Se ha filtrado el borrador del próximo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático –IPCC, por sus siglas en inglés. Es desalentador, pero no sorprendente. Advierte de que si no somos capaces de limitar el crecimiento de la temperatura media mundial a 1,5 grados –sobre el nivel preindustrial- las consecuencias serán aún más desastrosas: un 10% más de días con temperaturas extremas, un incremento del 50% del estrés hídrico –que se da cuando se demanda más agua de la que hay disponible-, la desaparición del hielo en el ártico, la migración de 100 millones de personas y la desaparición de corales en los océanos. En suma, la actividad económica del ser humano está destruyendo los ecosistemas. ¿La solución propuesta? Un cambio profundo en el modelo de producción y consumo de energía, con el horizonte de un 100% de energías renovables para 2060. El borrador del IPCC puede cambiar, pero va en la línea de lo esperado. O somos capaces de reaccionar, yendo a la raíz de los problemas, o el planeta dejará de existir tal y como lo conocemos.
Una reacción que es verdaderamente imposible con un gobierno mariano …
Saludos
Infundiendo miedo.
Es para al menos preocuparse: calentamiento global (acelerado), deshielo con desalinización que interviene sobre las corrientes marinas, agujero de la capa de ozono…, retención del reflejo ultravioleta por deshielo….
Es para preocuparse, no por Rajoy(qué es sólo el presidente de España), sino porqué el «credo» neoliberal es eso, una religión que coloca la fé de la busqueda del interés general en una «mano invisible». Realmente piensas, que los Oceanos convirtiéndose en una sopa cambiando su composición química y función, abandonando su ser regulador y reciclador por otro emisor de tóxicos (CO2 entre ellos), y con los poderes económicos y políticos confiando en la misma «mano invisible» de no sabemos qué «amigo invisible», no es para preocuparse y al menos reflexionar sobre ello.
Si es para preocuparse y reflexionar, lo grave es que la cuestión no sólo responde a gigantes como los modelos de producción y consumo, que la r-evolución que necesitamos no se reduce a la energética sin abordar materias primas de consumo y manufactura… Que requerimos alcanzar calidad de vida con decrecimiento demográfico, invirtiendo nuestra acción ecosistémica de depredadora a regeneradora.
El problema es que requerimos otro modelo de relación y/o intercambio, y no sabemos si llegaremos a él, si las resistencias de instituciones e inercias del actual sistema se llevará por delante al planeta de una u otra forma -porque nunca antes ha existido dicha capacidad de destrucción-.
El miedo paraliza, pero la preocupación abre la catarsis que pare alternativas.
Un cordial saludo.
Para todos aquellos que no comprenden como el valor sigue siendo trabajo, y piensan que en la era de la automatización mecánica, inteligente y sensorial, de la financiarización y sus burbujas, ya no es el trabajo quien aporta el valor, el siguiente texto es un extracto magistral sobre el valor recogido de la Wikipedia:
«El trabajo no es ‘valor’ por naturaleza, es lo que produce valor exclusivamente por la organización social en el cual es empleado. Una característica intrínseca del trabajo es producir, crear, transformar, pero el hecho de que el valor de las mercancías se mida por el tiempo de trabajo socialmente necesario empleado en ellas se debe al estadio histórico alcanzado de desarrollo económico de los diversos Estados, de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción de un determinado modo de producción (en este caso, el capitalista). El ‘socialmente necesario’ es una de las diferencias radicales introducidas por Marx con respecto a sus predecesores, los cuales no concebían o no introducían el mercado y la competencia dentro de sus respectivas teorías del valor de las mercancías. Marx sí tenía presente el mercado y la competencia en su teoría del valor de las mercancías, como dejó constancia en una de sus obras principales escrita frente a Proudhon:
Es importante insistir aquí en que el valor no es determinado por el tiempo en que una cosa ha sido producida, sino por el mínimo de tiempo en que puede ser producida, y este mínimo es establecido por la competencia. Supongamos por un momento que haya desaparecido la competencia y que, por consiguiente, no exista medio de establecer el mínimo de trabajo necesario para la producción de una mercancía. ¿Que ocurrirá? Bastará invertir en la producción de un objeto seis horas de trabajo para tener derecho, según el señor Proudhon, a exigir a cambio seis veces más que quien no haya empleado más de una hora en la producción del mismo objeto.
Miseria de la filosofía (1846), Karl Marx»
Es magistral como Marx plantea que el trabajo -actividad o esfuerzo humano- no es valor por naturaleza, sino que ello depende exclusivamente de la organización humana histórica que lo emplea. Y así va desgranando características del valor-trabajo que continúan vigentes, leía la entrevista que Mariscal hizo a Javier Navascues, en ella nos recuerda como el capitalismo crea valor en actividades que antes no lo tenían, pues no estaban reguladas por la relación económica, creando demanda económica en actividades que antes escapaban de la mercantilización.
Hoy pese a toda nuestra tecnología, el trabajo sigue siendo quién aporta valor, y por ello sigue siendo la posición en el proceso de producción la que determina la posición social. Por eso, sigue siendo el rol en el proceso de producción origen de la redistribución del producto. En definitiva el trabajo visto como actividad humana de orden económico, es quién determina nuestro puesto en la relación social, de forma que el trabajo sigue siendo no sólo quién determina el valor de las cosas, sino quién determina el valor del propio hombre o mujer.
Quizás así, mirando al reflejo del espejo, entendamos mejor que el trabajo sigue siendo la fuente de valor, y por ello sigue determinando la organización, relación, intercambio, jerarquía social. Nombres todos ellos que vienen a expresar que el valor (abstracción histórica) sobre la actividad humana económica (trabajo), determina o estructura al conjunto de la Sociedad o sistema. Todavía nuestra organización social se funda en el trabajo como generador de valor, es decir, como medio de organización de nuestra relación o sociedad.
Un cordial saludo, y un recuerdo para nuestro camarada Javier Navascués.
Quiza sin las estelas que vemos en los cielos habría menos efecto invernadero
La mayor amenaza que afronta la Humanidad no viene de la sobreexplotación ecosistémica (que también). Sino de las disrupciones que traen consigo el cambio de Era, en el que estamos inmersos, y cuyo rasgo singular más destacado es social.
La relación o intercambio social pivota sobre el valor-trabajo, y la inercia sistémica (contradictoriamente) nos lleva a la automatización inteligente de todo proceso trabajo. Es decir, que el destruccionismo creativo que funcionaba como catarsis, alumbrando productos exnovo y diversificación de industrias lo seguirá haciendo, pero sin requerir fuerza humana para ello o haciéndolo infinitesimalmente. De tal modo que el valor-trabajo dejará de ser la medida central de la relación social, al menos entre la mayoría, dado que la vida quedará asegurada por medios automatizados.
La trascendencia de dichos cambios, como comprenderéis, son tremendas, y el momento de la gestación del cambio al que asistimos puede ser desequilibrado y conflictivo. Si los cambios de Época han traído no pocos conflictos y sufrimiento, el asistir a un cambio de Era ha de ser una maldición de no te menees.
Entrar a desarrollar todos los fenómenos y planos afectados por dicha revolución, sería demasiado largo para trasladar la idea, que es lo pretendido. Pero contar con la capacidad de destrucción actual y seguir considerando al extraño, como la acepción del canibalismo que entendía por caza, todo aquello que no era tribu o comunidad, no augura un porvenir halagüeño ante las contradicciones que se están iniciando.
Por dar otro enfoque a fenómenos que analizamos en términos de avance del capitalismo actual y no sólo son eso. También debemos considerar, al mirar el intrusismo mercantil en áreas reservadas antes a las relaciones afectivas, que expresa la necesidad de generar valor ocupando cada vez más esferas de la vida, precisamente por la pérdida de valor en industrias al uso o convencionales (aun diversificándose con productos exnovo).
Por ello, los cambios en las infraestructuras que significan un cambio de paradigma en las relaciones sociales, desplazando al trabajo –al menos- como eje vertebrador de las relaciones sociales y valores de la mayoría, es la mayor amenaza que afrontamos. De forma que la amenaza está en el progreso y la fatalidad en el pasado.
Un cordial saludo.
70 años borrando al pueblo palestino (Damnatio memoriae), no es apartheid porque no los quieren ni aparte.
De nuevo, sobre la mesa, más masacres de civiles palestinos a manos del ejército israelí, y de parte europea pasividad, pusilanimidad….
El apartheid israelí es mucho peor, no sólo por el cómo, sino por el origen de su cómo, su por qué.
El origen de que el apartheid israelí sea más cruel, se encuentra en que el objeto del sudafricano era mantenerlos en semiesclavitud. Pero el origen del apartheid israelí sobre l@s palestin@s no es mantenerlos, sino exterminarlos como pueblo (borrando y borrándonos de la memoria a quienes vivían en las tierras usurpadas) y en esas llevan 70 años. Extendernos en las mil y una formas de sufrimiento experimentadas por l@s palestin@s, de toda condición y edad, en éste tiempo es innecesario, pues de todos es conocido.
¿Pero por qué se recurre al ejemplo sudafricano? Y no lo es tanto por la similitud de los sufrimientos de ambos pueblos (la crueldad empleada por el Estado Israelí es mayor), tanto como por la esperanza de resolución similar a la ocurrida en Sudáfrica.
La presión internacional de los pueblos y sus asociaciones, no se centraban en la crítica al Gobierno sudafricano, sino sobre los gobiernos que lo sostenían, fundamentalmente sobre el Norteamericano, como responsables finales de dicha situación, pues el gobierno sudafricano no era más que un gestor y autor material, más aun en este mundo –ya entonces globalizado-.
Quizás las miradas del mundo, incluidas las de los árabes, deban de centrar sus miradas, no tanto –que también, pero en menor medida, espacio, prioridad y tiempo- en el autor material de los crímenes y pasar a responsabilizar a quién los autoriza o toma la decisión, respaldando sus consecuencias y vetando en la O.N.U. cualquier acción correctiva.
Colocar al pueblo norteamericano, europeos…, ante la responsabilidad de sus gobiernos y fundamentalmente del norteamericano no por el papel de sostén económico y militar del Estado israelí, sino de sus políticas criminales y totalmente desproporcionadas contra los palestinos, pues se defiende la solución de los Estados.
La realidad de los palestinos es tal, que con la excepción del palabro usado y el de “pueblo”, no encuentra ninguna más con la que definirse su situación: no son ciudadanos, ni esclavos, ni …, los gobiernos israelíes han practicado una forma nueva de represión, de ejercer la violencia, que ni tan siquiera nos permite llamar a los palestinos supervivientes, pues su vía crucis todavía no ha terminado.
Cuando vi al joven palestino estremecerle su cabeza el impacto del proyectil y desplomarse, y escuchaba la celebración de los francotiradores israelíes, recordé a David (“padre de Israel” en la tradición judía) y no alcanzaba a imaginar qué pensaría aquel que fuera pastor contra Goliat, ante tanta desproporción. Sólo ayer 58 muertos palestinos, más de 2.000 heridos, tod@s palestin@s.
Qué el Estado Israelí es el autor material, lo sabemos, pero ¿quién autoriza y respalda internacionalmente, dándoles impunidad? Ya es hora que como en Sudáfrica, pidamos responsabilidad a EE.UU. por sus acciones, al menos, por las conocidas públicamente que dan impunidad, y sostienen económica y militarmente una forma determinada y concreta del Estado de Israel.
Cómo no va a estar amenazado el Mundo, las demás especies, cuando nos amenazamos nosotros mismos.
Democracia o Barbarie.
¿Estará ahora Pedro a la altura de esto?