Por Juan Torres López y Alberto Garzón Espinosa
La aprobación por el Gobierno el pasado viernes de un Real decreto que ha sido calificado por algunos medios como “ley contra los abusos en la banca” pone una vez de relieve la desfachatez gubernamental y la directa complicidad de los poderes públicos con la banca privada para permitirle salir de la crisis con más poder y una situación patrimonial saneada.
Se dice que es un decreto contra los abusos bancarios porque se modifican algunos criterios de cómputo de activos para que la exposición al riesgo de los bancos cuando realizan inversiones especulativas y de ingeniería financiera sea más transparente y, sobre todo, porque establece mecanismos para limitar las remuneraciones de los directivos, además de intervenir en el mercado para evitar que los bancos recurran a las llamadas “guerras de depósitos” ofreciendo intereses elevados que, según el gobierno, luego obligan a aumentar el coste de la financiación a la economía.
Decimos que el decreto es una desfachatez porque no se enfrenta realmente a las causas que provocaron la crisis financiera, porque solo pone paños calientes para hacer como que se regulan de otro modo las finanzas, cambiado algo para que nada cambie, y porque engaña a la sociedad haciendo creer que los abusos de la banca provienen de donde en realidad no vienen.
Lo que hay que controlar no son los sueldos de los directivos sino los beneficios de la banca.
Lo que debería hacer el gobierno no es lanzar este canto de sirena sino, de entrada, someter las remuneraciones astronómicas de los directivos bancarios a impuestos justos y progresivos y no hacerlos desaparecer, como viene haciendo. Y, sobre todo, impedir que la banca privada pueda generar los beneficios extraordinarios que obtiene a base de financiar mal a la economía productiva y de gozar de un poder de mercado radicalmente incompatible con el buen funcionamiento del sistema financiero e incluso con el juego de poderes democrático que debe primar en una sociedad que se dice democrática.
Si en España hubiera decencia y justicia decente y si los dos partidos de los que dependen la gobernabilidad, el Partido Socialista y el Popular, junto a los de la derecha nacionalista, no fueran esclavos de los créditos que reciben de la banca y que luego no pagan, se tomarían de verdad medidas contra los abusos de la banca pero éstas no serían las del decreto que acaba de aprobar el gobierno. Serían otras fundamentalmente destinadas a poner en claro y pedir responsabilidades civiles y penales, al menos, por actividades y hechos como los siguientes:
1) La posible responsabilidad de la banca española en la generación de un insostenible crecimiento del crédito bancario que provocó más tarde la crisis en la que estamos y en la utilización de vías de financiación para poder mantener ese crecimiento que claramente comportaban mucho riesgo y problemas futuros que todos estamos pagando ahora.
2) La posible responsabilidad de la banca española en la promoción de miles de contratos de permuta conocidos como clips o swaps inmobiliarios que en realidad han sido un engaño y una estafa descomunal a clientes que han perdido millones de euros.
3) La posible responsabilidad de la banca española en la generación del boom inmobiliario, entre otras vías, mediante la tasación de las viviendas artificialmente al alza para así aumentar su negocio de creación de deuda.
4) La posible responsabilidad de la banca española en la liquidación muy perjudicial de los créditos hipotecarios para miles de familias también por realizar tasaciones artificialmente a la baja.
5) La posibles irregularidades fiscales y de gestión patrimonial de la banca española que puedan estar dándose tras la apropiación de las viviendas adquiridas por familias que no han podido seguir pagando sus créditos.
6) La responsabilidad que pueda haber tenido la banca española en el hecho innegable de que millones de personas no pueden disfrutar de su derecho constitucional a la vivienda por la política crediticia que viene practicando y por su contribución a generar el paro y la pobreza que lleva consigo la crisis que ha contribuido a provocar.
7) La responsabilidad que pueda estar teniendo la banca española en la enorme rigidez a la baja que muestra el precio de la vivienda en España a pesar de haber estallado ya hace meses la burbuja y al mantener fuera del mercado cientos de miles de viviendas que podrían satisfacer necesidades sociales fundamentales.
8) La posible responsabilidad de la banca española ante la situación en la que se encuentra la economía española como consecuencia de estar utilizando dinero público y recursos de sus clientes para ampliar sus negocios improductivos y especulativos sin destinarlo, como se supone que es la razón de recibirlo, a financiar a empresas y consumidores.
9) La posible responsabilidad que pueda tener la banca española en nuestra mayor tasa de inflación dado el mayor nivel de gastos inherentes a las operaciones financieras y comisiones que cobra a sus clientes.
10) Las posibles responsabilidades de la banca española como financiadora de negocios criminales, de tráfico de armas y de drogas, tal y como han denunciado algunos organizamos y asociaciones internacionales.
11) La posible responsabilidad de la banca española por utilizar paraísos fiscales para facilitar la evasión fiscal y por los daños que con toda seguridad eso ha causado a la economía española.
l2) La posible responsabilidad que haya podido tener la banca española en la exclusión y segregación financieras que haya podido producirse con colectivos sociales o grupos sociales más vulnerables.
13) La posible responsabilidad de la banca española en la financiación consciente de la corrupción urbanística.
14) La posible responsabilidad de la banca española en la financiación irregular de los partidos políticos.
15) La posible responsabilidad de la banca española en el incremento del coste de la deuda soberana y su participación en actuaciones especulativas contra España incluso con recursos recibidos de los poderes públicos y de los ciudadanos españoles.
16) La posible responsabilidad de la banca española en la extensión del fraude fiscal y de la economía sumergida difundiendo productos financieros durante los últimos años con el solo propósito de blanquear dinero y ocultar a la Hacienda Pública las fuentes reales de las rentas y patrimonios de sus clientes.
17) La responsabilidad de la banca por utilizar de un modo palpable e indisimulado su poder financiero para aumentar su influencia mediática, política, académica y social comprando voluntades y publicaciones financiando publicaciones (como ocurre con los informes que justifican la privatización y recorte de las pensiones públicas) en donde una y otra vez se presentan datos que no responden a la realidad pero que contribuyen a crear un estado de opinión favorable a sus intereses económicos. Y, por tanto, engañando a la opinión pública y prostituyendo la deliberación social y la propia democracia.
18) La responsabilidad de la banca española en la enorme pérdida de empleo que se ha producido en su sector, en donde las jubilaciones se producen a las edades más bajas a pesar de que los informes que financia proponen su aumento para el resto de los trabajadores y sectores económicos, y a pesar de que es el negocio que mayores beneficios viene obteniendo desde hace años.
19) La posible responsabilidad de la banca española en la enorme cantidad de errores que se producen en la gestión de las cuentas de sus clientes o en la gestión de documentos y recibos, por los habituales abusos de confianza que llevan a gestionar de forma muy diferenciada y arbitraria sus depósitos y, de forma particular, por la suscripción de fraudulentos “fondos de pensiones” que ocultan su verdadera naturaleza y beneficio real y la desigual rentabilidad que suponen para los clientes y para las entidades bancarias.
20) Y finalmente habría que abrir otro capítulo para depurar también las responsabilidades de los directivos del Banco de España, y más concretamente de sus gobernadores, puesto que son las autoridades encargadas de supervisar a la banca privada y las que podrían haber evitado que todo esto hubiera ocurrido.
Pero ninguna de estas cuestiones se plantea ni se investiga, ni se cuestiona. En lugar de hacerles frente para poner en claro las causas que han provocado un quebranto de docenas de miles de millones de euros para pequeñas y medianas empresas y para las familias y consumidores españoles, y, además de ello, una merma sustancial de su capacidad de decisión, lo que se hace es conceder a los banqueros un régimen de privilegios totalmente incompatibles con la democracia más elemental y de casi total impunidad. El ejemplo del presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, es elocuente:
Según informaba la web EL CONFIDENCIAL el 21 de septiembre de 2006 “durante los años 1988 y 1989, el Santander manejó cerca de medio billón de pesetas de dinero negro, que provenía de fuentes financieras más o menos inconfesables (…) El banco entregó al Fisco información falsa sobre 9.566 operaciones formalizadas que representaban 145.120 millones de pesetas. (…) A tal efecto, no dudó en declarar como titulares de las cesiones a personas fallecidas, emigrantes no residentes en España, ancianos desvalidos, trabajadores en paro, familiares de empleados del banco, antiguos clientes que ya no mantenían relación alguna con la entidad, etcétera”.
Como consecuencia del descubrimiento de esa serie de irregularidades, la acusación solicitó para el presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, “un total de 170 años de prisión y una multa de 46.242.233,92 euros (7.694.060.334 pesetas), además de una responsabilidad civil de 84.935.195,86 euros (14.132.027.499 pesetas), que es el perjuicio causado con su actuación a la Hacienda Pública”.
Pues bien, el diario El País informaba el 27 de mayo de 2008 que para defenderse de la acusación de supuestos favores a ese banco, el ex ministro de economía Rodrigo Rato presentó un escrito de la ex-Secretaria de Estado de Justicia y luego Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, “en la que ésta pidió el 25 de abril de 1996 que se cursaran al Abogado del Estado “instrucciones” sobre su actuación en el caso de las cesiones de crédito”, concretamente, pidiendo que no se dirigiera “acción penal alguna por presunto delito contra la Hacienda Pública, contra la citada entidad bancaria o sus representantes”. Gracias a lo cual, su presidente ni siquiera fue juzgado por esas actuaciones.
Estos son los verdaderos abusos de la banca y los que de verdad hacen daño a la sociedad y no las remuneraciones de sus directivos, por muy altas que sean. Y no hay por qué que seguir aguantando estos abusos. Hay que denunciarlos, censurarlos y reclamar medidas para investigar y depurar responsabilidades.
Ya es hora de que la sociedad despierte y no se deje vencer más por el miedo ancestral hacia quienes manipulan el dinero ante sus manos como si fueran magos que tienen un don especial para hacerse ricos cuando en realidad solo son trileros que se aprovechan de la necesidad ajena y que esconden sus trampas gracias a la impunidad y al poder inmenso que durante siglos han acumulado.
Ya es hora de que la gente reaccione y no permita que, con su dinero, la banca robe, engañe y haga inversiones inmorales y sumamente peligrosas para la estabilidad económica, social y ambiental del planeta.
No puede haber democracia mientras haya abusos bancarios.
Totalmente de acuerdo Alberto.
La justicia no existe para los Botín y compañía.
Lo que más me cabrea es el tema de los embargos de las casas. Para mí, ha sido una estafa monumental: tasar al alza para conceder los créditos y a la baja para el embargo, pese a que los precios hayan caído. Se debería mantener la tasación inicial. Además, de que las tasaciones las hacen empresas pagadas por el banco.
Totalmente de acuerdo con el artículo. Al comentario de Pedro, añadiría, que las personas o empresas responsables de las «malas/fraudulentas tasaciones» se les debería exigir la responsabilidad subsidiaria, como responsables de las diferencias en las tasaciones, para quienes no puedan pagar las hipotecas y se quedan sin viviendas. También, el gobierno, tán pródigo con la banca, debería asumir, cómo préstamo a bajo interés, y exclusivamente para las viviendas de primer domicilio y hasta un tope de precio, aquellos impagos que se produzcan o se hayan producido como consecuencia directa de la situación crítica por la que está pasando la sociedad, es decir, paro, cierre de pequeña empresa… demostrable mediante el recurso oportuno (fiscalización, auditoría…).
Claro que todo esto suena a utopía, pero de eso trata, de plantear alternativas posibles al desembarco hostil y agresivo que los nuevos emperadores del mundo y sus mercados están llevando a cabo. Se trata de excluir de la ciudadanía y los derechos que este concepto conlleva a la mayor parte de la población occidental, sumándola a la que ya existe en la mayor parte del planeta tierra. Resistir ente embate no será suficiente, se trata pues de acabar con este sistema injusto y desproporcional que desea concentrar en manos de una minoría todo el poder y continuar despojando de derechos y recursos a la mayoría de la población mundial. No les basta con que mueran de hambre 35.000.000 de personas anualmente; no les basta con que sean también millones de personas las que mueres directamente a causa de la falta de agua potable o indirectamente a consecuencia de las enfermedades que generan un agua no potable. No les basta que haya más de 1.000.000.000 de personas pobres. Su hambre de codicia es insaciable y yo me pregunto ¿son humanos? Y mi respuesta es, ¡ y qué más dá lo que sean! No debemos callarnos, no debemos aguantarnos, debemos salir y tomar las calles, sentarnos frente a sus centros de poder y con cacerolas o lo que querair dar golpecitos, no muy fuerte, no es necesario, la suma de muchos golpecitos se volverá estruendo. Mirémosles a los ojos, rodeémoles por las calles, mirándoles y dándo pequeños golpecitos a nuestras cacerolas, acompañémosles como «el hombre del frac» y mientras tanto pensemos como vamos a hacer, para que de modo pacífico derribemos este sistema jurídico-económico-político y social.
Si con «Banca» entendemos a todos los directivos, tecnócratas, accionistas y miembros de los consejos de dirección, me parece unas observaciones acertadas. Creo en la economía de mercado como motor de la generación de riqueza, y creo que todas las personas han de tener al menos una oportunidad (Como dijo Rockefeller)en su vida para poder iniciar una senda que les permita properar a un ritmo que supere al de la contraprestación del trabajo. Dicho simplemente, creo que es la iniciativa privada quien tiene el potencial suficiente para mover una economía. También he de comentar que nunca me pareció acertado lo de la «mano invisible», por supuesto, siempre buscando el equilibrio….. pero esa mano invisible también funciona en mi cuarto de baño, cuando tiro una canica a la bañera y no se por qué extraña cuestión, siempre acaba en el desagüe… y no por eso ensalzo a mi bañera. Y en cualquier caso, la mano es la mano, y la mano sin «cerebro» es como mi bañera… un fenómeno de la física o de las matemáticas según se mire. Dicho esto, y he aquí mi propuesta, creo que sería necesario por higiene democrática que se promulgase una ley, a ser posible orgánica, que responsabilice a los cargos público y a las personas u organismos que los reciban o gestiones, en los ámbitos civil, mercantil, administrativo y penal. Y supongo que alguien dirá que la actual ordenación tiene margen suficiente para enfrentanrse a este «quinto poder» que en realidad, sería como «El señor de los anillo», pues de una forma u otra es el que domina a los demás. (Lease, politico, ejecutivo, legislativo, mediatico, etc..) Pues nó. No es suficiente. Además, se deberían pedir responsabilidades penales desde el ámbito de la gestíón, dando castigo al que malgasta o despilfarra, además de imponer el copago protocolario, es decir, cada vez que un politico o alguien de la administración asista a un ágape, concierto, evento deportivo, etc, se emita una factura con el coste real de su invitación y además tenga que desembolsar un 20% del coste de su bolsillo. Por supuesto con copia de la factura a la prensa. Por otra parte, y en referenciaz al caso de Botín, yo fuí testigo de como a mi tío (Tenía más de ochenta años) le daban en el año 94 un interés del 6% cuando el de mercado era mucho más alto, y como unico documento del deposito tenía un papel donde decia que el dinero se lo habían prestado a una empresa ubicada en Navarra. Y encima el señor Botin o Don Emilio (Como dice Lobato cuando le menciona en sus retrasmisiones de F1)Es nombrado ensalzado como en su día lo fúe Mario Conde. Da asco tanto fariseo. Es por eso que si un Banco maneja dinero privado, se le pidan responsabilidades desde el ámbito privado, pero si maneja algo de dinero público (Incluidas las ayudas para evitar hundimientos»), caiga sobre ellos todo el peso que la responsabilidad y la honestidad han de tener para manejar el dinero que pertenece a todos los ciudadanos. Saludos y gracias por permitir un cierto desahogo con la lectura del articulo.
El problema es que la sociedad, o gran parte de ella, ha perdido toda ética. Es normal que por la lógica capitalista los bancos carezcan de ella, pero no debiera ser así en el caso de las personas corrientes. Y digo esto porque hay una parte de la sociedad que, cuando embargan la vivienda a alguien, lo justifica argumentando que le está bien merecido porque esa casa era demasiado cara para lo que ganaba.
Bien, quizá sea cierto. Pero no debemos olvidar que los bancos, ante la incultura financiera del común de las personas, deberían haber actuado como asesores financieros. Tendrían, pues, que asumir su parte de responsabilidad al haber permitido el endeudamiento masivo de la población, por encima de sus posibilidades. Y como se apunta en el artículo, no menos responsabilidad tiene el Banco de España y su gobernador.
Pero lejos de asumir cualquier tipo de responsabilidad, salen beneficiados de esta situación, en forma de «recompra» a precios de saldo de una importante parte de activos sobrevalorados que financiaron en su día, y que, como bien dice el artículo, mantienen en su poder sin sacarlos al mercado para evitar que bajen los precios y tener que dotar provisiones que reducirían sus beneficios.
Lo peor, bajo mi punto de vista, es que toda esta situación se ha permitido bajo el gobierno de un partido que se autodenomina socialista y obrero, y que debería haber puesto coto a estos desmanes de la banca.
Ahora dicen o proponen crear una subcomisión para decidir si la entrega de la vivienda salda la deuda con el banco. Veremos en qué queda la cosa.
¿Por qué las Cajas o Bancos condonan la deuda a los partidos, sobre todo a los que gobiernan? Es el pez que se muerde la cola. Favor con favor se paga. Así vamos.
Me parece muy bien,pero a los españoles les preocupa más que los gays puedan poner su musiquita al máximo de volumen(huelga que tuvo a 1 millon de personas en Madrid)o que se quiera echar a inmigrantes CON ANTECEDENTES O ILEGALES,pidiendo un país sin fronteras para los criminales.El problema principal son el 70%de los españoles.Los primeros son los universitarios,solo dicen estupideces como:Va a volver el gobierno franquista(en referencia el PP)o «queremos un País sin fronteras».En fin,lo mejor es aprender inglés o alemán y salir de este lamentable país,para no volver nunca.