Señora secretaria de Estado de Investigación, usted ha dicho que estos no son los presupuestos que le hubiera gustado presentar y estamos profundamente de acuerdo porque estos presupuestos vienen a describir un país en vía de subdesarrollo. Ustedes se obsesionan con el déficit pero no plantean la cuestión fundamental. Le voy a hacer una pregunta que he de reconocer que le he hecho también al secretario de Estado de Hacienda y al de Economía sin obtener respuesta alguna y que es lo fundamental que tienen que reflejar los presupuestos: ¿Cuál es el modelo productivo que queremos para España? ¿Cuál es el modelo productivo que queremos que tenga nuestra economía? ¿Cuál es la estructura económica para nuestro país? Si solo nos obsesionamos con el déficit y no tenemos en cuenta las repercusiones económicas que van a tener tales recortes, estamos preparando un presupuesto monstruoso para este año y mucho más allá y mucho más intenso que este para el año 2013. Eso hay que tenerlo presente, porque estos presupuestos se obsesionan única y exclusivamente con el déficit sin atender a otro tipo de cuestiones que probablemente sean mucho más importantes.
Se habla mucho de conceptos como eficiencia, eficacia y competitividad. Pero cuando hablamos de competitividad hay que darle sustancia, porque la competitividad se puede incrementar por dos vías fundamentales: la primera, la innovación y la segunda, la rebaja de los salarios, del coste salarial. Nuestro país, desgraciadamente, continúa la vía de los presupuestos anteriores, que parece indicar que nuestro país ha elegido la segunda vía, la de ser barato en las relaciones salariales, la de competir reduciendo los costes salariales en vez de la vía de la innovación. Por eso tenemos estos recortes brutales en ciencia y tecnología. Creo que es un camino profundamente equivocado y que no nos permite reconstruir nuestra economía y prepararnos para el futuro, para esa tan cacareada sociedad del conocimiento y para esa tan cacareada competitividad. Estamos en el camino contrario y creo que eso lo comparte mucha gente del ministerio, incluso del Partido Popular, pero que tiene que enfrentarse a ese dilema desde dentro. Y tras comprobar que en las anteriores comparecencias no se me ha respondido de forma concreta, me gustaría hacer seis preguntas muy específicas para que, si es posible, me respondiera aquí o, si no, por los mecanismos adecuados. Son preguntas para obtener información que es fundamental conocer. En primer lugar, el capítulo 4 de ingresos de los OPI por primera vez no alcanza para cubrir el capítulo 1 de personal. ¿Cómo se supone que van a financiar los OPI el pago a funcionarios y laborales fijos si no alcanzan las transferencias corrientes a tal fin?
En segundo lugar, se ha reducido la dotación para la formación de recursos humanos, las FPI y las FPU, y también la de los contratos para doctores, Ramón y Cajal, Juan de la Cierva, etcétera, a la vez que se está anunciando una oferta de empleo público cero para el sector. La pregunta es muy sencilla: ¿qué piensa hacer el ministerio con los doctores que acaban sus contratos y que no encuentran una oferta de empleo público? ¿Qué van a hacer con las personas que acaben sus tesis doctorales y no encuentren convocatorias para seguir su carrera? Esto lo estamos sufriendo ya en la actualidad. Estamos viendo esa fuga de cerebros de la que se habla, tanta juventud y tanto conocimiento que se están marchando del país. Usted misma ha reconocido que nuestro modelo productivo -de ahí su importancia- no absorbe este conocimiento y la inversión pública que estamos haciendo, que la perdemos, la desperdiciamos porque efectivamente el modelo productivo no absorbe lo que hemos invertido en educación y formación.
Otra pregunta es cómo se puede entender el recorte en el Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial con respecto a esta cuestión del modelo productivo. ¿Cómo podemos entender, con la falta de financiación privada que existe, que ahora lo público reduzca también su facilidad de financiación a las empresas -pequeñas y medianas empresas o de diferente tamaño- que quieran invertir y emprender mejorando la competitividad por la vía de la innovación y no por la vía más fácil -he de reconocer que es más fácil pero nos lleva por el camino del subdesarrollo-: bajar los salarios y bajar el coste salarial?
Otra pregunta. Sabemos que hay un recorte importante en el Plan nacional de investigación y en el Fondo de fomento de la investigación y el desarrollo. ¿Cuáles serán las medidas que arbitrará para superar estos recortes?
Finalmente, ¿cuándo y quién diseñará y planificará, y cuál es el presupuesto disponible para este Plan -plan que tiene que ver con el Plan nacional de investigación y el Fondo de fomento de esta- de investigación y desarrollo?
Son preguntas concretas, pero todas se enmarcan en la pregunta principal porque insisto en que este Gobierno debería definir -y no lo está haciendo; al menos a mí no me están respondiendo las preguntas- cuál es el modelo productivo, cuál es el plan del Gobierno, y no solo para este año, sino a medio y largo plazo, para que nuestra economía pueda ser efectivamente una economía del conocimiento, con condiciones de trabajo dignas y competitiva, pero por esa vía, no por la de parecernos a un país subdesarrollado. Si este Gobierno pretende competir contra países como China o los países del Este, que basan su competitividad en descensos del coste salarial, podía disolver directamente la secretaría de Estado de Ciencia y Tecnología, porque no está aspirando a ser un país desarrollado, sino todo lo contrario. Como nuestro grupo no comparte esa vía, está altamente preocupado por estos recortes. Y he agradecerle también los términos que ha empleado. Creo que ha sido la única secretaria de Estado que ha usado el concepto de recorte y no cualquier otro eufemismo para ocultar lo que verdaderamente es la sustancia de estos presupuestos, que, insisto, son altamente preocupantes no solo para el desarrollo de los investigadores y de las personas que han decidido contribuir con su tiempo, dedicación y energía a mejorar las condiciones de este país, sino para la economía en general, desde arriba hasta abajo. Estamos en un momento de crisis en el que son muy necesarios la innovación y el desarrollo y no creo que sea excusa admitir que estamos en un contexto en el que hay que hacer recortes porque se puede elegir, hay alternativas, pero este Gobierno no ha querido hacerlo.