Como bien se sabe, empresarios y sindicatos han llegado a un principio de acuerdo sobre la futura reforma laboral que servirá de base para que el gobierno legisle. Será una reforma laboral que, según ha comentado el propio ministro de Economía, se convertirá en el centro de la política económica del gobierno del PP. Mi compañero Coscubiela, diputado de ICV-EUiA y sindicalista de larga trayectoria, ha escrito unas notas de urgencia muy interesantes sobre la reforma. Yo quisiera copiar la idea y plasmar mis primeras impresiones.
Hay varias formas de analizar esta reforma laboral, y sin duda en la izquierda política y sindical vamos a ver ambas. En primer lugar puede analizarse desde un punto de vista técnico o desde un punto de vista político. En segundo lugar, puede analizarse desde un punto de vista de capacidad de gestión o desde una perspectiva estratégica. Al fin y alcabo, la reforma laboral se enmarca en un determinado momento histórico y en una coyuntura económica muy concreta. Y por lo tanto hay diferentes interpretaciones posibles y todas ellas legítimas.
Como bien se sabe, la primera cuestión a resolver es si es pertinente o no una reforma laboral. Cuestión que engloba unas preguntas aún más importantes: ¿qué objetivo debe tener una reforma laboral? y ¿qué papel juega el mercado de trabajo en el sistema económico?
En la teoría económica el mercado de trabajo puede ser analizado desde diferentes enfoques. Los economistas neoclásicos lo ven como un espacio donde hay demasiadas «interferencias» que obstaculizan la adecuada asignación de trabajadores en los puestos de trabajo. Los sindicatos son uno de esos obstáculos, y en consecuencia también determinadas medidas que han conseguido aplicar y que instauran «rigideces» en la libre asignación de recursos. Esta perspectiva entiende que desregulando el mercado de trabajo (es decir, hacer más fácil en todos los sentidos la contratación y despido de trabajadores) se puede combatir exitosamente el desempleo. Y la variable de ajuste en esta visión es el salario. Cuanto más flexible sea el salario, más fácil será ajustar oferta y demanda de trabajo. Los economistas que se inspiran en esta teoría entienden, en definitiva, que hay que reformar el mercado de trabajo para liberar a los empresarios de sus obstáculos.
Por el contrario, parte de los economistas críticos ven el desempleo no como resultado de desajustes en el mercado de trabajo, sino como desajustes en el mercado de bienes y, concretamente, por falta de demanda. Esto quiere decir que el mercado de trabajo no tiene un papel primordial en la creación de empleo, pero sí lo tiene la actividad económica y el nivel de consumo e inversión (privada y pública). En este sentido y en un contexto de falta de demanda las reformas laborales serían por lo general inocuas. No conseguirían reactivar la economía y amenazarían, si están mal diseñadas, con un empobrecimiento de la población que agudizaría el problema.
Hasta aquí son trazos generales, obviamente. Mi opinión es que en un contexto como el actual el problema de la economía no está en el mercado de trabajo, aunque por otra parte puede aceptarse que tiene sus propios problemas, sino en otras causas que tienen que ver con la desigualdad que conduce a la falta de demanda.
Pero a continuación tenemos que valorar el papel de los sindicatos, y no sólo desde un punto de vista técnico sino también político. Esto quiere decir que no podemos detenernos a saber lo que es conveniente o no bajo la teoría, sino que también tenemos que estudiar las bases políticas que permiten tomar una u otra decisión.
Los sindicatos están hoy desprestigiados y bajo permanente ataque. Como he mencionado anteriormente, la derecha odia a los sindicatos porque en su modelo teórico el papel de los mismos debería ser reducido a la mínima expresión. Resultado de ese ataque y de la nueva configuración económica mundial dominante desde los años ochenta, los sindicatos han sufrido una derrota tras otra. Hasta el punto que muchos sectores han terminado aceptando incluso las tesis de sus adversarios. En esta coyuntura los sindicatos han pasado a una estrategia defensiva, centrando su política en resistir los brutales ataques de la derecha. El objetivo ha sido, desde hace mucho, mitigar los efectos de las políticas impulsadas por los gobiernos y las cuales siempre han atentado contra las condiciones de trabajo de los trabajadores.
Así las cosas, muchos sindicalistas han optado por mantener esa estrategia de lucha ante la reforma actual. Desde un punto de vista técnico esa lucha ha logrado históricamente importantes beneficios, puesto que esa resistencia ha permitido mantener o incluso aumentar derechos en determinadas áreas. Si bien perdiéndolos en otras. La reforma de las pensiones, por ejemplo, tuvo también sus ventajas porque permitió incrementar derechos parciales como la cotización de determinados sectores hasta entonces excluidos. Es decir, la resistencia en la negociación ha permitido mitigar los posibles efectos -aún más perversos- de una reforma laboral impuesta por una de las partes.
En este sentido cabe recordar que el sindicato negocia teniendo presente que ha de hacer presión, para lo cual es importante la movilización y la base social que le apoya. Desgraciadamente tanto el apoyo social como las movilizaciones han ido en retroceso, dejando así al sindicato peor armado.
Si bien lo arriba descrito es perfectamente cierto, hay otros elementos que no podemos olvidar. El primero de ello, que la base social que fortalece un sindicato se nutre de la acción y la coherencia. Con estrategias defensivas los sindicatos pierden poco a poco a sus propias bases, y de vez en cuando aceptando -bajo la lógica del mal menor- burradas como la jubiliación a los 67 el apoyo decae en masa. Los sindicalistas se desaniman y la población no sindicada deja de apoyar. De forma que al término de cada negociación de esta naturaleza los sindicatos se encuentran aún peor armados que antes.
Por eso yo veo dos opciones interesantes para los sindicalistas. La primera, aceptar que no hay una relación de fuerzas suficiente como para enfrentar el poder abrumador de la derecha. Eso conllevaría negociar todo lo posible y comenzar una estrategia de reorganización que permita recuperar fuerzas y plantear una ofensiva en los próximos años. La segunda opción, renunciar a negociar y aceptar que es mejor que se gobierne por decreto a participar en un proceso que te hiere. La negociación te hace partícipe, y es una guerra que nunca se ganará en las actuales condiciones. Así, un plan estratégico debería pasar por reconstruir la base social reconcilíandote con ella.
Yo no soy partidario de esta reforma laboral, que entre otras cosas centra el papel en la moderación salarial. Soy más bien partidario de fortalecer a los sindicatos lo máximo posible, porque son indispensables para la salida a la crisis y para la superación del sistema político y económico. Pero para fortalecer hay que tomar las decisiones adecuadas, no sólo las técnicas sino también las políticas.
¿Reconciliación entre base social y sindicatos? no hablo por mi pero lo veo bastante complicado, porque hoy dia el nivel de desinformación es abrumador y ya no solo eso sino también el nivel de manipulación de la informacion por parte de los medios por lo que por ejemplo los que leemos tus articulos es porque nos interesa y ya compartimos normalmente tus opiniones, y el que no, no creo que se entere porque valla en busca de este articulo. Solo «saben» lo que escuchan de la televisión, y eso ni es información ni es nada.
Te he preguntado también en twitter, pero, aqui lo dejo también, ¿qué estrategia seguirías para intentar llevar a cabo esa reconciliación entre base social y sindicatos?.
Esta reforma laboral ‘mancha’ todavía más a la clase trabajadora. UGT y CCOO (¿por qué decir ‘sindicatos’ si son sólo estos dos quienes han pactado con la clase capitalista?) tenían la opción de no unirse al equipo de los verdugos, de no mancharse las manos, dejando actuar al Gobierno y acordando una estrategia de confrontación directa en unión con todos los movimientos sociales. Han elegido ser parte de los verdugos, y esta reforma laboral, se mire desde el prisma que se mire, es un nuevo capítulo más en el ataque a la clase trabajadora y un paso que avanza más en la disminución de la participación de las rentas del trabajo en la riqueza del Estado. Lo alarmante es que no es nada nuevo, sino que obedece a la estrategia de ‘moderación salarial’ que ambas organizaciones han acordado en sus órganos de decisión en los últimos años.
Perdona Alberto: «Los sindicatos están hoy desprestigiados y bajo permanente ataque.» Por la experiencia que he tenido con los sindicatos en los 2 últimos puestos donde he trabajado, he llegado a la conclusión de que están más que vendidos. Que tienen una mentalidad orientada al capitalismo ya que su defensa hacia los derechos de los trabajadores se amolda a las exigencias de la patronal. Por eso nunca les he votado ni a UGT ni a CCOO porque como ya he dicho antes están vendidos. De hecho tampoco voto a ningún partido. Una vez estuve dispuesto a votar a IU pero al ver lo sucedido en Extremadura acabé por desengañarme del todo. A los políticos os importa un carajo la gente y menos aún a vuestros electores.
¿Quieres un ejemplo de reforma laboral?
1. Ilegalizar las ETTs porque a través de estas empresas el fraude laboral está legalizado.
2. ¿Para qué aguantar las presiones y amenazas de las multinacionales y especialmente de las automovilísticas? ¡Que se larguen! ¿Por qué no crear nosotros mismos una industria automovilística PÚBLICA que fabrique
automóviles eléctricos para así depender lo menos posible de combustible contaminante procedente de países inestables que afectan contundentemente a nuestra economía? ¿Cuánto costaría una empresa de tal envergadura que diera trabajo a miles de españoles? ¿400 millones de Euros? ¿2000 millones? A mí me parece que a 47 millones de españoles durante unos años nos costaría bien poquito.
3. No expropiar pero sí comprar tierras a un precio tentador para el propietario. Ceder las tierras a los jornaleros para que creen agricultura de regadío (que cunde más que la de secano) y desarrollen (con la ayuda del gobierno al ser posible) una industria alimentaria cooperativa cuyos beneficios no se reparten sino que se reinvierten en ampliación de la misma y más maquinaria industrial para así ofrecer más trabajo. Sobretodo en Andalucía que falta hace.
4. Crear todo tipo de industria pública que sea rentable.
5. Ir reformando las estructuras internas de las empresas privadas y convertirlas en empresas cooperativas si éstas resultan rentables. Un ejemplo. Si un sinvergüenza se atreve a pedir una inyección por parte del gobierno alegando insolvencia y amenazando con despedir a sus empleados. Si la empresa tiene cierta antigüedad (10 años o más) entonces que el cacique elija una de dos. 1: Se inyecta el dinero a cambio de que reparta todos sus activos a partes iguales entre todos sus empleados creando un contrato para que ningún empleado pueda ceder a otro sus activos para así evitar que los activos vuelvan al sinvergüenza y que todos cobren lo mismo (desde el director hasta el peón). 2: El gobierno compra la empresa a un precio razonable y la transforma en cooperativa.
Puede sonar a estupidez pero la intención es disolver progresivamente las clases sociales. ¿Te suena?
6. A toda industria con cierta antigüedad que haya cerrado, se evalúa su viabilidad de ser rentable y en caso de poder ser rentable se le compra al inepto propietario y se transforma en industria pública y cooperativa de forma que todos los empleados puedan tomar decisiones sobre la empresa mediante consensos. Los beneficios no se reparten; se invierten en ampliar, mejorar la productividad o en más maquinaria con el objetivo de ofrecer más puestos de trabajo.
¿Cómo recuperar el dinero evadido en paraísos fiscales?
1. Ilegalizar la evasión fiscal porque por lo que veo últimamente en este país todo vale.
2. Quien cometa el delito y sea «cazado» ¡A la cárcel! y que no salga hasta que no devuelva todo el dinero a hacienda.
¿Cómo entorpecer la especulación?
La libertad del mercado termina cuando empiezan los derechos y el bienestar del consumidor y el trabajador. El libre mercado desregularizado tiende a ser corrupto y la especulación no es más que otra forma de corrupción. Toda empresa, intermediario, banco, etc… que exceda sus precios, comisiones, etc… reguladas por el gobierno se le grabará a través de impuestos a hacienda calculando la diferencia entre la plusvalía excedida y la regulada por el gobierno. Hay que evitar a toda costa cualquier tipo de burbuja.
Perdona Alberto: «Los sindicatos están hoy desprestigiados y bajo permanente ataque.» Por la experiencia que he tenido con los sindicatos en los 2 últimos puestos donde he trabajado, he llegado a la conclusión de que están más que vendidos. Que tienen una mentalidad orientada al capitalismo ya que su defensa hacia los derechos de los trabajadores se amolda a las exigencias de la patronal. Por eso nunca les he votado ni a UGT ni a CCOO porque como ya he dicho antes están vendidos. De hecho tampoco voto a ningún partido. Una vez estuve dispuesto a votar a IU pero al ver lo sucedido en Extremadura acabé por desengañarme del todo. A los políticos os importa un carajo la gente y menos aún a vuestros electores.
¿Quieres un ejemplo de reforma laboral?
1. Ilegalizar las ETTs porque a través de estas empresas el fraude laboral está legalizado.
2. ¿Para qué aguantar las presiones y amenazas de las multinacionales y especialmente de las automovilísticas? ¡Que se larguen! ¿Por qué no crear nosotros mismos una industria automovilística PÚBLICA que fabrique
automóviles eléctricos para así depender lo menos posible de combustible contaminante procedente de países inestables que afectan contundentemente a nuestra economía? ¿Cuánto costaría una empresa de tal envergadura que diera trabajo a miles de españoles? ¿400 millones de Euros? ¿2000 millones? A mí me parece que a 47 millones de españoles durante unos años nos costaría bien poquito.
3. No expropiar pero sí comprar tierras a un precio tentador para el propietario. Ceder las tierras a los jornaleros para que creen agricultura de regadío (que cunde más que la de secano) y desarrollen (con la ayuda del gobierno al ser posible) una industria alimentaria cooperativa cuyos beneficios no se reparten sino que se reinvierten en ampliación de la misma y más maquinaria industrial para así ofrecer más trabajo. Sobretodo en Andalucía que falta hace.
4. Crear todo tipo de industria pública que sea rentable.
5. Ir reformando las estructuras internas de las empresas privadas y convertirlas en empresas cooperativas si éstas resultan rentables. Un ejemplo. Si un sinvergüenza se atreve a pedir una inyección por parte del gobierno alegando insolvencia y amenazando con despedir a sus empleados. Si la empresa tiene cierta antigüedad (10 años o más) entonces que el cacique elija una de dos. 1: Se inyecta el dinero a cambio de que reparta todos sus activos a partes iguales entre todos sus empleados creando un contrato para que ningún empleado pueda ceder a otro sus activos para así evitar que los activos vuelvan al sinvergüenza y que todos cobren lo mismo (desde el director hasta el peón). 2: El gobierno compra la empresa a un precio razonable y la transforma en cooperativa.
Puede sonar a estupidez pero la intención es disolver progresivamente las clases sociales. ¿Te suena?
6. A toda industria con cierta antigüedad que haya cerrado, se evalúa su viabilidad de ser rentable y en caso de poder ser rentable se le compra al inepto propietario y se transforma en industria pública y cooperativa de forma que todos los empleados puedan tomar decisiones sobre la empresa mediante consensos. Los beneficios no se reparten; se invierten en ampliar, mejorar la productividad o en más maquinaria con el objetivo de ofrecer más puestos de trabajo.
¿Cómo recuperar el dinero evadido en paraísos fiscales?
1. Ilegalizar la evasión fiscal porque por lo que veo últimamente en este país todo vale.
2. Quien cometa el delito y sea «cazado» ¡A la cárcel! y que no salga hasta que no devuelva todo el dinero a hacienda.
¿Cómo entorpecer la especulación?
La libertad del mercado termina cuando empiezan los derechos y el bienestar del consumidor y el trabajador. El libre mercado desregularizado tiende a ser corrupto y la especulación no es más que otra forma de corrupción. Toda empresa, intermediario, banco, etc… que exceda sus precios, comisiones, etc… reguladas por el gobierno se le grabará a través de impuestos a hacienda calculando la diferencia entre la plusvalía excedida y la regulada por el gobierno. Hay que evitar a toda costa cualquier tipo de burbuja.
Espero que esto sirva de algo aunque sin muchas esperanzas.
Hola,
Estoy bastante de acuerdo con lo que viene diciendo Alberto y con el comentario de Toni, pero creo que los sindicatos tienen tan «interiorizado» el papel que han pedido todo el sentido y su razón de ser.
Yo trabajo en temas relacionados con formación y con la administración, dos temas en los que los sindicatos tienen mucho que decir, aunque más correcto sería decir mucho que callar. Gran parte de los problemas en cuanto a actitudes o imagen negativa de estos dos sectores por parte de la sociedad o a su mal funcionamiento en muchos aspectos es porque los sindicatos actúan como un empresario más y encima con la ventaja de la legitimidad previa y olvidando por completo su razón de ser y principios.
En una reforma laboral en los términos que se plantean los sindicatos simplemente tendrían que haber estado EN CONTRA, sin discusión y se han convertido eso, en un actor más que ya no se sabe a que juega y solo mira por «el sistema».
Enhorabuena por el blog.
Quiero empezar diciendo que en terminos generales el articulo de Alberto es muy bueno y su análisis sobre la realidad de los sindicatos muy ponderada. Me sorprende, en cambio, el simplismo de algunos de los comentarios. Hace tiempo que llevo reflexionando sobre este tema lo que me llevó hace unos años a presentar una ponencia en Cuba (http://www.nodo50.org/cubasigloXXI/congreso08/conf4_puigs.pdf) y a publicar un artículo en Rebelion(http://www.rebelion.org/noticia.php?id=124495). Me preocupa, sobre todo, que muchos compañeros confundan errores, que por cierto los ha habido, con traición, que es algo muy diferente .
En todo caso, considero que Alberto se hace un lío mezclando los contenidos del acuerdo sobre negociación colectiva, con el contenido de una futura reforma laboral impulsada por el PP. Este lío es precisamente lo que lleva a algunos compañeros a afirmar que los sindicatos han aceptado reformas laborals, como por ejemplo la que legalizó las ETT, cuando no fue así, ya que fueron reforma impuestas y contra las que se llevó acabo una huelga general. Tengo la impresión de que la futura reforma que intentará imponer el PP, afectará de lleno a la causalidad de la contratación, desregulando, aún más, el contrato de obra y servicio con la finalidad de permitir que las barbaridades que desde hace años se están haciendo en la construcción, se puedan hacer en el sector industrial (ver, al respecto, este artículo que escribi hace unos años: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=24827). También me temo que en la refoma lance un nuevo disparo contra el caracter normativo de los convenios ampliando los supuesto de descuelgue, a través de la extensión de las materia que dicho descuelgue puede abarcar.
Se supone que CCOO es el sindicato referente de IU, pero yo cada vez me planteo más seriamente si queremos andar con esta gentuza que no defiende los derechos de los trabajadores, que andan por ahí de liberados sindicales y que sólo atienden a las perras que puedan obtener del gobierno.
El artículo no aclara prácticamente nada, es un resumen de lo ya sabido. El problema de los sindicatos es bastante simple: cuando los sindicatos (y los sindicalistas) acumulan privilegios mientras los afiliados no son su mayor fuerza, dejan de representar a los trabajadores porque han dejado de ser uno de ellos. Y la solución también es bastante simple: renunciar a los privilegios y trabajar de verdad por los trabajadores, eso traería más afiliación.
La solución de la reconciliación de los sindicatos con la base social, no seria que un trabajador acudiera a un sindicato,porque podría sufrir represalias por parte del patrón, ya que es una acción individual,si no que los sindicatos fueran a las empresas y ver que todo se cumple.Con la actual crisis la poca gente que tiene trabajo,si emprende cualquier acción por muy justificada que sea supone un gran riesgo,si en vez de pedir ayuda,fueran los sindicatos ofreciéndola los trabajadores y la sociedad en general, los apoyaría sin vacilar.
pertenezco a un comité de empresa por CCOO y la verdad es que desgraciadamente la situacion de los sindicatos mayoritarios supuestamente de clase es lamentable: enorme paquidermos subsidiados sin ningun tipo de interés por defender a trabajadores y potenciales trabajadores ( parados…) sino mas bien de mantener su status quo a toda costa
mi baño de realidad con los sindicatos fue cuando mi compi de piso me dijo que su novia trabajaba con un contrato basura en la UGT…cone so esta todo dicho Si no son capaces de garantizar siquiera los derechos laborales que exijen a los empresarios con que legitimidad van a encomendarse a su tarea
lo bueno es que ellos aun estan interpuestos entre la actual situacion, perfectible y la ley de la selva de quienquieretrabajar mas por menos ??? con lo cual aun vomitando en cada esquina hay que estar a su lado o en su defecto del de la CGT, la CNT, etc etc etc
por cierto en aquellos paises donde los sindicatos son mas fuertes ye stan más presentes en la gestión de las empresas , sus economias son mas sanas, robustas, equidistribuidas etc etc Alguno dirá a pesar de ellos pero yo añadiria gracias a …
Antes que nada, felicitarte Alberto Garzón por lo que ya otros comentaristas te han venido felicitando ultimamente: da gusto ver que todavía hay políticos no solamente íntegros, sino además con la capacidad de interlocutar modernamente con la gente de la calle. De verdad felicidades, y sobre todo gracias por esperanzarme en la valía de la clase política!
Dicho esto, engo que pedirte algo -no creo que te parezca mal 😉
Hace unos días descubrí el proyecto FLATTR (https://flattr.com) en el que me he dado de alta y con el que voy a pagar 2USD mensuales (de momento…) a repartir entre los posts que me agraden a lo largo del mes. Para ello, claro, vosotros (los bloggers) tenéis que daros de alta en el sistema y agregar en vuestros artículos un botón «flattr» (tipo «me gusta» de Facebook) para que los lectores os podamos ir votando. De este modo, a final de mes los de Flattr repartirán mis 2USD entre los artículos que voté de manera proporcional.
En fin, perdona el rollo, pero de verdad que leyendo este estupendo artículo de hoy pensé en que te daría gustosamente parte de mis 2USD mensuales a tu artículo :))) Y en fin, no he dudado en ningún momento de lanzarte la propuesta.
Creo que es una iniciativa de crowdsourcing que en los días que corren de replanteamiento del tema del «pago» a los autores de la cultura, está más que atinada.
Un saludo!
SERGI
PD: ahí te sigo, eh, por RSS 😉
Al grano, son unos sinvergüenzas.
Gutierrez, Fidalgo, Toxo, Coscubiela (profundamente anti-comunista) dando clases en escuelas de negocios… una panda de burócratas y vividores que han destruido el movimiento sindical en nuestro país.
«Negociar» con esta gente es muy fácil para el gobierno y la patronal: les plantan que un programa patronal de máximos y luego tras la «negociación» lo rebajan algo; vamos, que pides retrasar la jubilaciíon a los 80, luego lo rean a los 75, y estos burócratas lo dejan como un éxito.
Alberto, te equivocas. negaociar sin informar ni movilizar es una traición.
La reforma laboral y el papel de los sindicatos…
Primero diré que la reforma laboral es necesaria, pero no en el sentido en que lo promueven los mercados, partidos mayoritarios y empresarios. Hace falta una reforma, y los sindicatos deberían de empezar a plantear ellos esas reformas y no esperar a ponerse, como dices en tu articulo, a la defensiva.
La reforma debería ir orientada a una mayor distribución del trabajo, seria lógico para cualquier párvulo, que si hay 15 manzanas, y 20 niños, lo que hay que hacer es una simple división, 20/15= 0.75 manzanas para cada niño. Donde pone “manzana” ponemos “puesto de trabajo” y donde pone “niño” ponemos “trabajador”.
Esto, que parece obvio para cualquiera, se ha convertido en algo extraño. En la misma operación lo que quieren es que cada niño tenga 1.5 manzanas, es decir, que trabajen mas… pero si no hay para todos, si cada uno que lleva manzana lleva manzana y media, pues habrá mas niños sin manzana.
La solución siempre ha pasado por una reforma que realmente flexibilice el trabajo, y me refiero a “flexibilizar” en el termino real de la palabra, es decir, si aparece un avance tecnológico, que permite a un trabajador producir el doble que hasta el momento, y esto conlleva una reducción de la necesidad de mano de obra, pues cada trabajador de este país saldrá beneficiado con reducción de jornada laboral, y no como hasta ahora que se soluciona el problema eliminando puestos de trabajo.
En la actualidad esto parece complicado, si reducimos la jornada laboral de todos los españoles, los empresarios querrían reducir el salario de forma acorde para no disminuir sus beneficios, y en el caso de pequeños comercios tiene su lógica ya que van siempre ajustados de presupuesto. Pero es algo que se podría solucionar cambiando la forma de contratación, nacionalizando el trabajo… y me explico.
Todos los contratos laborales se realizarían a través del estado, si un empresario necesita cubrir digamos 60 horas semanales en un puesto de trabajo, haría una solicitud en la oficina de empleo (por fin tendrían un uso) y el estado le proporcionaría trabajadores para esos puestos, quizás 2 personas 30 horas cada una. Por supuesto el empresario podría dar prioridad a personas conocidas, o a las que previamente haya entrevistado… detalles que hay que pulir, pero este seria el sistema de contratación.
El empresario pagaría lo estipulado por cada hora al estado, y el estado pagaría a sus trabajadores el salario correspondiente. Alguien podría pensar que el empresario tendría que pagar mas que hasta ahora, ya que si no hay merma en los salarios de esos trabajadores, pues o el empresario paga mas por hora o el estado cubre ese sobre coste. Pues esto no es así, en la actualidad un empresario ya esta pagando mas de lo que finalmente percibe el trabajador, ya que esta pagando también la parte proporcional de la prestación por desempleo, al no haber ya un desempleo como hasta ahora, ya que el trabajo se reparte equitativamente, esa parte se puede destinar al salario sin perjuicio para nadie.
Por supuesto esto no es algo que vallan a promover el PEPOE, ya que ellos trabajan para un tipo de empresario vampiro que considera que el trabajador tiene que poder ser amenazado con los mayores males para que haga su labor, una mentalidad un tanto cacique que es la imperante. Por eso si es importante votar a grupos como IU, unirse a movimientos como el 15M y apoyar a los sindicatos, aunque a estos últimos hay que darles un repaso para que hagan su labor y no la de los mercados.
Ahora me meto un poco con los sindicatos.
Hace tiempo que están desnortados, como dices están a la defensiva, siempre pactando al merme. Si un empresario quiere bajar de 10 a 8, solo tiene que decir que va a bajar a 6, el sindicato negocia y acaba reduciendo a 8, así el empresario consigue su objetivo, y los sindicatos vacilan que gracias a ellos no bajaron a 6.
Con esto quiero aclarar que la negociación tal como la plantean siempre es para perder, y esto se ha convertido por desgracia en norma. Hay que pasar al ataque, no esperar a que planteen ellos las reformas y empezar a planteárselas nosotros, y si nos dicen que hay que bajar a 6, les decimos que no, que hay que subir a 15, y si bajan 1 no se negocia, se confronta.
Es cierto que han hecho alguna huelga, cuando lo de las ETTs, cuando las pensiones (aquí por que la gente ya se les estaba tirando al cuello), pero ese es el precio que el estado sabe que hay que pagar, una huelga general es algo que están mas que dispuestos a asumir tanto políticos como empresarios. Es vergonzoso ver como en Francia, cuya situación desde España vemos con envidia, se hicieron 6 o 7 huelgas generales, mientras que aquí, que das una patada a una piedra y salen 4 parados, se hizo tan solo una y a regañadientes, por eso tubo que salir la gente a la calle el 15M por su cuenta, por que los sindicatos, que tradicionalmente son los que llevan la lucha, estaban desaparecidos.
Tienen que dejar de pactar, y cuando se plantean cosas como la jubilación a los 67 años, lo que tienen que hacer es una huelga general “indefinida” es decir, hasta que se retire la reforma. Solo haciendo esto recuperarían parte del prestigio perdido, y solo así se conseguiría relámete algún resultado, ahora lo tendrían difícil debido a que poca gente confía en ellos, pero por eso necesitan el apoyo social, ya que si no tienen respaldo no consiguen nada.
P.D. ayer me dieron ganas de quemar este país, cuando llegue a casa y vi la noticia de que Camps se libraba, pensé que me daba algo ¿no hay manera de que un corrupto pague en este país?
Hola Alberto,
Como economista joven, comparto tu opinión de que los sindicatos son fundamentales para salir de la crisis.
Sobre todo para reducir las desiguldades sociales y así obtener mayor demanda agregada.
Pero creo, que también, hay que trasladar este marco de pensamiento a escala europea. Es decir, tenemos que conseguir subidas salariales, por ejemplo, en Alemania.
Así también, como bien decia Keyenes, fórmulas de compensación en el sector exterior. Si observamos lo que ha supuesto en el Euro como moneda, entre otros efectos, tenemos también unos abultados déficits comerciales compáginados con abultados superávits comerciales. Por tanto, cabe trasladar a nivel europeo estas políticas. Y es dificil.
Aqui entra la política. Me parece un profundo error político, aún superable, firmar nada con la patronal. Si los sindicatos siguen así, estarán cavando su propia tumba.
Muchas felicidades por el blog, que nos sirve a los economistas jóvenes para aprender. Y sobre todo, para saber y estudiar otras teorias ecónomicas.
Saludos!
Muchas felicidades por tu intervención en el Congreso esta mañana. Un paso adelante para hacer políticas con preferencia a la persona y no de forma exclusiva al capital y a los mercados.
Todos/as los trabajadores/as somos Messi y el capital y los mercados PEPE que nos pisan a su libre albedrío.
¿Donde está la justicia? Creo que no hay.
Lo siento por los ciudadanos que trabajan desde la base en los sindicatos. Ellos quizás sean dignos.
Pero la dirección de los sindicatos no nos representan. Son más amarillos que el sindicato del Movimiento anterior. Puros déspotas, que comen de la mierda que el poder les asegura.
Le felicito por su actitud y tambien por su aptitud política.
Verá Vd: No poseo ninguna cualificación económica, pero si me reconozco con la capacidad de opinión social y de análisis para entender este acuerdo laboral.
Este pacto era necesario políticamente para argumentar ante Europa el esfuerzo que la sociedad española esta haciendo para rebajar el umbral del porcentaje de deficit exigido por las estructuras financieras dominantes.
Los sindicatos se han visto «obligados» a aceptar las claúsulas exigentes impuestas, por la premisa descrita, ante la opción más amenazadora a la que nos llevaría la no aceptación de la misma.
En este pais, no hay necesidad de una reforma del mercado de trabajo. Ya existe. Sin estar escrita.
El parado acepta un contrato en blanco. y lo digo por mí.
La pregunta que se me ocurre es:
Dónde estan esos puestos de trabajo?
O es que por aceptar las condiciones pactadas en ese acuerdo, Los empresarios, o el gobierno, van a inventarse industrias con capacidad suficiente para ocupar al número millonario de desempleados.
Qué nos ocultan?
Hacia dónde nos quieren llevar?
Un saludo y ánimo en tus convicciones.
Yo lo veo así, los sindicatos mayoritarios los son en parte porque la patronal les ha dado vidilla, si en una empresa esta UGT, CCOO y CGT el empresario firmará acuerdos con UGT y CCOO, solo se reunirá con ellos porque son mansitos y comen de la mano también hacen lo mismo en los acuerdos a tres partes Gobierno, Empresarios y Sindicatos (UGT y CCOO) exactamente por lo mismo, porque no muerden, luego el empresario los mima cuando hay que contratar a algún trabajador, se contrata a familiares o amigos de los sindicalistas y de esa forma acaban siendo más empresa que trabajador, mientras los trabajadores solo ven el compadreo de los sindicalistas con los jefes, de los enchufes, de los días libres sin ir al curro para supuestamente representación sindical (todos saben que ni aparecen por el sindicato) y así pierden apoyo entre los compañeros que los ven como unos jetas que no creen en nada, ahora los empresarios no necesitan seguir agasajándolos porque definitivamente NADIE cree en ellos y es hora de darles la patada e imponer medidas que de otra forma jamás se habrían atrevido a plantear, es lo que tiene profesionalizar la representación obrera, se pierde conexión con los compañeros y con las fatigas diarias y se convierten en unos burócratas estómagos agradecidos, para desgracia de la clase obrera.
“Como bien se sabe, empresarios y sindicatos han llegado a un principio de acuerdo sobre la futura reforma laboral…” ¡Falso!. Disculpa Alberto pero esto es falso. http://www.ccoo.es/comunes/temp/recursos/1/1149343.pdf. Lo demás es pura retorica. Te recomiendo que reflexiones, porque tienes cabeza para ello, y le des más coherencia al análisis. Para empezar la patronal no quería negociar. Posteriormente la parte de la patronal que coincidiría con una parte de tu reflexión, pero con otros objetivos, reconoce que la desestructuración de los mercados y su desgobierno perjudica más que beneficia a su estrategia como patronal. Esto sobre todo por la existencia de un mercado muy desestructurado, en pleno proceso de desaparición de las Cámaras de comercio y con una mentalidad empresarial poco asociativa.
Salvo posiciones muy ideologizadas, ellos saben que la reforma laboral ha tocado techo como motor de recuperación de la tasa de ganancia y aumento de la productividad, en estos momentos, sobre todo por la falta de flujo financiero. Por esta razón y por la posición sindical se han decantado por el acuerdo.
Bueno, ante todo mostrarte mi aprecio y reconocer tu compromiso político.
Si no queremos convertir este foro en una intereconomia 2 tenemos que ser más rigurosos en la exposición y en la opinión. Por otra parte debo decir que no entiendo en la exposición si el pacto es aceptable o no, en su contexto. Y para una parte de la opinión expresada: hay que hacer la critica desde la propuesta porque gestionar el conflicto laboral no es fácil, y en la coyuntura actual menos fácil. http://www.comfia.net/madrid/html/23001.html. También, por lo que me toca, las huelgas generales y sectoriales las lideran quienes tienen el reconocimiento de su base social. Y cuando mataban abogados laboralistas también éramos unos traidores o en la acepción mas moderna: Unos vendidos, bueno, que se le va a hacer.
En relación al asunto de las pensiones recomiendo un poco mas de sentido comun : http://www.comfia.net/madrid/html/19832.html
Respecto a las referencias al “coscu” no sé si quieres decir, lo que dice, o reescribirlo, porque está muy claro.
“INCIDENCIA DEL ACUERDO EN LA REFORMA LABORAL.
Desde una perspectiva política me atrevo a decir que el preacuerdo acota, limita y condiciona la acción del gobierno en su proyecto de Reforma laboral, salvo claro que el PP decida hacer caso omiso a los resultados del dialogo social, en contra de lo que ha venido pregonando hasta ahora.
En cuanto a sus contenidos el preacuerdo comporta de una parte una ampliación de los mecanismos de flexibilidad interna de las empresas, más allá de los que hoy están establecidos en nuestro marco de relaciones laborales. Se trata de una ampliación que las partes han acordado debe canalizarse a través de la negociación colectiva y que tiene como hilo conductor la necesidad de que los mecanismos de flexibilidad sean pactados.
En este sentido el preacuerdo ha rechazado las llamadas a dar carta de naturaleza a la unilateralidad empresarial con control judicial a posteriori.”
Buen trabajo en el parlamento.
Por un cambio de modelo productivo y menos hacer perder derechos a los trabajadores.Sin sindicatos de c l a s e no hay futuro.
Saludos a todos/as
En primer lugar diré que soy delegado sindical y llevo mas de 25 años en el mundo laboral en diferentes empresas, viendo como poco a poco vamos perdiendo todos los derechos heredados de nuestros padres y que fueron conquistados a base de luchas duramente en tiempos mucho mas dificiles que los actuales.
Los sindicatos a día de hoy han perdido toda la credibilidad y no cuentan ya con el respaldo de los trabajadores. Se limitan a cumplir con el papel que les han encomendado sus verdaderos amos en este «Belen viviente», de la misma manera que lo hacen los políticos de los dos partidos que se alternan en el gobierno de esta democracia de «cartón piedra».
La prueba de que esto es así es que desde Mastrich hasta hoy los trabajadores no hemos hecho otra cosa que perder derechos, protección y poder adquisitivo y todos estos «logros» se han realizado siempre con el acuerdo y la firma de los sindicatos.
Como solía decír un compañero sindicalista hace muchos años ya: «Para este viaje no necesito alforjas», o lo que es lo mismo, de esta manera mejor no me ayudes.
El problema es que mucha gente con el paso del tiempo convierte su vocación inicial en profesión y medio de vida y anteponen ya su puesto de trabajo, vease su propio interés, al de los demás.
Esto sucede a todos los niveles, no solo en la política. Sucede en las ONG’s, en la iglesia, en la policia, entre los médicos, etc.
Yo pediría a los compañeros que manejan el cotarro que:
1) No firmen acuerdos de esta envergadura en mi nombre sin consultarme, porque les aseguro desde dentro que el rechazo en la industria es unánime a esta y a las anteriores reformas.
2) Por favor no me hablen de lo que necesita el país, de este momento concreto ni ejerzan de falsos padres decidiendo lo que es mejor para nosotros.
3) Que se limiten a ejercer de REPRESENTANTES de los trabajadores y que sus negociaciones y las decisiones que tomen en nuestro nombre respondan al sentimiento de la mayoría de los trabajadores.
4) Ante la reforma que está planteando el gobierno, no hay nada que negociar. Es mucho más eficaz a medio plazo levantarse de la mesa y despreciarles las migajas que ofrecen para conseguir lo que es justo en el momento oportuno y con el respaldo suficiente.
Por último le sugiero a quien crea de verdad en la guerra de clases y el movimiento obrero que vuelva sobre sus pasos y vuelva a beber de las fuentes: http://www.youtube.com/watch?v=5Mu-7TfavQs
DESCONECTING PEOPLE.
Alberto:
La clase trabajadora no se siente representada por lo sindicatos, pero sobre todo, no se siente clase obrera, -palabra maldita -hace ya mucho.
Se han acuñado un sinfin de eufemismos para llamarnos a los trabajadores, operarios, entre muchos otros calificativos, aqui se ha temido ser obrero, mas que a ser rojo en la caza de brujas.
Los Sindicatos han cometido un innumerable cumulo de errores, entre ellos para mi, el mas grave,» La dependencia económica del Estado,» la pregunta es por qué?
– Porque en este país, sindicados, habemos cuatro tontos,y para poder financiar al monstruo si no es mediante afiliaciones será mediante subvenciones .
-Porque trabajadores que puedan decir que han participado en alguna acción sindical hay pocos,llámese» La Maravillosa Aventura del Comité de Empresa». o bien en «EL delegado Solitario» . Dicen que hay tres tíos por la parte de poniente, pero en verdad son dos, porque el tercero se rajó en la primera convocatoria de huelga.
-Porque que poder van a tener los sindicatos, si detrás de ellos, no hay nadie.
-Porque la Patronal está encantada de esta situación. Y el Estado por dos duros tiene al pueblo calladito.
-Porque los que mas se quejan no se apuntan a nada NUNCA, no se mojan, ni se queman.
La opinión mayoritaria, es que a ver si vienen los extraterrestres y acaban de una vez con nuestros problemas.
La opinión de los sindicatos es aquí me las den todas.
El resultado la situación actual.
Las soluciones unirse, sindicarse-crear nuevas formas si así se estima-, pero sobre todo moverse, y hacer mucho, mucho ruido, que sea imposible para los que nos roban el sueño, dormir por las noches.
Esto hay que menearlo.
Desde el momento en que los sindicatos/partidos políticos/X aspiran a actuar a escala global, y son financiados por los Estados, su modo de pensar se asemeja más al de una empresa multinacional que a otra cosa. Y como empresa multinacional, son los jefazos los que se lo llevan calentito mientras los trabajadores pagan el pato.
Sin desconexión de la teta estatalno hay futuro. Bien lo debe saber usted, que su partido está ahora entrampado porque debe dos millones y medio a la SS y a Hacienda.
Las injustas críticas a los sindicatos
nuevatribuna.es | Manel García Biel – Actualizado 28 Enero 2012 – 10:24 h.
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La firma del «II Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva 2012-2014” entre la patronal y CCOO-UGT ha hecho surgir de nuevo las viejas, pero renovadas, críticas contra el sindicalismo confederal por parte de gente que se supone situada a su izquierda.
En las elecciones sindicales se da una amplia participación de los trabajadores, muy por encima en relación a las elecciones políticas.
Se vuelve a oír hablar de «traición» o «rendición» de los sindicatos, a la vez que vuelven viejas cantinelas como son el desprestigio de los sindicatos, la baja afiliación, el recuerdo al tiempo de la épica sindical, etc. En fin, vuelve la crítica fácil a los sindicatos muchas veces a partir de ejercicios teóricos y otras derivadas de la ignorancia o también la mala fe.
No quiero entrar a explicar las bondades del acuerdo al que nos referimos, creo que el artículo de Joan Coscubiela en Nueva Tribuna «Una primera lectura de los Acuerdos CCOO, UGT y CEOE» es bastante claro al respecto. Prefiero referirme más al marco en el que se da el acuerdo para relacionarlo con las criticas.
Algunas acusaciones hablan, como si fuera cosa hecha, de la continua marcha atrás del sindicalismo confederal en los últimos tiempos. Es una afirmación que los hechos rebaten de forma evidente. La afiliación sindical, al menos en el caso de CCOO, tiene una trayectoria en ascenso, y el sindicalismo de carácter confederal, el de CCOO y UGT, sigue teniendo un amplísimo apoyo electoral en las Elecciones Sindicales, elecciones en las que se da una amplia participación de los trabajadores, muy por encima en relación a las elecciones políticas.
El trabajo sindical no permite abstenerse en situaciones difíciles para dejar tranquila y pura la propia conciencia.
Habría que dejar muy claras las diferencias entre la acción sindical y la acción política. El sindicalismo conlleva la gestión cotidiana del conflicto social, desde los centros de trabajo, en la negociación sectorial, hasta llegar al ámbito confederal. La acción sindical conlleva no quedarse quieto ante situaciones que no gustan, sino enfangarse para conseguir lo mejor posible para los trabajadores que se representa. Es decir el trabajo sindical no permite abstenerse en situaciones difíciles para dejar tranquila y pura la propia conciencia, sino que la pureza de conciencia no cuenta ante la necesidad de defender lo mejor posible, a veces con costes, las condiciones de los trabajadores representados. Y la acción sindical también conlleva, a veces y en momentos difíciles, ceder en determinados aspectos para garantizar objetivos más importantes que también están en juego. Esto es en parte lo que ha pasado en el acuerdo actual, se puede perder en salario, a pesar de evitar la congelación, pero se garantiza que lo más fundamental, y que estaba en peligro, como son los marcos propios de la negociación, o el establecimiento y regulación de formas de flexibilidad interna participada, que eviten despidos, puedan ser elementos dejados a la arbitrariedad empresarial.
El paro, la propia crisis crea miedo entre los trabajadores y los hace menos proclives a la confrontación
La actuación sindical siempre debe tener en cuenta el contexto en que se produce y éste no lo determinan los sindicatos, pero es el que enmarca su actuación. Y está demostrado que los momentos de crisis no son los más positivos para hacer avanzar los intereses de la clase trabajadora. El paro, la propia crisis crea miedo entre los trabajadores y los hace menos proclives a la confrontación. Esto es tan realidad como que es en los momentos de ascenso económicos cuando se consiguen mejorar las condiciones laborales. En este sentido el momento de negociación del actual acuerdo no se puede menospreciar: en el ámbito económico una situación de crisis muy fuerte; y en el ámbito político el inicio de una nueva legislatura con una amplia mayoría de las derechas.
Por otra parte hay que tener en cuenta que, en el momento presente, poner en cuestión el movimiento sindical es uno de los objetivos políticos de la derecha. Ante la falta de alternativa visible por parte de la pseudo-izquierda y de la izquierda políticas, la derecha sabe que tiene que tratar de dejar fuera de juego a la izquierda social organizada, es decir el movimiento sindical confederal. La derecha, lo que no hace alguna gente de izquierdas, recuerda claramente que en tiempos de la mayoría absoluta de José María Aznar, sin que se pudiera vislumbrar una alternativa política, fueron los sindicatos los que primero le hicieron frente con una Huelga General contra el «Decretazo», que obligó al ex-presidente a dar vuelta atrás. El PP no lo ha olvidado y por ello reducir el movimiento sindical es hoy uno de sus grandes objetivos. Y la forma de actuar contra el movimiento sindical no es reduciendo sus recursos, reduciendo subvenciones institucionales o recortando liberados sindical, que también, sino intentando liquidar la base de su legitimidad y de su propia existencia: la negociación colectiva.
La alternativa al acuerdo tal vez sería más épica, pero quizás sería suicida, como plantear en el momento actual una confrontación directa con un Gobierno de mayoría absoluta en el inicio de su mandato
Creo realmente que los sindicatos han actuado con habilidad logrando estos acuerdos que cuestiona, en los temas pactados, que el Gobierno del Estado pueda legislar en contra de lo que el pacto establece. La alternativa al acuerdo tal vez sería más épica, pero quizás sería suicida, como plantear en el momento actual una confrontación directa con un Gobierno de mayoría absoluta en el inicio de su mandato, y que podría comportar una derrota de difícil recuperación. Recordemos la memorable huelga de los mineros británicos contra la Tatcher, y que después de una muy dura confrontación terminó con la derrota del movimiento sindical. Derrota de la que hasta ahora no se ha recuperado el movimiento sindical y que supuso después una retrógrada cascada de legislación antilaboral y antisocial en el Reino Unido.
Como se ha dicho antes, la base de la función del movimiento sindical confederal es la gestión del conflicto social. Y esta gestión se hace tanto en la mesa de negociación como en la confrontación y la movilización, ambas partes indisociables de la práctica del movimiento sindical. Pero la virtud del éxito de la acción sindical es saber escoger el momento de cada cosa. Y creo que intentar avanzar lo posible mediante la negociación, en el momento actual, ha sido acertado. Especialmente si sabemos la soledad en cuanto a aliados, que son pocos, en la que se encuentran los sindicatos.
Pero la virtud del éxito de la acción sindical es saber escoger el momento de cada cosa.
El movimiento sindical confederal, al menos en el caso de CCOO no está derrotado, ni burocratizado, ni retrocediendo en los últimos años, como algunos, de forma un poco atrevida, dicen. Ha sido gracias al movimiento sindical, en especial a CCOO, que este país goza hoy de un sistema de pensiones público, solidario y de reparto, solvente. Hay que tener en cuenta que se ha conseguido a pesar de que, de forma reiterada, especialmente a finales de los 90, se han padecido reiteradas ofensivas de poderosos sectores económicos-financieros y políticos para liquidarlo.
El movimiento sindical está tan vivo que hace pocos años, en su último Congreso, CCOO cambió su secretario general precisamente ante la deriva de querer controlar la organización entre pocos. De aquel congreso salió una nueva dirección que aglutina las diversas sensibilidades existentes, lo que ha permitido que un tan acuerdo difícil como este último sea aprobado con el voto favorable de un 92% de los miembros de su Consejo Confederal.
El sindicalismo confederal ha negociado todo lo que ha sido posible para mantener condiciones básicas para el mantenimiento de la negociación colectiva. Otra opción como plantearse renunciar a negociar y dejar que sea el gobierno el que legisle por decreto, no es aceptable por parte de quien pretende ser un instrumento útil para los trabajadores. Una actuación así sólo se puede plantear desde un sindicalismo testimonial y no representativo que puede aspirar a satisfacer su pureza pero que renuncia a ser un interlocutor válido para los intereses reales de los trabajadores.
La ciudadanía no puede votar de forma muy mayoritaria a fuerzas de la derecha y al día siguiente pedir que los sindicatos eviten que se apliquen las políticas de derechas.
Otra critica fácil y creo que injusta que se hace al movimiento sindical es cargarle responsabilidades que no son suyas. La ciudadanía no puede votar de forma muy mayoritaria a fuerzas de la derecha y al día siguiente pedir que los sindicatos eviten que se apliquen las políticas de derechas. Mas pese a todo son los sindicatos los que organizan la resistencia, dentro de sus posibilidades, a la aplicación de estas políticas de derechas
El movimiento sindical no es el encargado ni el responsable del cambio político. Ya hace mucho tiempo lo dijo el propio Lenin, el cambio político se debe hacer e impulsar desde la política, el papel del movimiento sindical es defender lo mejor posible, en cada contexto concreto, las condiciones de los trabajadores, por lo que él catalogaba el sindicalismo de reformista. Objetivamente la historia del movimiento sindical en nuestro país no se merece que se le suspenda. Y aún más, como dijo en su día Marcelino Camacho, cuando ha sido el pariente pobre de nuestro sistema democrático.
Está claro que hay mucha gente descontenta. Los unos porque se habían creido clase media por poder comprase una casa y un coche (endeudándose toda la vida) por lo que creen que los sindicatos no les representan a ellos y los otros porque se dan cuenta de que siguen siendo clase trabajadora y pauperizada pero los sindicatos son cada vez más laxos en sus respuestas a las dinámicas neoliberales… De todas formas, creo que las situaciones de crisis son precisamente en las que los trabajadores (dentro de la acción colectiva y no individual) han de revelarse por completo. Nadie se revela cuando se cree listo por comprar una casa y «poder» venderla más cara…
Saludos
PD: este comentario es también una prueba para ver si mis comentarios ya no los puedo colgar (van más de 10 comentarios que no pasan el proceso de moderación) en «Nada es Gratis», el blog de FEDEA, por un problema en mi ordenador o por un problema en su blog…
Parece que no era mi ordenador…
Solo una cosita me gustaría decir a todos los iluminados que hableis de sindicato libremente, aparte de dar la enhorabuena a Alberto:
Tanta crítica a los Sindicatos me resulta de mucha teoría y poca práctica por no decir ignorancia, ni los sindicatos y sindicalistas son todos unos liberados ineptos como no todos los políticos son unos corruptos ni ladrones, precisamente se está entrando en la facil crítica a los Sindicatos que es lo que el Gobierno quiere que se centren los trabajadores. Los sindicatos desprestigiados por los trabajadores y los empresarios laureados por el Gobierno
Al gobierno parece que le está beneficiando el «DIVIDE Y VENCERAS», por lo que veo y los trabajadores nada más que criticando en vez de pensar «LA UNIÓN HACE LA FUERZA»
Hola compañero Alberto:
Antes de nada quiero que sepas que soy un sindicalista de CCOO, comprometido con las políticas de izquierdas, que votó a IU en Málaga (que tú encabezabas), padre de un joven becario, que es fiel seguidor tuyo (o de tu estilo y compromiso político).
Dicho esto, después de leer tu artículo, se me ocurrió sustituir el término sindicato o sindicalista por el de partidos o dirigentes de izquierdas; y este es el resultado:
“… Pero a continuación tenemos que valorar el papel de los partidos de Izquierda, y no sólo desde un punto de vista técnico sino también político. Esto quiere decir que no podemos detenernos a saber lo que es conveniente o no bajo la teoría, sino que también tenemos que estudiar las bases políticas que permiten tomar una u otra decisión.
Los partidos de Izquierda están hoy desprestigiados y bajo permanente ataque. Como he mencionado anteriormente, la derecha odia a los partidos de Izquierda porque en su modelo teórico el papel de los mismos debería ser reducido a la mínima expresión. Resultado de ese ataque y de la nueva configuración económica mundial dominante desde los años ochenta, los partidos de Izquierda han sufrido una derrota tras otra. Hasta el punto que muchos sectores han terminado aceptando incluso las tesis de sus adversarios. En esta coyuntura los partidos de Izquierda han pasado a una estrategia defensiva, centrando su política en resistir los brutales ataques de la derecha. El objetivo ha sido, desde hace mucho, mitigar los efectos de las políticas impulsadas por los gobiernos y las cuales siempre han atentado contra las condiciones de trabajo de los trabajadores.
Así las cosas, muchos dirigentes de la izquirda han optado por mantener esa estrategia de lucha ante la reforma actual. Desde un punto de vista técnico esa lucha ha logrado históricamente importantes beneficios, puesto que esa resistencia ha permitido mantener o incluso aumentar derechos en determinadas áreas. Si bien perdiéndolos en otras. La reforma de las pensiones, por ejemplo, tuvo también sus ventajas porque permitió incrementar derechos parciales como la cotización de determinados sectores hasta entonces excluidos. Es decir, la resistencia en la negociación ha permitido mitigar los posibles efectos -aún más perversos- de una reforma laboral impuesta por una de las partes.
En este sentido cabe recordar que el partido de Izquierda negocia teniendo presente que ha de hacer presión, para lo cual es importante la movilización y la base social que le apoya. Desgraciadamente tanto el apoyo social como las movilizaciones han ido en retroceso, dejando así los partidos de Izquierda peor armados.
Si bien lo arriba descrito es perfectamente cierto, hay otros elementos que no podemos olvidar. El primero de ello, que la base social que fortalece los partidos de Izquierda se nutre de la acción y la coherencia. Con estrategias defensivas los partidos de Izquierda pierden poco a poco a sus propias bases, y de vez en cuando aceptando -bajo la lógica del mal menor- burradas como los pactos de gobierno locales y autonómicos con el PP el apoyo decae en masa. Los militantes de izquierdas se desaniman y la población no afiliada deja de apoyar. De forma que al término de cada negociación de esta naturaleza los partidos de Izquierda se encuentran aún peor armados que antes.
Por eso yo veo dos opciones interesantes para los partidos de Izquierda. La primera, aceptar que no hay una relación de fuerzas suficiente como para enfrentar el poder abrumador de la derecha. Eso conllevaría negociar todo lo posible y comenzar una estrategia de reorganización que permita recuperar fuerzas y plantear una ofensiva en los próximos años. La segunda opción, renunciar a negociar y aceptar que es mejor que se gobierne por decreto a participar en un proceso que te hiere. La negociación te hace partícipe, y es una guerra que nunca se ganará en las actuales condiciones. Así, un plan estratégico debería pasar por reconstruir la base social reconcilíandote con ella.
Yo no soy partidario del papel de la izquierda actual, que entre otras cosas centra el papel en la gestión de parcelas de poder. Soy más bien partidario de fortalecer a los partidos de Izquierda lo máximo posible, porque son indispensables para la salida a la crisis y para la superación del sistema político y económico. Pero para fortalecer hay que tomar las decisiones adecuadas, no sólo las técnicas sino también las políticas.”
Pues bien; yo nunca escribiría este artículo, no porque los datos y las evidencias no sean ciertas, sino porque lo considero profundamente injusto en la tendenciosidad del planteamiento; porque le falta rigor a la hora de analizar el soporte social y porque no avanza nada sobre las decisiones adecuadas para fortalecer a los partidos de izquierdas o a los sindicatos de clase.
Por eso, creo que sería muy conveniente reconocer que los análisis sobre el papel y las estrategias los posibles aliados, debe ser algo más modesto y respetuoso. Y sobre todo, lo que verdaderamente importa (para fortalecer las opciones de izquierdas), es buscar puntos de encuentro que ayuden a aglutinar y sumar en el objetivo de UNA VERDADERA RESISTENCIA.
En fin, querido compañero, te propongo que profundices en la toma de las decisiones adecuadas para que confluyan todas las iniciativas, militancias, inquietudes y preocupaciones de la actual dispersión de la izquierda. Y para ello, desde mi modesta opinión, es fundamental dejar claro que quienes tenemos contrastado y consolidado un importante apoyo social (CCOO 1.200.000, 116.132 delegados y delegadas, en todos los tramos de 100.000 empresas); debemos unirnos para generar las inercias necesarias para alcanzar el objetivo, desde una apertura generosa hacia quienes quieren pero no llegan a obtener ese apoyo social.
«El movimiento sindical está tan vivo que hace pocos años, en su último Congreso, CCOO cambió su secretario general precisamente ante la deriva de querer controlar la organización entre pocos. De aquel congreso salió una nueva dirección que aglutina las diversas sensibilidades existentes, lo que ha permitido que un tan acuerdo difícil como este último sea aprobado con el voto favorable de un 92% de los miembros de su Consejo Confederal.»
Querrás decir que Toxo traicionó a Fidalgo para poder convertir la organización en un lugar donde no hay oposición ni debate alguno y ya no existen las corrientes internas. Precisamente que un 92% del Consejo haya dado su aprobación a este acuerdo demuestra la degradación en la que ha caído CCOO. ¿o acaso pensáis que si se hubiesen convocado asambleas y hubiese habido un referendum entre los afiliados, estos hubieran dado su aprobación? ¿O en lo de subir la edad de jubilación a los 67? A no, por supuesto, pero como sois líderes preclaros que saben mejor que ellos mismos lo que les conviene a los trabajadores….¡Cuanto daño hace al movimiento obrero la profesionalización de sus dirigentes…En fin, vosotros seguid haciendoos trampas en el solitario que pronto os superarán los acontecimientos.
Hola Alberto:
Hace ya varios días que subiste tu artículo al Blog pero es hoy cuando te respondo… Creo que debes qué es lo que pensamos muchxs sobre qué debe ser la Izquierda y cómo llevarla a la Sociedad.
Alguien lo ha dicho más arriba, AUTOCRÍTICA para conocer la realidad.
¿Sabes lo que es? Seguro que sí, pero también son necesarias: la reflexión sobre el papel que cada unx y cada cual debe jugar en devolver la dignidad a la sociedad, la autoestima y la creeencia de que esto puede y va a cambiar.
Y también la empatía, la capacidad de compreneder papeles y el escenario en que nos movemos y dejar a un lado los slogans y las reflexiones dirigidas a ser atendidas por una minoría.
Te «pongo deberes» si me lo permites:
¿Qué sería de esta España Nuestra sin los sindicatos?
¿Cuál crees que es el papel de los sindicatos: radicalidad sin futuro?
O tal vez ¿Seguidismo sin responsabilidad?
¿Cómo crees que es nuestro papel en los tajos? Nos enfrentamos diariamente a amenazas de Reducción de derechos a cambio de empleo… ¡A la calle! Porque a ellxs (empresarixs) les da igual.
Y si miramos para atrás en las movilizaciones ¿Quién nos sigue? Trabajadorxs asustadxs y con medo a ser vistos. Movimientos sociales que en sus primeros gritos incluyen siglas de organizaciones que están llenas de personas que pelean día a día por el empleo en sus empresas, por no dejarse aplastar por el aparato empresarial y los documentos en las mesas de negociación llenos de cifras que son mentira pero que las avalan las leyes aprobadas por otros.
Delegadxs que creen en la Izquierda Plural (por ahora) y hacen su trabajo con compañerxs y para ellxs. Que evitan que la maquinaria de la crisis inventada no lleguen a los hogares para sumerigirlas en la exclusión social.
Y por último. ¿Qué crees que significa plural? ¿Piensas que los sindicatos no son izquierda? Sé que eres de ciencias y sabes lo que es sumar y sé que tienes valías y quieres sumar… y por último muchxs que votamos izquierdas necesitamos de personas como tú, pero sin deudas que hipotecan tu discurso.
Hay diferencias en tu organización y lxs demás no salimos a aplastar ni a poner en contra a las personas contra vosotrxs, los que estais en IU, Los Ayuntamientos son un foco inigualable que pueden servir para que entiendas lo que te digo.
Lo que los sindicatos firman como acuerdo, no se olvide que es eso…. y no un proyecto de ley ni una reforma, está enmarcado en un contexto económico y social,,, y por qué no decirlo, un momento político que los partidos no estais sabiendo llevar a la verdadera DEMOCRACIA.
Hola a todos,
En relación a los sindicatos, hay un error de base: la política acomodaticia de los mismos que le impiden ver su función social de defensa del trabajador por una defensa del status quo adquirido. Si los sindicatos quieren sobrevivir deber iniciar un camino de reforma, duro pero el mejor para ser la verdadera columna vertebaral del trabajador. Primero: renunciar a las subvenciones estatales. Es la única manera de ser independientes de verdad (pensemos en ongs como greenpeace o amnistía internacinal); 2.- renunciar a los liberados. Los representantes no deben perder la relación con el centro de trabajo y 3) luchar por la sindicación obligatoria. Ningún trabajador puede ni debe renunciar al único mecanismo de defensa que tiene en una sociedad capitalista: la unión y esta es obligaroria, no puede depender de la voluntad individual de cada uno, al igual que uno no puede decidir si pagar la cuota obrera, la seguridad social, o el irpf. Eso es consecuencia del mito de la libertad que vende la derecha y tan alegremente aceptamos.
Por último me gustaría añadir que también los sindicatos deben dejar de ser agencias de viajes, formadores de cursos, agencias de colocación., etc, para centrarse en su verdadera labor: la defensa y lucha por los derechos de los trabajadores. Solo así podremos recuperar la senda del progreso y de la aceptación social. Recordemos la famosa frase de no me acuerdo quien: con síndicatos mal pero sin ellos peor.