable porque se piden prestados a muchos inversores diferentes, de tal forma que es más complicado averiguar qué está pasando. Por otra parte en sentido estricto no hace falta que sean grandes cantidades, pues cabría la posibilidad de que fuera poca cantidad pero que la venta viniera acompañada de rumores muy agresivos sobre sostenibilidad del país (como pasó en Grecia o España). Los mercados financieros funcionan como un rebaño, de modo que si hay una estampida (aunque sea de uno, la referencia o un fondo al que se le presupone buena información) todos los agentes se mueven en la misma dirección.
@Ignacio, en realidad son dos cosas diferentes. Se pueden hacer operaciones a corto y a corto descubierto con los títulos de deuda, y se pueden hacer (también) operaciones a corto y a corto descubierto con derivados financieros sobre esos mismos títulos (como los CDS). En efecto, el procedimiento para especular con CDS es como dices (explicado aquí http://www.agarzon.net/?p=217), pero eso no quita que se pueda especular sin CDS. Cuanto más complicado sea más posibilidades hay de éxito, porque menos detectable es.
Tiene guasa, con poca pasta relativamente especulas con CDS, si quieres luego los vendes o te los quedas, provocas que te den más por la deuda pública que compras y si todo eso falla aún los países te hacen un fondo para pagarte (porque con los CDS no pagas un default serio ni de coña, que se lo pregunten a AIG).
Así yo también juego.
Un enlace que quizás contradice mi «poco dinero», pero es interesante:
http://www.nytimes.com/2010/12/12/business/12advantage.html?_r=1&src=me&ref=business
Hay un artículo en el blog de cinco dias «Lealtad, 1» que explica el proceso. http://blogs.cincodias.com/lealtad/2011/08/the-game-is-the-game.html
Pero, basicamente, donde se gana dinero con los bonos soberanos es aumentando el valor de su interes durante la emision para luego, si quieres, venderlo cuando, oh sorpresa, comience a ser muy demandado por el mercado y los CDS indiquen que vuelve a ser seguro.
Además, en efecto, los CDS te aseguran frente a un posible impago, por dos motivos, por que hemos llegado a un volumen tal que un «credit event» seria la quiebra de todos los bancos y por, tanto, hay rescate.
Bueno, asi por encima. El proceso seguro que es mas complejo y mas retorcido, pero he llegado a un punto en que la ingenieria contable es tan retorcida, que me creo que son capaces de hacer lo que les de la gana con el dinero.
Muy buenas, Alberto.
Lo primero, creo que he detectado una errata:
«En general los economistas liberales [NO] son partidarios de regular estas operaciones porque»
+
Y ahora, me asalta la misma pregunta que a Enrique. ¿Cómo es posible que puedas vender aquello que no posees? Yo creía que las operaciones a corto, vendías tus títulos. Y en las operaciones a descubierto, vendías títulos prestados. ¿Podrías explicar un poco más el tema de las ventas al descubierto, por favor?
+
Otra cosa. ¿Es realmente posible ejercer una prohibición efectiva de las operaciones a corto? Al fin y al cabo, una operación a corto no es más que vender y a continuación volver a comprar. En la época de las operaciones de alta frecuencia, con ordenadores comprando y vendiendo en milisegundos, sería bastante subjetivo señalar una venta a corto de la operativa normal ¿no?
Más dificultades: puedes prohibir las ventas a corto en tu jurisdicción (pongamos, España, o Europa). Pero tú puedes pedir esos títulos prestados en otro mercado. Hace poco oí hablar de las «dark pools». Podría comprar los títulos y cedérselos en un mercado opaco a mi socio, que a su vez los vendería, volviendo yo a comprar, siendo una operación a corto indetectable.
Esas son formas simples, inocentes. Seguro que hay mecanismos muchísimo más complejos de evitar el control. Me temo que el capital tiene todas las de ganar en este juego, y lo que habría que cambiar son las reglas desde el principio.
Un saludo!
Siempre aprendo algo de tus artículos. Claro, conciso y con apuntes históricos curiosos. Tus clases en la universidad tienen que ser la leche…jajaja
Perfectamente explicado. Un juego de trileros muy bien orquestado que incluye incluso la propagación de rumores maliciosos. Estoy maravillado con la «ingeniería» financiera. Y una cosa… ¿sabes si son estos «los mercados» que luego van exigiendo rebajas de sueldo, reformas laborales, congelación de jubilados, recortes de prestaciones mínimas y subidas de los años de cotización para la jubilación y esas cosillas molestas?
Hola,miren soy de letras así que me costó entender el texto,pero creo que entendí todo,esta perfectamente explicado para las personas que no tienen mucho conocimiento en la materia,pero tengo una pregunta que una persona ya hizo pero su respuesta no ha sido clara para mi¿Cómo en la versión de ventas a corto al descubierto,se puede vender títulos de deuda si no se es ni propietario de ellos? y tampoco los hemos prestado..así que ¿de dónde los sacamos…que damos a los que nos los compran sin tener un título legal?..la primera pregunta es la más importante el resto dependen de la primera..gracias por la respuesta la espro ansioso:-)
@Mendigo, gracias por el aviso de la errata, que ya está corregida en el texto. 🙂
Sobre la otra duda, es más sencillo de lo que crees (aunque profundamente contraintuitivo, como tantas cosas en economía financiera). Las ventas en corto (short selling) son las que se producen cuando te prestan los activos que vendes, y las ventas en corto a descubierto (short naked selling) son cuando no hace falta que te las presten. Ahora bien, ¿cómo vender algo que no se tiene? En realidad funciona como los derivados financieros (los futuros, por ejemplo), que espero poder explicar en las próximas semanas porque refleja muy bien el carácter especulativo de la economía actual. Lo que ocurre es que el especulador vende las acciones (o cualquier título) únicamente bajo el compromiso de que pasado un lapso de tiempo las va a entregar de forma efectiva. Las vende al precio del momento actual, pero las recomprará más tarde (cuando baje). Depende de la regulación se deja en garantía una parte para que el comprador pueda estar seguro de que recibirá el título o su equivalente en dinero, pero puede pasar que no se cumpla el contrato y caiga en «delivery fail». En cualquier caso el procedimiento es sencillo: es una venta efectiva que únicamente tiene el compromiso de compra. Yo te puedo vender una casa que no tengo en Madrid y tú firmas el contrato, que dada la regulación en finanzas es legal (en España no, pero en otros países sí), y yo tengo que garantizar que pasado un tiempo esa transacción se materializa. Antes de darte las llaves tendré que comprar la casa a su propietario, y esperaré que el precio al que compro la casa sea más bajo que el precio al que te la vendí a tí. Cuando explique los futuros y las opciones se verá claramente este sistema, porque la esencia es la misma.
Sobre la otra duda… depende. Cada mercado tiene su regulación y su supervisor, y no todos funcionan igual. Los mercados regulados están muy controlados en realidad, y el problema suelen ser los mercados Over The Counter, que son mercados no regulados donde dos partes acuerdan contratos entre ellos únicamente. Antes de explicar los futuros tendré que explicar esto, que es clave para entender la profusión de contratos de derivados. Pero una idea general: la globalización de los mercados es un fenómeno que puede revertirse, de forma que las transacciones sobre una determina empresa pueden quedar relegadas a un único mercado controlado. Eso no significa que regular que sea sencillo, pero se puede. 🙂
#Mad-media, sí. Son los mismos «mercados». En realidad los mercados financieros se caracterizan porque tienen a grandes jugadores especializados. Por ejemplo, los bancos pueden especializarse en los mercados de deuda pública, y los hedge funds (http://www.agarzon.net/?p=807) pueden especializarse en los mercados de futuros. Pero en última instancia puede decirse que los «mercados» son a grandes rasgos los bancos, grandes empresas y los fondos de inversión controlados bien por los propios bancos bien por las grandes fortunas. Y son ellos, claro está, los mismos que luego exigen reformas en las economías nacionales con el objetivo de garantizar que cobrarán lo que prestaron a los Estados en los mercados de deuda pública. Un poco de esto expliqué aquí, donde por cierto contaba un ejemplo con una operación en corto: http://www.agarzon.net/?p=1016
@Bartolomé, en la respuesta a Mendigo he indicado lo que preguntas. 🙂
Muchas gracias, Alberto.
No puedo decir que me haya gustado tu respuesta, porque me ha dejado petrificado de espanto, pero desde luego lo has explicado magistralmente.
Entonces, si puedes vender algo que sólo posees por un compromiso de compra, tu capacidad de especulación se ve multiplicada varias veces (por el ratio de lo que tengas que dejar como aval). Y esto es a lo que hacía referencia sobre el apalancamiento en las operaciones al descubierto que había leído por ahí. Ahora lo entiendo.
Pero entonces…esto es como echarle gasolina a un brasero, multiplicando el combustible en un sector que precisamente no va falto de él.
¿Qué sentido tiene permitir esas prácticas, más que aumentar de forma artificial la volatilidad? A río revuelto, ganancia de especuladores. Supongo que ese es el único sentido de este mundo ¿verdad? que nuestro trabajo sirva para hacer más ricos a la nobleza económica.
Lo de «terrorismo financiero» y considerar a este tipo de productos y operativas «armas de destrucción masiva» veo que no son licencias literarias. Estamos sentados sobre un polvorín.
Sobre la regulación de los mercados, para que sólo se pudieran intercambiar títulos en mercados oficiales, de forma transparente para el público y el fisco, sería algo muy provechoso. Pero las dos grandes plazas financieras están en EEUU y UK, y supongo que están interesados en que sigan funcionando las OTC y dark pools (además de los paraísos fiscales).
Las grandes corporaciones ganaron poder económico en el s.XX, y en el s.XXI lo aprovechan para terminar de conquistar el poder político, legislando a su conveniencia.
Al final, se trata de una lucha por la Democracia.
Hola, muy buen artículo.
Opino que el gran problema de este sistema es la especulación sin escrupulos por parte de unos pocos que inestabilizan el mercado para conseguir una rentabilidad desorbitada fuera de toda lógica e impulsada por la codicia. Eso es lo que hay que erradicar para que esto funcione.
Sin embargo no estoy de acuerdo con prohibir totalmente las operaciones a corto plazo. Pienso que hay cabida en el mercado y son necesarias operaciones tanto de largo, medio como corto plazo según los interéses de inversión de cada uno.
El camino a seguir es erradicar este tipo de operaciones que atacan al mercado para lucrarse con rentabilidades artificiales obtenidas mediante el engaño y prácticas destructivas. Regulaciones como transparencia total en este tipo de operaciones, penalizaciones, restricciones, etc; pueden ser un comienzo.
Evitando que se puedan conseguir estas rentabilidades tan altas artificialmente y manipulando el mercado se podría conseguir que estos entes privados dejaran de concentrar todas sus actividades financieras en la especulación y volvieran a practicar una economía más productiva.
La verdad es que me impresiona la capacidad que ha desarrollado este sistema para generar riqueza inexistente, condicionar la estabilidad de un país… y no pagar por ello. Regulación arriba, regulación abajo, me pregunto si la solución no sería quizá acabar con la bolsa.
Comprendo que todo el mundo quiera ganar dinero y jugar al «monopoli» mundial, pero ¿lo lógico no sería que las empresas repartan dividendos en base a sus beneficios reales? Tanto produces tanto vales, y si con los 100€ que yo te he prestado tú has sacado X en beneficios pues ambos tan contentos y si no pues tendré que fastidiarme y pensarme la próxima a quién presto el dinero. Digo yo, que si no os puedo decir que me deis cada uno 1 euro que yo confío en que de aquí a un par de años con esa inversión yo os devolveré 1,5 por que voy a convertirme en el amo de la barraca y si no lo hago ya le pediré a papa estado que os cubra las espaldas, eso si, yo mientras disfrutaré de vuestros euros.
Maravillosa la capacidad de invención humana!!!
Bastaria quizás con que los estados no garantizen la ejecución de esa clase de contratos, y tambien los CDS y los CDO syntéticos, y los…. sometiendolos a la legislación especifica de juegos y apuestas.
La teoria esta muy bien pero la practica es otra cosa.
Prohibir las reglas del juego a mitad de partido lo unico que hace es perjudicar a los mas debiles como siempre.
Esto no sirve para nada, pues hay muchisimos mercados y productos para ponerse bajista como futuros, cfds,etfs,warrants, con hacer el paripe de prohibir no se que? y porque se deberian prohibir? cuando se crean burbujones de precio de un activo, nadie viene a prohibir comprar, o la burbuja inmobiliara les parecio estupenda, de aquellos barros estos lodos.
El indice español se ha dejado casi un 6% semanal, menos mal que han venido a proteger nuestros ahorros o a robarnoslos al dejar a muchos participes de mercados sin herramientas, para proteger sus inversiones. Con esto la unica forma de protegerte es vender lo que tienes, eso si despues de una caida entre el 30-50% VIVA EL LIBRE MERCADO.
Basta ya de intervencionismo estatal, desde 2008 llevan aplicando politicas keynesianas y creo que no se han enterado de ke estamos igual o peor y ke no ha servido para nada. Pero lo trabajadores si se han enterado de sus recortes y su pleno empleo.
Sigan pensando que el problema de nuestros problemas son los especuladores, que especuladores?
Les remito este enlace para que amplien sus miras.
http://www.juandemariana.org/articulo/5186/viva/especulacion/
Buenas Alberto y felicidades por tu blog,
este verano estoy leyendo el libro de J.Stiglitz «Caida Libre» en el cual hace referencia a las ventas a corto: Capitulo 6 » otra demanda de los bancos además de poder renunciar a la contabilidad Market-to-market , fue que se prohibiesen las ventas a corto. El escenario de 2009 y 2011 pueden ser distintos pero Stiglitz dice que las ventas a corto proporcionan a los agentes de mercados incentivos para descubrir fraudes y préstamos temerarios.Algunos creen que contribuyeron más que los reguladores gubernamentales a frenar esas malas conductas. Quiero decir con esto y bajo la opinión de Stiglitz que a los bancos no les va bien las ventas a corto. Con esto quiero decir que no es lo mismo ventas a corto de una acción y de deuda pública. Y a todo ello hay dos variantes seguir como seguimos o más regulación.
Espero tu opinión contrastada
Saludos
Son fantásticas estas clases. Gracias Alberto, por las clases y por el tiempo que te tomas para contestar los comentarios.
He seguido el enlace que propone Alvaro y lleva a un artículo del, -según he indagado en la red-, Dr. en Economía Juan Ramón Rallo. Se explica bien, sin duda, pero no me ha gustado el artículo, defiende demasiado a los especuladores tal y como existen actualmente. Podrías por favor, aclarar o rebatir esto. Gracias.
Una vez más, felicidades por el blog. Tus explicaciones de los conceptos más «oscuros» deberían ser estudiadas en las redacciones de los medios de comunicación.
He leído una reseña del libro de Ha-Joon Chang y me interesa leerlo. No lo he encontrado en español y me surge una duda: ¿hasta qué punto es difícil leerlo en inglés?
Suelo leer novelas de Coetzee, Roth o Auster en el idioma original, pero me da un poco de respeto enfrentarme a un ensayo. ¿Cómo lo ves?
Un saludo,
Raúl
gracias Alberto, tu explicación de las ventas al descubierto me ha recordado un caso que se ha dado y mucho en la burbuja inmobiliaria española: el especulador que «compra» sobre plano (sin escriturar) para vender obteniendo una plusvalía unos meses después.
Hola Alberto
Soy un pobre empleado en una fabrica de material de construccion y me fuí al paro en enero 2011.
Tú dices que los gobiernos legítimamente elegidos por los ciudadanos no existen,por que si fuera que si entonces estaría prohibido votar,los que realmente mandan y controlan a los gobiernos son las grandes corporaciones privadas y las grandes fortunas.
Esta gente que controla los gobiernos,están organizados a nivel mundial, es decir se reunen en algún sitio anualmente para hacer balance de su poder,digamos en Suiza o algún sitio así, o van por libre?
Ya se que esta teoria de las confabulaciones está mal vista, pero es posible que Exon,Shell,BP, UBS,Santander, Citibank,Apple,IBM,NOKIA,SAMSUNG,
GOOGLE,COCACOLA,…etc tengan en nómina a esos gobiernos o los sometan a presión para que no toquen las raices de el sistema económico que tanto les beneficia?
Me gustaría saber tu opinion y gracias de antemano por leerme y contestarme
Estimado Alberto, con todo mi aprecio y respeto, quiero hacerte una apreciación sobre tu texto. Asimilas, desde un inicio, la figura de un especulador con la de un deliencuente y eso no es del todo correcto, bueno, no es correcto.
En primer lugar, el especulador realiza operaciones en los mercados financeros que se caracterizan por tener un corto horizonte temporal. Abre y cierra operaciones recogiendo pequeñas pérdidas y pequeños beneficios (todos ellos muy rápidos) que, en conjunto, le reportan un rentabilidad esperada. Ya que entra y sale continuamente del mercado, no le interesa que los precios se muevan por efecto de las operaciones que él mismo realiza, de modo que esto le obliga a operar con importes «pequeños». En realidad, sólo se diferencia del inversor en el tamaño de sus operaciones y en el horizonte temporal de las mismas.
El deliencuente, que es del que tú hablas, manipula el mercado, distorsionando los precios y las noticias sobre su objetivo y para ello, utiliza de las herramientas que tiene a su alcance: medios de comunicación, grandes capitales y tiempo. Realiza, efectivemente, grandes operaciones con el objetivo de mover el mercado a su favor, o realiza gran cantidad de pequeñas operaciones que no se noten para a continuación verter rumores que lo muevan en la dirección que a él le interesa. Pero casi siempre, el horizonte de sus operaciones es grande. Es, en realidad un inversor, un inversor delincuente, más que un especulador.
Una figura es la del especulador y otra digferente las del delincuente. Confundir ambas no ayuda.
Es obvio que hay que luchar contra los delincuentes, pero no es tan obvio que haya que luchar contra los especuladores.
Yo no he vivido por encima de mis posibilidades, por qué tengo que pagar la ineptud de políticos y banqueros, por qué me tiene que afectar estos oscurantismos de a cortos , a largos, que jamás entenderé.. ??
Como diría Mou… POR QUÉ ?
Estoy más que harto y no quiero seguir soportándolo
Este país tiene riquezas de sobra como para ser productivo, exportar más que importar, generar energía sostenible, llegar al pleno empleo y conseguir superávit. Lo que este país no tiene son políticos con conciencia, iniciativa, agallas y voluntad políticas. Pero qué fácil es ser vago y pedirle el dinero a los demás. Ahí está la madre del cordero. El problema no son los especuladores. Los especuladores son consecuencia de la ineptitud de nuestros gobernantes. Fijaos en el caso de Marinaleda: Aplicando una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA en lugar de una DEMOCRACIA AUTORITARIA como la que tenemos hoy en día, han conseguido el pleno empleo y una calidad de vida envidiable; pagan 15€ AL MES por la vivienda y ganan 45€ AL DÍA en la cooperativa que ellos han creado. Tan sólo necesitaban 1200 hectáreas de tierra. ¿Cuántas hectáreas de tierra cultivable hay en España? Y eso sin contar con otros recursos…
En este país lo que hace falta es que los ciudadanos puedan intervenir en las decisiones políticas, sociales y económicas del país; pueblo a pueblo, comarca a comarca, provincia a provincia, com. autónoma a com. autónoma…. Porque para ser sincero, a los políticos les viene grande España. Tenemos medios suficientes para participar activamente para mejorar nuestras vidas. Desde las papeletas hasta internet.
Excelente contestación de ssvarian. Alberto, no puedes pretender que alguien se crea esta definición totalmente arbitraria y populista:
«el inversor presta dinero y es recompensado por ello; el especulador hace todo lo posible por modificar el mercado para sacar más y más dinero».
La culpa de todo la tienen los especuladores….. , los mimos a los que Rubalcaba presta 400m€ (en fondos de inversión) para que le recompensen por ser un inversor honrado. Especular e invertir es lo mismo, son sinónimos. Ahora, como bien dice SSvarian, hacer trampas es otra cosa y hay que perseguirlo.
Respecto a las ventas a corto, quizás en épocas de estrés financiero sea una herramienta útil para cortar la hemorragia, pero no porque les quitas a los especuladores un arma financiera, si no por la psicología de los mercados, de los seres humanos en definitiva. Estamos entrando en una fase de pesimismo absoluto. Todos los agentes, los ciudadanos, los inversores, los políticos. La prohibición de las operaciones a corto impide que ese pesimismo se convierta en una manera segura de ganar dinero a costa de generar más pesimismo.
Simplemente.