Ayer tuvimos la oportunidad de escuchar al secretario de Estado de Hacienda y de hacerle determinadas preguntas para obtener información. Nuestra posición sobre esta crisis y sobre estos presupuestos en general es bien conocida, asimismo también son conocidas nuestras críticas al contenido y a la forma de los presupuestos. Por eso, me gustaría presentarle una serie de preguntas para obtener información que pudiera arrojar luz sobre lo que realmente significan estos presupuestos. Algunas de esas preguntas, insisto, se las hicimos llegar ayer también al secretario de Estado de Hacienda, pero con poca fortuna a la hora de obtener esa información de forma concreta.
Me gustaría comenzar -ya se ha dicho aquí en la intervención del Grupo Socialista y usted mismo también lo ha comentado- con las previsiones del Fondo Monetario Internacional, que difieren con respecto a las previsiones del propio Gobierno, pero no solo en el aspecto cuantitativo, sino en su llamada de alerta al peligro que supone recortar más de la cuenta, y estos presupuestos son unos presupuestos durísimos en este aspecto, son un recorte brutal a todas las partidas presupuestarias prácticamente, y eso no cabe ninguna duda de que va a dañar el crecimiento económico de nuestra economía. Pero además, en lo que a economía se refiere, eso evidentemente a lo que más afecta es a la recaudación de ingresos del Estado, de modo que podemos estar en la antesala de unos presupuestos generales del 2013 todavía más duros, todavía más dolorosos y entiendo que el Gobierno ha hecho una planificación en estos presupuestos del 2012 teniendo presente una estrategia de largo plazo, teniendo presente lo que va a ocurrir en el 2013 y lo que va a ocurrir en el 2014, en lo que se refiere a las finanzas públicas. Por eso la pregunta, a la que me gustaría obtener respuesta, es: ¿Cómo se van a traducir, según el Gobierno, los recortes de hoy en el crecimiento económico de mañana? ¿Cómo es posible que atendiendo al efecto contractivo que tienen los recortes, mañana y pasado, en el 2013 o en el 2014, podamos asegurar que vamos a recuperar ingresos suficientes y que va a volver la actividad económica a su cauce como el Gobierno espera en sus previsiones? ¿Cuáles son los mecanismos por los cuales eso va a ser así? ¿Acaso a través de las reformas estructurales del mercado laboral, bajando los salarios? ¿Acaso van a tener algún incentivo las empresas para volver a contratar? ¿Cómo va a repercutir el consumo, la inversión? ¿Cuáles son los mecanismos que el Gobierno espera que sucedan a través de las reformas para que los recortes de hoy sean el crecimiento económico de mañana?
También me gustaría saber cuál es la impresión que tiene el Gobierno sobre cuál debe ser el modelo productivo, porque estos son unos presupuestos centrados en la austeridad y en el control de las finanzas públicas, pero no se habla en absoluto del modelo productivo, de lo que España va a vender al exterior, de lo que España va a construir en su propia economía, de cuál va a ser el motor de la economía española a partir de ahora, una vez, parece claro, se ha renunciado al sector de la construcción y del turismo como motores fundamentales de nuestra economía. ¿Cuál es la impresión más allá de reaccionar frente al déficit que tiene el Gobierno sobre cómo debería ser la economía española, sobre cómo debería configurarse la estructura económica de nuestro país?
También me gustaría conocer cuál es la impresión y la opinión que tiene el Gobierno respecto a la subida de la prima de riesgo, después de haber hecho los recortes brutales que se derivan de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Cómo es posible que unos presupuestos, que se dice buscan la confianza de los inversores, de los llamados mercados financieros, puedan generar esos efectos tan contrarios, tan perniciosos, que se manifiestan en la prima de riesgo? Y la pregunta es muy clara: ¿No sería el momento de pasar a preguntarse que los mercados no obedecen a otro criterio que no sea el de la rentabilidad? Porque no se contentan ni con muchos recortes ni con pocos recortes, ni evidentemente, como parece claro en las exposiciones del Partido Popular, con incremento del gasto público. Si no se contentan con nada, es porque la lógica que siguen es absolutamente diferente, en nuestra opinión y, por lo tanto, la pregunta que hay que hacerse es: ¿No es el momento de empezar a regular los mercados, de promover la regulación en todos los niveles administrativos para que los mercados obedezcan a las directrices de la política económica y no tengamos que estar subordinados a ese criterio de rentabilidad cortoplacista, de obtención de beneficio en el menor tiempo o espacio posible?
Usted ha hablado de desequilibrios, centrando su exposición en esa cuestión, pero sin embargo lo cierto es que los desequilibrios comerciales no pueden explicarse en modo alguno por el gasto público excesivo. Nosotros sabemos perfectamente que había superávit en las cuentas públicas en el año 2006-2007, que lo que teníamos era un endeudamiento en torno al 50% sobre el PIB en ese mismo año 2007, a las puertas de la crisis, endeudamiento público, pero sí es cierto que el déficit comercial excesivo que nos desequilibra se puede explicar por las deudas privadas: las deudas privadas de las familias, las deudas privadas de las empresas, que son al final las que han estado generando esos desequilibrios. Pero estos presupuestos generales, así como las leyes y reformas estructurales que usted mismo ha mencionado, no hacen mención alguna a cómo vamos a acometer esos desequilibrios en las finanzas privadas. ¿Cómo van a ser los mecanismos? ¿Ha pensado el Gobierno habilitar algún mecanismo para combatir esas deudas privadas? El Fondo Monetario Internacional -se lo decíamos ayer al secretario de Estado de Hacienda- ha propuesto imitar en este sentido a Islandia y promover la reestructuración de las deudas de las familias. ¿Tiene el Gobierno pensado hacer algún mecanismo de este tipo, de esta naturaleza?
Finalmente, en lo que se refiere a la reforma del sistema financiero, tanto el Gobierno del Partido Socialista como el Gobierno del Partido Popular han estado acometiendo reformas que persiguen y tienen la misma filosofía, sin embargo, a día de hoy estamos con los mismos problemas que teníamos hace cuatro años en este campo y además mucho más empeorados porque la situación se va agravando por momentos. Nosotros entendemos que el problema real está en la economía real, en la demanda agregada, en el empobrecimiento de la gente, y el sistema financiero no está cumpliendo su función, pero nos preocupa que incluso, aunque fuera cierto -y nosotros no lo creemos- que la reforma del sistema financiero fuera exitosa, para cuando se cumpliera realmente ya ninguna entidad privada quisiera pedir prestado por su situación prácticamente de quiebra, y es que realmente la economía real es la que mueve al sistema financiero a prestar; el sistema financiero no está prestando porque está especulando en los mercados internacionales, pero también es que está viendo que no es rentable prestar en una economía que está deprimida. ¿Qué va a hacer el Gobierno para solucionar esos problemas de la economía real, teniendo en cuenta que el sistema financiero está absolutamente viciado por su falta de regulación, por su sistema de incentivos, que hace que prefiera especular en vez de prestar a la economía real, teniendo en cuenta que son dos fenómenos paralelos? Por lo tanto, nosotros, como se sabe, defendemos la intervención, la creación de una banca pública para poder dirigir eso, vinculado mucho al modelo productivo que, insisto, es crucial y sin embargo el Gobierno todavía no se ha pronunciado al respecto, así como tampoco se ha pronunciado -como decía- sobre cuáles van a ser los mecanismos que nos van a sacar de la crisis. También me gustaría conocer la impresión del secretario de Estado sobre cuándo espera el Gobierno que volvamos a crecer económicamente como respuesta a las reformas que está aplicando. Entiendo que el Gobierno asume que van a tener un coste económico en un breve espacio de tiempo -un año, dos años; no lo sé-, pero entiendo que el Gobierno espera que se vuelva a crecer. La pregunta es cuándo espera el Gobierno que se vuelva a crear empleo y que se vuelva a crecer económicamente y cuál es el modelo productivo que dirigirá la economía.